EL BLOG DE LA BIBLIOTECA DEL IES "GOYA" DE ZARAGOZA


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domingo, 27 de marzo de 2011

"Como la primavera", de Juana de Ibarbourou

Juana de Ibarbourou

Como la primavera

Como un ala negra tendí mis cabellos
sobre tus rodillas.
Cerrando los ojos su olor aspiraste
diciéndome luego:
-¿Duermes sobre piedras cubiertas de musgos?
¿Con ramas de sauces te atas las trenzas?
¿Tu almohada es de trébol? ¿Las tienes tan negras
porque acaso en ellas exprimiste un zumo
retinto y espeso de moras silvestres?

¡Qué fresca y extraña fragancia te envuelve!
Hueles a arroyuelos, a tierra y a selvas.
¿Qué perfume usas? Y riendo te dije:
-¡Ninguno, ninguno!
Te amo y soy joven, huelo a primavera.

Este olor que sientes es de carne firme,
de mejillas claras y de sangre nueva.
¡Te quiero y soy joven, por eso es que tengo
las mismas fragancias de la primavera!

                             (Juana de Ibarbourou, de Raíz salvaje)


Juana de Ibarbourou (Melo, Uruguay, 1895 - Montevideo, 1979), nombre por el que se conoce a la poeta uruguaya Juana Fernández Morales, que adoptó el apellido de su marido, el capitán Lucas Ibarbourou. Hija de gallego y uruguaya, está considerada una de las voces más personales y figura clave de la lírica hispanoamericana de principios del siglo XX. Sus poemarios Lenguas de diamante (1919), El cántaro fresco (1920) y Raíz salvaje (1922), de estilo apasionado y sensual, tienen una clara influencia modernista. Más tarde evolucionó hacia el vanguardismo (La rosa de los vientos, 1930). Tras un silencio de veinte años reaparece con obras en las que profundiza en el abandono, la soledad y la cercanía de la muerte, entre las que destacan Romance del destino (1955), Canto rodado (1956) y Elegía (1968). El éxito de sus primeros poemarios hizo que en 1929 un grupo de artistas y diplomáticos de distintos países la proclamara “Juana de América”. A partir de 1940 su popularidad traspasó las fronteras de América, y para 1953 ya se publicaban sus obras completas en España; en 1950 la nombraron presidenta de la Sociedad Uruguaya de Escritores, y en 1955, su obra fue premiada por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid. Cuatro años más tarde, recibió por primera vez el Premio Nacional de Literatura de Uruguay.

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miércoles, 23 de marzo de 2011

Poliedrum. La canción del héroe; Cruzada en 'jeans'




Estos son los libros que he leído últimamente y que os recomiendo. Los encontraréis en la biblioteca del instituto.


Rafael Ábalos, Poliedrum. La canción del héroe, Editorial Viceversa, Barcelona, 2010, 364 páginas.

     Tras haber entrado al núcleo Cosmo los chicos del Club de la Trastienda conocen a Beil, una muchacha edrum muy valiente. Timothy, cada vez más parecido a un shangrey por el elixir de la vida que se bebió, huye del núcleo Cosmo con la pizarra digital de Layonel Savage. Poliedrum es un mundo dividido en doce planos, el plano al que va a parar es uno de los cuatro planos de las calaveras, en el cual solo viven espectros. Allí conoce a una chica llamada Lenna que no recuerda nada de su pasado y tiene un dragmon llamado Narbolius. Con la ayuda de esta chica y de un amigo suyo llamado Jaad, que es un espectro, Timothy intentará descifrar la clave para entrar en la pizarra digital. Mientras, en el núcleo Cosmo los másters están reclutando un ejército de caballeros Gamer para intentar reconquistar Poliedrum y atrapar a El Traidor.
     Este libro es la segunda parte del libro que lleva el mismo nombre, Poliedrum. Los que han leído la primera parte encontrarán en la continuación una emocionante mezcla de fantasía, misterio e intriga.

Thea Beckman, Cruzada en ‘jeans’, Editorial SM, Madrid, Barcelona, 1984, 4ª ed., 240 páginas.

      Rudolf Hefting es un muchacho del siglo XX que, por su afán de aventuras, es mandado por error a la Edad Media, en la cual se queda atrapado. Al mismo tiempo en la Edad Media se está organizando una cruzada llamada “La cruzada de los niños”, en la cual Rudolf y su amigo Leonardo deciden embarcarse para proteger a esos niños, emprendiendo un intrépido viaje lleno de aventuras. En este libro se ve hasta qué punto llegaban las creencias cristianas en aquella época, ya que los niños pensaban que se iban a separar los mares para que ellos llegasen a Tierra Santa.
     Recomiendo su lectura a cualquier persona a la que le gusten los libros de aventuras y los libros sobre hechos históricos, porque, aunque parezca un libro de cruzadas más, no lo es, ya que ha ganado un premio Gran Angular. Los premios Gran Angular son los más importantes en obras destinadas a los jóvenes.

                   Jaime Gargallo Villanueva, 2º ESO A

domingo, 20 de marzo de 2011

"Oh capitán, mi capitán", de Walt Whitman

Walt Whitman


Oh capitán, mi capitán

Oh Capitán, mi Capitán:
nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.
Ya el puerto se halla próximo,
ya se oye la campana
y ver se puede el pueblo que entre vítores,
con la mirada sigue la nao soberana.

Mas ¿no ves, corazón, oh corazón,
cómo los hilos rojos van rodando
sobre el puente en el cual mi Capitán
permanece extendido, helado y muerto?

Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
tropeles de campanas.
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.

Por ti la multitud se arremolina,
por ti llora, por ti su alma llamea
y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.

Oh Capitán, ¡mi Padre amado!
Voy mi brazo a poner sobre tu cuello.
Es sólo una ilusión que en este puente
te encuentres extendido, helado y muerto.

Mi padre no responde.
Sus labios no se mueven.
Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte.
Anclada está la nave: su ruta ha concluido.
Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje.
La nave ya ha vencido la furia del oleaje.
Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas
en tanto que camino con paso triste, incierto,
por el puente do está mi Capitán
para siempre extendido, helado y muerto.

                     ( Walt Whitman, de Hojas de hierba. 
                       Versión de Nicolás Bayona Posada)

[Selección: David Azón Íñigo, 2º Bachillerato G]

Walt Whitman (1819-1892), poeta estadounidense. Hijo de una familia humilde, desempeñó diversos oficios antes de dedicarse al periodismo. Se dio a conocer en 1855 con un libro que irá reelaborando a lo largo de toda su vida, Hojas de hierba, cuya primera edición costeó el propio autor. En sus poemas, escritos en verso libre, emplea un lenguaje sencillo, cercano a la prosa. Hojas de hierba es una gran epopeya, un canto al hombre, una exaltación del cuerpo, del sexo, del Yo, de la vitalidad, de la democracia americana, de la libertad y la fraternidad humana, además de una propuesta de comunión entre los seres humanos y la naturaleza, cercana al panteísmo. El poema “Oh capitán, mi capitán” es un canto fúnebre por la muerte de Abraham Lincoln en 1865.

domingo, 13 de marzo de 2011

"Tu risa", de Pablo Neruda

Pablo Neruda con Matilde Urrutia



               Tu risa

Quítame el pan si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.

No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de planta que te nace.

Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida.

Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.

                (Pablo Neruda, de Los versos del capitán)

[Selección: Pablo Giménez Delgado, 2º Bachillerato D]

Pablo Neruda, seudónimo de Neftalí Reyes (Parral, Chile, 1904-Santiago de Chile, 1973), poeta chileno, Premio Nobel de Literatura en 1971. Fue un poeta comprometido social y políticamente con la izquierda chilena. Fue cónsul de Chile en varios países de Oriente y en Madrid (1934-1937), donde entró en contacto con la generación del 27, se hizo amigo de Miguel Hernández y dirigió la revista Caballo verde para la poesía. Apoyó la causa republicana durante la Guerra Civil española y experimentó un cambio ideológico que lo llevaría a ingresar en el partido comunista chileno en 1945. Prestó servicios consulares en París y en México, fue senador (1943 y 1945) y tuvo que exiliarse (1949) por motivos políticos. En 1971 apoyó la candidatura de Salvador Allende, que lo nombró embajador en París. Murió a los pocos días de producirse el golpe de estado encabezado por el general Pinochet.
    Su vasta obra poética se divide en tres etapas. A la primera pertenece Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), el libro de poesía más leído por los adolescentes hispanohablantes, junto a las Rimas de Bécquer. En su segunda época escribe Residencia en la tierra (1933, 1935), obra hermética y vanguardista, rebautizada como Primera Residencia, de la que aparecerá después un segundo volumen: Segunda Residencia. Le sigue Tercera Residencia (1947), en la que encontramos sus primeros poemas políticos, entre los que se incluye “España en el corazón”, grito de angustia por la Guerra Civil. En 1950 publica su obra maestra, Canto General, sobre las víctimas silenciosas y anónimas de las diversas civilizaciones de América. A la tercera etapa corresponden Los versos del capitán (1952), poemas de amor sobre su relación con Matilde Urrutia, su tercera esposa, y Las Odas elementales (1954-1957), composiciones en versos cortos en las que canta al hombre sencillo y las cosas de la vida cotidiana.

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domingo, 6 de marzo de 2011

"Itaca", de Constantino Kavafis

Pintura: Ítaca, de Eduardo Arroyo


                         Ιθακη

Σα βγεις στο πηγαιμο για την Ιθακη,
να ευχεσαι ναναι μακρυς ο δρομος,
γεματος περιπετειες, γεματος γνωσεις.
Τους Λαιστρυγονας και τους Κυκλωπας,
τον θυμωμενο Ποσειδωνα μη φοβασαι,
τετοια στον δρομο σου ποτε σου δεν θα βρεις,
αν μεν'η σκεψις σου υψηλη, αν εκλεκτη
συγκινησις το πνευμα και το σωμα σου αγγιζει.
Τους Λαιστρυγονας και τους Κυκλωπας,
τον αγριο Ποσειδωνα δεν θα συναντησεις,
αν δεν τους κουβαλεις μες στην ψυχη σου,
αν η ψυχη σου δεν τους στηνει εμπρος σου.


Να ευχεσαι ναναι μακρυς ο δρομος.

Πολλα τα καλοκαιρινα πρωϊνα να ειναι
που με τι ευχαριστησι, με τι χαρα
θα μπαινεις σε λιμενας πρωτοειδωμενους
να σταματησεις σ'εμπορεία Φοινικικα,
και τες καλες πραγματειες ν'αποκτησεις,
σεντεφια και κοραλλια, κεχριμπαρια κ'εβενους,
και ηδονικα μυρωδικα καθε λογης,
οσο μπορεις πιο αφθονα ηδονικα μυρωδικα,
σε πολεις Αιγυπτιακες πολλες να πας,
να μαθεις και να μαθεις απ'τους σπουδασμενους.

Παντα στο νου σου ναχεις την Ιθακη.
Το φθασιμον εκει ειν'ο προορισμος σου.
Αλλα μη βιαζεις το ταξειδι διολου.
Καλλιτερα χρονια πολλα να διαρκεσει.
και γερος πια ν'αραξεις στο νησι,
πλουσιος με οσα κερδισες στο δρομο,
μη προσδοκωντας πλουτη να σε δωσει η Ιθακη.

Η Ιθακη σ'εδωσε τ'ωραιο ταξειδι.
Χωρις αυτην δεν θαβγαινες στον δρομο.
Αλλα δεν εχει να σε δωσει πια.
Κι αν πτωχικη την βρεις, η Ιθακη δεν σε γελασε.
Ετσι σοφος που εγινες, με τοση πειρα,
ηδη θα το καταλαβες οι Ιθακες τι σημαινουν.

                       (Κωνσταντίνος Καβάφης)


                         Itaca

Si vas a emprender el viaje hacia Itaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencia, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.



Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperlas y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.



Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.



Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca.
Rico en saber y vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Itacas.

                 (Constantino Kavafis, Poesías completas, XXXII)

[Selección de la profesora Concha Gaudó]


Constantino Kavafis. Poeta griego (Alejandría, Egipto, 1863-1933). Perteneciente a una familia de ricos comerciantes griegos. Cuando tenía siete años, a raíz de la muerte de su padre, la familia se trasladó a Liverpool, donde el poeta estudió hasta los dieciséis años. Más tarde vivió en Estambul, Alejandría y Grecia, para volver nuevamente a su ciudad natal, donde permaneció hasta el final de su vida. Es el poeta griego más importante del siglo XX, y uno de los más influyentes de la lírica moderna. Sus poemas, generalmente concisos, van desde íntimas evocaciones de figuras literarias o ambientes de la cultura griega, hasta la sensualidad, el amor homosexual o la nostalgia. Su obra poética se difundió en el mundo anglosajón antes que en su propio país, gracias al escritor inglés E. M. Forster. Su escasa producción de madurez (ciento cincuenta y cuatro poemas) se publicó tras su muerte, en 1935, bajo el título de Poemas canónicos.


Escucha el poema: