EL BLOG DE LA BIBLIOTECA "IRENE VALLEJO" DEL IES GOYA DE ZARAGOZA


biblioteca.ies.goya@gmail.com


Mostrando entradas con la etiqueta Antonio Gamoneda. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Antonio Gamoneda. Mostrar todas las entradas

miércoles, 28 de febrero de 2024

"Blues del amo", de Antonio Gamoneda

 

2023/24                                    N.º 10C
      Leer juntos poesía 
En 133 centros educativos de Aragón



El «Blues del amo» de Antonio Gamoneda es el poema elegido en este curso por el IES Goya para compartir con los centros educativos de Aragón participantes en el Programa "Poesía para llevar":

A veces el trabajo resulta alienante y no nos deja espacio para llevar la vida personal que queremos. Los versos de Gamoneda dan voz al sufrimiento que muchos podrían suscribir hoy en día.

El poemario Blues castellano, al que pertenece el poema escogido, lo escribe el autor influido por el gospel y el blues afroamericanos, música dolorida, cuyo ritmo le sirve de consuelo y de modelo para sus versos. Recomendamos encarecidamente leer también el poema “Malos recuerdos”, el cual nos lleva a indagar en nuestra memoria, en la revolucionaria vergüenza de la que habla desde la cita inicial. Por otro lado, la censura de algunos poemas de la obra en los años sesenta da pie para debatir hasta qué punto está presente o ausente en la actualidad la censura en la literatura.

 

        BLUES DEL AMO

                Antonio Gamoneda


        Va a hacer diecinueve años
        que trabajo para un amo.
        Hace diecinueve años que me da la comida
        y todavía no he visto su rostro.

        No he visto al amo en diecinueve años
        pero todos los días yo me miro a mí mismo
        y ya voy sabiendo poco a poco
        cómo es el rostro de mi amo.

        Va a hacer diecinueve años
        que salgo de mi casa y hace frío
        y luego entro en la suya y me pone una luz
        amarilla encima de la cabeza...

        Y todo el día escribo dieciséis
        y mil y dos y ya no puedo más
        y luego salgo al aire y es de noche
        y vuelvo a casa y no puedo vivir.

        Cuando vea a mi amo le preguntaré
        lo que son mil y dieciséis
        y por qué me pone una luz encima de la cabeza.

        Cuando esté un día delante de mi amo,
        veré su rostro, miraré en su rostro
        hasta borrarlo de él y de mí mismo.

Blues castellano (escrito en los años 60, publicado en 1982)

Antonio Gamoneda (Oviedo, 1931) es uno de los poetas españoles más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Autodidacta, sobrellevó como pudo una vida de penurias económicas en la España de la guerra y la postguerra. Desde los catorce años trabajó en interminables jornadas, primero como recadero y después como empleado, en el Banco Mercantil, a la vez que preparaba los estudios de bachillerato por libre. Ha compaginado sus quehaceres literarios con distintas labores de agitación cultural. Autor de numerosos libros de poemas, Blues castellano -escrito en los años sesenta, pero publicado en los ochenta por problemas con la censura- El libro  del frío (1992), Arden las pérdidas (2003) y el poemario que reúne gran parte de su obra, Esta luz (2004), son algunos ejemplos. La poesía de Gamoneda, de tipo autobiográfico, se caracteriza por el compromiso ético y la indagación formal. En 2006  le fue concedido el premio Cervantes.

 

Comentarios del alumnado del IES Goya

El poema hace ver que podemos trabajar por años en algo que no nos gusta sin una salida aparente. Muestra la ansiedad percibida por alguien que siente estar atrapado en un pozo mientras otro nos mira desde arriba. (Emil Molodezky, 2.º ESO A)

A mí me parece que el poema quiere decir que el autor se sentía como un perro, por eso lo del amo, ya que estaba sufriendo condiciones de vida y de trabajo adversas. Además, el amo solo le da de comer, mientras que él tiene que trabajar de sol a sol copiando números sin saber si quiera qué significan. (Víctor Aguirre 1. ° ESO B).

Siento que la última estrofa habla de una venganza: quiere que su amo deje de reconocerse como él ya no se reconoce. (Marta Casasín 1.º Bach. C).

Expresa la incertidumbre que siente al dejarse llevar y no saber de verdad por qué hace lo que le mandan, sin ni siquiera saber cómo es la persona que lo hace. Tiene esperanza de descubrirlo algún día. (Patricia Pueyo 4.ºESO A).

En el poema el protagonista no deja su trabajo para poder sobrevivir, aunque lo traten mal. Transmite que no debes dejar que te traten mal por ser tu superior o tener más dinero. Todos debemos ser tratados de la misma manera, con respeto y educación. (Andreea María Vintila, 2.º ESO B). 

 

«Blues del amo» es un viaje introspectivo a la psique del autor que me ha permitido disfrutar pese a mi disgusto por la poesía sin rima. Es una expresión del trauma personal con un ritmo irreal, casi onírico, usado acertadamente para ilustrar la ausencia de pensamiento durante una tarea tan monótona. (Mario Peña, 4.ºESO A).


Más comentarios del alumnado, profesores y PAS 

    Está escrito en un estado de desesperación enorme y transmite mucha rabia de estar explotado además  de no tener tiempo para él. Me impresiona cómo escribió este poema en la dura época de la posguerra  y la dictadura. (Martín de los Santos 1.° ESO B).

Es un poema muy realista y brusco, ya que se refiere a una situación cansada y dolorosa. Todos deberíamos tener presente cuando nos quejamos de algo que la vida podría ser mucho más dura, y que deberíamos agradecer lo que tenemos. (Inés Tejero, 4.º ESO A)

Para mí refleja la desdicha de una vida sin sentido e infelicidad en la que estás forzado a trabajar y dejar que los poderosos puedan hacer lo que quieran contigo. Vivir con el deseo de olvidarlo todo y alcanzar un mínimo de libertad. (Áxel R. Lorén Muñoz, 2.º ESO A)

Este poema me recuerda bastante al de «Niños yunteros» de Miguel Hernández. (Samuel Cebolla, 4.º ESO A)

El poema me produce tristeza ya que resulta penoso que en la actualidad siga existiendo la idea de que haya personas necesitadas que se conformen con lo poco que se les ofrece y que aquellos que tienen más recursos se aprovechen de ello. (Vega Jiménez, 2.º ESO C)

 

El poema hace referencia a la realidad escondida pero presente, que se trata de descubrir día a día. Habrá veces que la cuestionemos y que avancemos en su búsqueda, pero la clave es saber que reside en nuestro interior y que nosotros mismos somos los que determinamos nuestra situación. Nuestra mente, entonces, estará encerrada por nuestro cuerpo, que nos limita para conocer la verdadera realidad. (Mario Zarazaga 2.º Bach. D)

El poema quiere decir que tienes que afrontar el destino que te toca y enfrentarte a ti mismo para conseguir tu sueño. (David Bazán 1.° ESO B).

Para mí este poema representa el deseo de poder sentirse uno mismo en todo tipo de lugares y no temer lo que piensen los demás. Al final sugiere que quiere destruir sus pensamientos intrusivos, pero aún no se ha enfrentado a ellos. (Alba Mata 2.º Bach. D).

El poema me recuerda cómo en la sociedad actual aún existe la supremacía sobre las personas. Transmite la idea de hacerte valer porque todos somos humanos y todos queremos tener un trato justo. (Houzhe Zhans, 2.º ESO B)

La lectura de este poema me ha recordado la imagen del caballo con la lámpara en la cabeza del Guernica de Picasso («me pone una luz amarilla»). Puede ser también el estar encerrado en mismo, recordando las enfermedades mentales o las disociaciones de personalidad. («Me miro a mismo»). Los números, los años («diecinueve años», «dieciséis y mil y dos») podría ser un cautiverio. (Paula Andía, PAS).

Mediante el «Blues del amo» Gamoneda ofrece una lectura que nos remite a la esclavitud, a la explotación individual y colectiva y a la opresión. De este modo crea un paralelismo entre el trabajo de escritor y el esclavo, ambos desconocedores de su amo y su dueño, cumpliendo ambos un cometido que parece no tener objetivo ni fin. Medio siglo después de su publicación aún nos invita a pensar sobre «quién maneja los hilos» y dónde se encuentra -quién ostenta- verdaderamente el poder. (Víctor Solanas, profesor de Música).



Podéis escuchar el poema cantado por Loquillo, en su álbum "La vida por delante" -doce poemas musicados por Gabriel Sopeña: AQUÍ.

domingo, 30 de octubre de 2022

"Blues del cementerio", de Antonio Gamoneda



Foto: Josefina López


Blues del cementerio

 

Conozco un pueblo —no lo olvidaré—

que tiene un cementerio demasiado grande.

Hay en mi tierra un pueblo sin ventura

porque el cementerio es demasiado grande.

Sólo hay cuarenta almas en el pueblo.

No sé para qué tanto cementerio.

 

Cierto año la gente empezó a irse

y en muchas casas no quedaba nadie.

El año que la gente empezó a irse

en muchas casas no quedaba nadie.

Se llevaban los hijos y las camas.

Tenían que matar los animales.

 

El cementerio ya no tiene puertas

y allí entran y salen las gallinas.

El cementerio ya no tiene puertas

y salen al camino las ortigas.

Parece que saliera el cementerio

a los huertos y a las calles vacías.

 

Conozco un pueblo. No lo olvidaré.

Ay, en mi tierra sin ventura,

no olvidaré a mi pueblo.

 

¡Qué mala cosa es haber hecho

un cementerio demasiado grande!

(De Blues castellano, 1982)

 

Antonio Gamoneda compuso Blues castellano entre 1961 y 1966, pero no lo publicó inmediatamente a causa de la censura franquista, que tachó poemas enteros y desaconsejó su publicación, por lo que su aparición se retrasó hasta 1982. El poemario se divide en tres secciones que "trazan un recorrido por la memoria personal del poeta (su infancia durante la guerra civil) y la memoria social y colectiva, para lograr finalmente una síntesis entre lo individual y lo universal", observa Stefano Pradel*. El poeta confesó haber escrito este libro dominado por dos fuerzas: "el poeta turco Nazim Hikmet y las letras de los cantos negroamericanos fundacionales del jazz: el blues y el spiritual".  La presencia de Hikmet es más evidente en las secciones primera y tercera, mientras que el blues lo es en la segunda, formada por nueve poemas titulados todos Blues de... El poeta castellano encuentra en los cantos tristes de los negros norteamericanos que habían sido esclavos un modelo para expresar el dolor del periodo de posguerra española que le tocó vivir en plena juventud, y con ello se aleja de forma innovadora de la poesía escrita por sus coetáneos. En estas composiciones encontraremos las características que Ching-Yu (cit. por Pradel) atribuye al blues: la repetición sintáctica, la desaceleración rítmica y la narración fragmentaria.

"Blues del cementerio" es un poema que alude a la tragedia de la emigración y el despoblamiento rural, del que explica Stefano Pradel:

Repetición y variación constituyen el eje retórico central del poema, tanto a nivel de la elección léxica singular que de entero sintagmas: anáforas, epíforas, paralelismos, variaciones sintagmáticas (o sintácticas), pero no a nivel léxico-morfológico (como se daría, por ejemplo, en la paronomasia). Esto resulta especialmente acertado si se mira de cerca las conexiones que la repetición de sintagmas crea dentro del texto, que no solo garantizan su coherencia interna, sino que producen significado a través de las reiteraciones, los cambios y las omisiones.

*"El grito de la tierra: Blues castellano de Antonio Gamoneda". En Castilla. Estudios de Literatura, 10 (2019): 356-382.

domingo, 28 de septiembre de 2014

"Está tejida con azul la noche...", de Antonio Gamoneda



Está tejida con azul la noche
aún crepuscular. La lengua roja
enciende su perfil.
                                  Salgo al silencio
y penetro la vida de las cosas
y no sé si el centeno es la hermosura
o es la sed la verdad.
                                     En este ahora
de secreta extensión, cuando no ciega
mis sentidos la furia luminosa
del resol cereal, y están creciendo
el zureo nupcial de las palomas,
los pájaros ocultos, la paciencia
de los robles, aún, salgo a los huertos
y me busco en las aguas y las sombras.
 
                Antonio  Gamoneda, Pasión de la mirada

El poeta y crítico de arte Antonio Gamoneda, colaborador de las revistas Espadaña y Claraboya, nació en Oviedo el 30 de mayo de 1931. A los tres años, tras la muerte de su padre, se trasladó con su madre a León, ciudad que ha dejado una huella profunda en su poesía. De formación autodidacta, aprendió a leer, en unos años en que  las escuelas permanecían cerradas a causa de la guerra, con el único libro que había en su casa, Otra más alta vida (1919), escrito por su padre, poeta modernista de un solo libro. Sus primeros años en León transcurrieron en un barrio obrero, excepcional observatorio de la pobreza y represión durante la guerra y la posguerra. Entre 1941 y 1943 recibió instrucción gratuita en el colegio de los PP. Agustinos, donde causó baja voluntaria. Apenas cumplió los catorce años (edad mínima para trabajar) entró como recadero en el Banco Mercantil, en el que permaneció hasta 1969; mientras, terminó por libre el bachillerato. En 1969 entró a dirigir los servicios culturales de la Diputación Provincial de León y creó la colección Provincia de poesía, al tiempo que colaboraba  en distintas publicaciones culturales. Desde 1979 será director-gerente de la Fundación Sierra-Pambley, fundada en 1887 por Francisco Giner de los Ríos.

Aunque pertenece por edad a la generación de los 50, su obra, que ha recibido tardíamente el merecido reconocimiento,  se ha mantenido al margen de tendencias uniformadoras. En su producción poética, una constante consideración sobre la muerte, se distinguen tres etapas* (que algunos estudiosos limitan a dos, separadas por Descripción de la mentira). 

En la primera (hasta principios de los 60), un periodo de idealismo proyectado hacia el futuro, se percibe la influencia de la tradición culta de la lírica española (especialmente de Blas de Otero y de García Lorca) así como de la poesía popular. Su tratamiento de la muerte es general e impersonal. Pertenecen a este periodo La tierra y los labios (1947-1952), Sublevación inmóvil (1953-1959) y Exentos I (1956-1960). 

La  segunda, centrada en el presente, se caracteriza por su compromiso ético.  Su poesía, más pegada a la vida, relega a la muerte a un segundo plano para centrarse en lo cotidiano y en la emocionada contemplación de la naturaleza. En ella se aparta de la tradición castellana bajo el influjo de los espirituales negros y  del poeta turco Nazim Hikmet**. Los metros clásicos son sustituidos por el endecasílabo blanco y el ritmo repetitivo de los blues. Blues castellano (1961-1966, inédito hasta 1982 por problemas con la censura) y Exentos II  (Pasión de la mirada) (1963-1970) son las obras representativas.

Tras un silencio de varios años, su siguiente etapa se abre con Descripción de la mentira (1975-1976), a la que seguirán Lápidas (1977-1986),  Libro del frío (1987-1992), Arden las pérdidas (1993-2003) y Cecilia (2000-2004). La muerte individual (bien sea la propia o la de los otros, ya  desaparecidos) es el tema recurrente en unos poemarios caracterizados por la libertad formal, donde abundan el versículo mayor y los poemas en prosa.

Su producción poética, reunida en Edad (Poesía 1947-1986) y en Esta luz. Poesía reunida (1947-2004), ha sido galardonada con premios tan prestigiosos como el Nacional de Literatura 1988, el Cervantes 2006 y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2006.

*Nos basamos en el estudio realizado por José Antonio Expósito Hernández.
**Entrada relacionada: