EL BLOG DE LA BIBLIOTECA "IRENE VALLEJO" DEL IES GOYA DE ZARAGOZA


biblioteca.ies.goya@gmail.com


Mostrando entradas con la etiqueta Juan Gelman. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Juan Gelman. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de noviembre de 2017

"Lluvia", de Juan Gelman


Foto: Christophe Jacrot


LLUVIA


hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor /
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra /
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la
mujer /
entra a la casa por la ventana y no por la puerta /
por una puerta se entra a muchos sitios /
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo /pero no al mundo /

ni a una mujer / ni al alma /
es decir / a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así /
como hoy / que llueve mucho /
y me cuesta escribir la palabra amor /
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa /
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran /
y cuándo / y cómo /
pero el alma qué puede explicar /
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca /
palabras que naufragan /
palabras que no saben que hay sol porque nacen 
y mueren la misma noche en que amó /
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca
escribirá /
como el silencio que hay entre dos rosas /
o como yo / que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia /
a la lluvia /
a mi corazón desterrado /



De Eso ( 1983-1984). 
Incluido en Poesía reunida, Seix Barral,2012



Sobre este libro de Juan Gelman y sobre el poema elegido, ha escrito María Ángeles Pérez López (Juan Gelman: Ese oficio ardiente llamado poesía):

Aunque Eso no se publica hasta Interrupciones II (1986), su escritura se remonta a los años 1983-1984. De ahí sus puntos en contacto con otros libros de ese periodo: la tensión agónica con el pasado personal (el olvido, el exilio, el hijo ausente en "Niños") y el carácter obsesivo de su trabazón verbal. Además, del "corazón desterrado" del poeta nacen preguntas que se agotan en sí mismas, y para las que parece siempre insalvable la distancia que media entre el amor y la palabra amor (del mismo poema "Lluvia"). Sólo un sentido tiene entonces la poesía, pero no es menor ni secundario: que el yo lírico vuelva / al vecino que mira la lluvia / a la lluvia / a su corazón desterrado.

-Encontrarás interesante información en el vídeo Juan Gelman y otras cuestiones: AQUÍ.

Entrada relacionada:



domingo, 9 de febrero de 2014

"Medidas", de Juan Gelman

El poeta Juan Gelman


MEDIDAS

El abuelo me mira desde
la foto de siempre, me mira
desde el fondo de Rusia y otras desgracias.
Desde el ghetto me mira. Dicen que
escribió una carta a Dios para
que inundara las casas de trigo,
de vino y de pan ázimo en Pascua,
y ató la carta a la pata de un pájaro
que voló de país en país buscando el cielo.
Me mira con las ojeras lentas
de quien veló el espanto. Nunca
me levantó en sus brazos. Nunca
lo tuve, nunca
me tuvo, nunca
es la palabra entre los dos. Quiso
que la verdad paseara por la calle
y la cubrió con una máscara
para que la quisieran.
Esa máscara es su rostro en la foto.
Le habrá pedido a Dios que no
borre ni escriba nada porque
todo podía ser peor. La foto
está enferma, levanta
una humareda de brazos que no se encontrarán.
Empoza su linaje y
me sigue como un perro.

                         Juan Gelman, de Valer la pena, 2001

El poeta, traductor y periodista argentino Juan Gelman Burichson nació en Buenos Aires el 3 de mayo de 1930. Hijo de inmigrantes judíos ucranianos, ha contado  que  se enamoró de la poesía a muy temprana edad por los versos del escritor ruso Pushkin (1799-1837) que recitaba su hermano y que él no comprendía. Con quince años ingresó en la Federación Juvenil Comunista y en 1948, en la Universidad de Buenos Aires, inició los estudios de Química que abandonó para dedicarse al periodismo, la política y la poesía. Formó parte  del grupo de poetas "El pan duro", integrado por jóvenes comunistas que proponían una poesía comprometida. En 1963 fue encarcelado por pertenecer al Partido Comunista, del que más tarde se apartaría. Fundó el grupo 'Nueva Expresión' , además de la editorial 'La rosa blindada' y ejerció el periodismo en la revista 'Panorama', en el suplemento cultural de 'La Opinión', en la revista 'Crisis' y en el diario 'Noticias'. En 1967 se integró en la organización guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y, tras la fusión con Montoneros (movimiento guerrillero de izquierda peronista)  en 1973, ejerció como secretario de prensa para Europa de esta organización hasta su alejamiento en 1979. La dictadura argentina del general Videla (1976-1983) marcó dolorosamente su vida y su obra pues lo obligó al exilio (en Roma, París, Managua, Nueva York y México, trabajando como traductor de la UNESCO) y le arrebató a su hijo Marcelo y a su nuera Claudia, embarazada en el momento de su detención, que pasaron a engrosar las listas de "desaparecidos". No pudo regresar a su país hasta 1988, después de que una protesta liderada por varios escritores (García Márquez y Vargas Llosa, entre otros) consiguiera el indulto de las cuentas pendientes con la justicia de su país tras la llegada de la democracia. No obstante, fijó su residencia en México. En el año 2000, cuando la joven contaba ya con 23 años, el poeta pudo encontrar en Uruguay a su nieta Macarena, nacida durante la detención de Claudia. Juan Gelman falleció  en Ciudad de México, donde residía desde 1988, el 14 de enero de 2014.

La lucha por la recuperación de la memoria, la presencia de lo cotidiano y la denuncia de la injusticia  son  constantes en la obra de Gelman (adscrita al realismo crítico), en la que el sentimiento de pérdida se impone sobre el odio y el deseo de venganza. De él se ha escrito que transformó en belleza la tragedia de su vida, con una poesía brillante,  irónica e innovadora, en la  que mezcla muy variados registros y  cuyos temas recurrentes son la memoria, el dolor, el amor y la muerte. De su abundante producción poética, destacan Violín y otras cuestiones (1956),  El juego en que andamos (1959), Velorio del solo (1961),  Gotán (1962),  Cólera  buey (1968), Los poemas de Sidney West (1969), Fábulas (1971) y Si  tan dulcemente (1980). Ha recibido galardones tan prestigiosos como el Premio Nacional de Poesía (1997),  el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2005) y el Premio Cervantes (2007).

En 1995, cuando habían pasado diecinueve años del robo de su nieta,  Juan Gelman escribió esta conmovedora carta dirigida al nieto o nieta que no había conocido y que  estaba buscando:

Carta abierta a mi nieto

Dentro de seis meses cumplirás 19 años. Habrás nacido algún día de octubre de 1976 en un campo de concentración. Poco antes o poco después de tu nacimiento, el mismo mes y año, asesinaron a tu padre de un tiro en la nuca disparado a menos de medio metro de distancia. Él estaba inerme y lo asesinó un comando militar, tal vez el mismo que lo secuestró con tu madre el 24 de agosto en Buenos Aires y los llevó al campo de concentración Automotores Orletti que funcionaba en pleno Floresta y los militares habían bautizado “el Jardín”. Tu padre se llamaba Marcelo. Tu madre, Claudia. Los dos tenían 20 años y vos, siete meses en el vientre materno cuando eso ocurrió. A ella la trasladaron -y a vos con ella- cuando estuvo a punto de parir. Debe haber dado a luz solita, bajo la mirada de algún médico cómplice de la dictadura militar. Te sacaron entonces de su lado y fuiste a parar -así era casi siempre- a manos de una pareja estéril de marido militar o policía, o juez, o periodista amigo de policía o militar. Había entonces una lista de espera siniestra para cada campo de concentración: Los anotados esperaban quedarse con el hijo robado a las prisioneras que parían y, con alguna excepción, eran asesinadas inmediatamente después. Han pasado 12 años desde que los militares dejaron el gobierno y nada se sabe de tu madre. En cambio, en un tambor de grasa de 200 litros que los militares rellenaron con cemento y arena y arrojaron al río San Fernando, se encontraron los restos de tu padre 13 años después. Está enterrado en La Tablada. Al menos hay con él esa certeza.
Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste. Me lo aseguró el padre Fiorello Cavalli, de la Secretaría de Estado del Vaticano, en febrero de 1978. Desde entonces me pregunto cuál ha sido tu destino. Me asaltan ideas contrarias. Por un lado, siempre me repugna la posibilidad de que llamaras “papá” a un militar o policía ladrón de vos, o a un amigo de los asesinos de tus padres. Por otro lado, siempre quise que, cualquiera hubiese sido el hogar al que fuiste a parar, te criaran y educaran bien y te quisieran mucho. Sin embargo, nunca dejé de pensar que, aun así, algún agujero o falla tenía que haber en el amor que te tuvieran, no tanto porque tus padres de hoy no son los biológicos -como se dice-, sino por el hecho de que alguna conciencia tendrán ellos de tu historia y de cómo se apoderaron de tu historia y la falsificaron. Imagino que te han mentido mucho.
También pensé todos estos años en qué hacer si te encontraba: si arrancarte del hogar que tenías o hablar con tus padres adoptivos para establecer un acuerdo que me permitiera verte y acompañarte, siempre sobre la base de que supieras vos quién eras y de dónde venías. El dilema se reiteraba cada vez -y fueron varias- que asomaba la posibilidad de que las Abuelas de Plaza de Mayo te hubieran encontrado. Se reiteraba de manera diferente, según tu edad en cada momento. Me preocupaba que fueras demasiado chico o chica -por ser suficientemente chico o chica- para entender lo que había pasado. Para entender lo que había pasado. Para entender por qué no eran tus padres los que creías tus padres y a lo mejor querías como a padres. Me preocupaba que padecieras así una doble herida, una suerte de hachazo en el tejido de tu subjetividad en formación. Pero ahora sos grande. Podés enterarte de quién sos y decidir después qué hacer con lo que fuiste. Ahí están las Abuelas y su banco de datos sanguíneos que permiten determinar con precisión científica el origen de hijos de desaparecidos. Tu origen.
Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.
 Los sueños de Marcelo y Claudia no se han cumplido todavía. Menos vos, que naciste y estás quién sabe dónde ni con quién. Tal vez tengas los ojos verdegrises de mi hijo o los ojos color castaño de su mujer, que poseían un brillo especial y tierno y pícaro. Quién sabe cómo  serás si sos varón. Quién sabe cómo serás si sos mujer. A lo mejor podés salir de ese misterio para entrar en otro: el del encuentro con un abuelo que te espera.”
                                                                                                       12 de abril de 1995  
                                              Publicada en el semanario Brecha, Montevideo, el 23 de diciembre de 1998

Entradas relacionadas: 
http://elhacedordesuenos.blogspot.com.es/2013/03/dia-mundial-de-la-poesia-2013.html



jueves, 21 de marzo de 2013

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA 2013

Sobre la  poesía

habría un par de cosas que decir/
que nadie la lee mucho/
que esos nadie son pocos/
que todo el mundo está con el asunto de la crisis 
mundial/ y

con el asunto de comer cada día/ se trata
de un asunto importante/
[...]

volviendo a la poesía/
los poetas ahora la pasan bastante mal/
nadie los lee mucho/ esos nadie son pocos/
el oficio perdió prestigio/ para un poeta cada día es más 
difícil

conseguir el amor de una muchacha/
ser candidato a presidente/ que algún almacenero le fíe/
que un guerrero haga hazañas para que él las cante/
que un rey le pague cada verso con tres monedas de
oro/

y nadie sabe si eso ocurre porque se terminaron las
muchachas/ los almaceneros/los guerreros/los reyes/
o simplemente los poetas/
o pasaron las dos cosas y es inútil
romperse la cabeza pensando en la cuestión/

lo lindo es saber que uno puede cantar pío-pío
en las más raras circunstancias/
tío juan después de muerto/ yo ahora
para que me quieras/

                                           Juan Gelman

Aquí podrás escuchar el poema recitado por su autor:



Mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, con ocasión del Día Mundial de la Poesía

21 de marzo de 2013

La poesía es una de las expresiones más puras de la libertad de la lengua. Es un elemento constitutivo de la identidad de los pueblos; encarna la energía creativa de la cultura en su facultad de renovarse sin cesar.
Esa modernidad de la poesía se transmite de generación en generación, en los textos consagrados de los grandes autores y en las obras de poetas anónimos. Debemos transmitir ese legado -el de Homero y Li Bai, el de Tagore, Senghor y miles de otros- como testimonio vivo de la diversidad cultural de la humanidad. Debemos hacerlo fructificar a nuestra vez, como fuente de enriquecimiento lingüístico y de diálogo.
Al celebrar el Día Internacional de la Poesía, la UNESCO quiere también promover los valores que ella transporta. Porque la poesía es un viaje: no un viaje fuera de la realidad, sino frecuentemente a lo más íntimo de las emociones, las reivindicaciones y las esperanzas de las personas. La poesía da forma a los sueños de los pueblos y a las expresiones más altas de su espiritualidad; la poesía da también valor para cambiar el mundo.
Los poetas de todos los países han dejado versos imperecederos por la defensa de los derechos humanos, la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto de las identidades culturales. Libertad, yo escribo tu nombre, escribió Paul Éluard. También hoy la poesía es portadora de un hálito de libertad y dignidad frente a la violencia y la opresión. Por todas estas razones, la UNESCO respalda a los poetas y a cuantos editan, traducen, imprimen o difunden la poesía. Lo hacemos mediante la protección de la diversidad de las expresiones culturales y la conservación de las recitaciones poéticas inscritas en el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, como otras tantas maneras de embellecer nuestro mundo y construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres.
                                                                        IRINA BOKOVA

La celebración del Día Mundial de la Poesía  coincidiendo con el equinoccio de primavera fue una propuesta de la UNESCO. Se conmemora en importantes capitales bajo diferentes denominaciones: "Primavera de los Poetas" en Europa, "Común Presencia de los Poetas" en Colombia.