Retornos de lo vivo lejano (1948-1956) pertenece a la producción de Alberti (1902-1999) durante el exilio. Comenzó a escribirlo cuando llevaba casi diez años de destierro en Argentina. Sus poemas están vertebrados por el tema de la nostalgia y en ellos el verso culto alterna con el neopopular. El libro se compone de 55 poemas agrupados en tres secciones. En la primera rememora impresiones de su infancia, evocando sus días de colegial, la figura de la madre, o la visita a un desierto Museo del Prado; en la segunda, "Retornos del amor", recuerda momentos de plenitud de su vida amorosa, y dedica la tercera a una serie de homenajes a sus poetas predilectos.
El poema elegido pertenece a la segunda sección del libro, en que el poeta evoca los momentos vividos con la mujer amada, que a juzgar por sus obras de carácter autobiográfico, podemos intuir que se trata de su primera esposa, la escritora María Teresa León (1903-1988). El erotismo forma parte de esa plenitud amorosa y se encuentra muy presente en todos los poemas de esta sección, incluido el seleccionado, como observa López Turcot:
"El erotismo recorre cada uno de los "Retornos de amor" y a ciegas, sólo con el tacto los cuerpos se encuentran una y otra vez, consiguiendo que el amor reviva por medio de la rememoración y hace que los amantes, junto con el comienzo del día, vuelvan a ser jóvenes por un instante, logrando traer luz a toda la oscuridad que habitaba en el poeta".
En la tumba de María Teresa León, en el cementerio de Majadahonda, figura a modo de epitafio el verso que abre y cierra esta composición: "Esta mañana, amor, tenemos veinte años".
En relación con el exilio y cuando se cumplen cien años de la concesión del Premio Nacional de Poesía por Marinero en tierra, escribe Luis García Montero, actual director del Instituto Cervantes:
Rafael Alberti fue uno de los grandes poetas del exilio español. [...] Siempre había sido un marinero en tierra, un desenterrado del mar, un ángel caído, alguien que buscó la dignidad humana mientras se sentía expulsado del paraíso, víctima de una sociedad injusta, dentro o fuera de su patria. La experiencia de 1939 fijó en la realidad un sentimiento que años antes había vivido como ser humano en Marinero en tierra o Sobre los ángeles (1929): "Paraíso perdido, /perdido por buscarte, /yo, sin luz para siempre".
Referencias:
-Paola Berenice López Turcot, Temas y motivos en "Retornos de lo vivo lejano" de Rafael Alberti, UNAM, México D.F., 2013
Un erotismo en apariencia poco explícito o semioculto en este poema ¿no? Y sin embargo, es divertido encontrarlo en este paseo en el que la amante parece buscar el sitio más oculto y más adecuado para el encuentro amoroso, la consumación del encuentro en ese estallido de espumas marinas y la feliz relajación posterior. ¡Pues está muy bien
ResponderEliminarCarlos San Miguel