domingo, 24 de abril de 2022
"Para qué sirve la lectura", un poema de Cristina Peri Rossi
domingo, 17 de abril de 2022
"Los narcisos" (The Daffodils), de William Wordsworth
Narcisos silvestres en el Distrito de los Lagos |
[Los narcisos] Iba solitario como una nube Reunidos como estrellas que brillaran El agua se ondeaba, pero ellas Porque a
menudo, tendido en mi cama, (Versión de Gabriel Insausti)
Poema original en inglés: [The
Daffodils] I wandered lonely as a cloud Continuous as the stars that shine The waves beside them danced; but they For oft, when on my couch I lie |
El poeta romántico inglés William Wordsworth (1770-1850), considerado el poeta de la naturaleza, compuso este poema, uno de los más populares entre los británicos, en 1804. Apareció por primera vez en Poems in Two Volumes (1807) y en 1815 publicó una versión revisada. Entre 1799 y 1808, Wordsworth vivió en el Distrito de los Lagos (Lake Distrit), donde miles de narcisos salvajes cubren los campos a finales de marzo o en las primeras semanas de abril. El poema tiene su germen en un paseo que el poeta dio, en compañía de su hermana Dorothy, el 15 de abril de 1802 por Glencoyne Bay, Ullswater, en el Distrito de los Lagos. Durante su recorrido contemplaron los narcisos salvajes que, mecidos por el viento, bordeaban la orilla del lago. Sin embargo, no fue esta espléndida visión lo que inspiró al poeta sino la entrada del diario de Dorothy en que esta describe la caminata. En el poema, la visión de los narcisos tiene un efecto duradero en el yo poético: primero, en la impresión inmediata que provocan, y más tarde, en la imagen que el recuerdo trae a su mente.
[Imagen inicial: pinterest]
domingo, 10 de abril de 2022
"Nanas de la cebolla", de Miguel Hernández
Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación cada día más difícil. El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que para mí no hay otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme.
El Cancionero y romancero de ausencias construye a lo largo de sus páginas un ethos íntimo, melancólico. El lenguaje sencillo, preciso, de gran emotividad, la sintaxis simple, que no solo rehúye de las estructuras subordinadas sino que frecuentemente presenta construcciones unimembres, muy breves, configuran una voz directa, sin afectación ni grandilocuencia, cuya inmediatez la aproxima al lector. La temporalidad presente de muchos poemas contribuye a ese efecto de inmediatez, en el que el lector es interpelado directamente, a través de tonos bajos y una estructura retórica sencilla, de metros en arte menor y rimas asonantes. La conversación en voz baja entre autor y lector se despliega a lo largo de poemas breves que abundan en imágenes sensoriales y construyen una figura de autor perceptivo, enraizado en lo sensitivo, lo que posibilita una identificación franca con el lector.
Hay un primer intento de convertir a la cebolla en metáfora pura y lograr así, de entrada, la validez de mundo poético. La cebolla va a ser escarcha, cerrada y pobre, o grande y redonda. De ser escarcha pasa a ser hielo negro y, más allá del planteamiento imaginista, hambre. Más adelante el niño mismo va a ser: alondra de mi casa, es decir, alondra de verdad, en sentido opuesto a la de Gerardo Diego. Y esta imagen de la alondra que aparece en la cuarta estrofa [...] le va a servir ya hasta el final, para pedirle que vuele, riéndose e ignorando, y hasta que le haga volar a él, el padre prisionero, con su risa. Más de las dos terceras partes del poema están construidas sobre esta metáfora del niño como alondra que se remonta, ajena a las circunstancias adversas que le rodean. Pero hay otras muchas, como en la seguidilla décima, donde los dientecillos recién brotados, que son cinco, van a ser azahares, diminutas ferocidades y jazmines adolescentes.
Nadie menos sentimental o preciosista que Miguel Hernández en su exigencia de forma. El verso es breve, pero el aliento largo. La estrofa es tal vez graciosa, pero la arquitectura, trágica. Estos contrastes voluntarios y necesarios a un tiempo -así como la superposición de tecnicismo barroco y desnudez última expresiva- le sirven para referirlo todo, con angustia enmascarada de luz, a lo único que le interesa, que es [...] su necesidad de alegría en el hijo, o, más entrañablemente aún, su necesidad del hijo mismo como alegría. El poema, desesperado y pesimista, es también un gran canto de alegría, aunque no de esperanza.
EL PASADO 28 DE MARZO SE CUMPLIERON 80 AÑOS DE LA MUERTE DE MIGUEL HERNÁNDEZ.
domingo, 3 de abril de 2022
"Libertad" (Liberté), de Paul Éluard
Paul Éluard, 1945 (wikipedia) |
En París se unió al movimiento dadaísta. Posteriormente participó en el surrealista, del que llegó a ser una de las figuras más destacadas. Junto con André Bretón (considerado fundador del surrealismo) y
Éluard, con Cécile y Gala.SUCESIÓN PAUL ÉLUARD |
La ruptura con Gala lo sumió en una profunda depresión, pero en 1929 conoció a Maria Benz, llamada Nusch. Alemana de nacimiento, era una artista escénica, además de musa y modelo de Picasso y Man Ray, entre otros. En 1933 es expulsado del PCF tras siete años de militancia. Al año siguiente contrae matrimonio con Nusch, con quien lo uniría una gran complicidad. Hacia 1938 comienza a alejarse del surrealismo y la ruptura se hará definitiva en 1942, cuando reingresa en el ilegal PCF. Durante la ocupación alemana se convirtió en el primer poeta de la Resistencia, empleando la palabra como forma de lucha. En 1938 publicó Curso natural, que incluye el poema "Guernica", sobre la guerra civil española, y en 1942, Poesía y verdad (titulado inicialmente 'Poesía y verdad 1942' para diferenciarlo de la biografía de Goethe), que contiene su célebre poema "Libertad".
Nusch Éluard. MAN RAY |
El poema "Libertad" (Liberté), cuyo título original era "Une seule pensée" (Un solo pensamiento), fue compuesto por Éluard en febrero de 1942. Inicialmente era un poema de amor a Nusch que finalmente se convirtió en un grito de protesta contra la ocupación, como explicó el autor:
Pensé revelar para concluir el nombre de la mujer que amaba, a la que estaba dedicado el poema. Pero me di cuenta de que la única palabra que tenía en mente era la palabra libertad. Por lo tanto, la mujer que amaba, que encarnaba un mayor deseo se estaba confundiendo con mi aspiración más sublime, y esta palabra libertad en todo mi poema era solo eternizar una voluntad muy simple, muy cotidiana y muy apta, la de liberarse de la ocupación.
Paul y Dominique, 1951 |
Éluard compuso un poema de enorme sencillez formal constituido por veintiún cuartetas formadas por tres versos heptasílabos y un tetrasílabo, sin rima, en el que recurre, una vez más, al poder persuasivo de la anáfora, recurso en cuyo uso era un maestro. Muy clarificador resulta el análisis de Luis Quintana Tejera (en "La poesía de Paul Éluard a través de tres expresiones líricas relevantes") sobre este poema que recorre el itinerario de toda la existencia humana y es un canto a la esperanza y una declaración de amor a la vida:
La magia expresiva de este poema se fundamenta en recursos tan simples como el estribillo con el que se cierra cada uno de los veinte cuartetos con la excepción del último en donde el término "Libertad" ocupa el lugar preferente. Además la repetición con carácter anafórico de la preposición "sobre" circunda todo el poema del principio al fin; la ausencia de signos de puntuación tradicionales manifiesta otra necesidad del decir lírico en donde una coma tan solo hubiera significado entorpecimiento del inevitable fluir del pensamiento.
Sin ánimo de analizar todas y cada una de las categorías reseñadas en donde todo recuerda a la libertad comprometida a cada paso y en cada acción humana, podemos mencionar el carácter abiertamente polifónico y politemático de la composición la cual evoluciona desde la niñez del sujeto lírico hasta su madurez y pasa después por episodios representativos de la existencia humana tales como la selva y el desierto, las alas de los pájaros, la lámpara que se enciende, la lámpara que se apaga y hasta su perro codicioso y tierno.Es así que las circunstancias poéticas de Éluard se nutren de todo aquello que pueda ser representativo de su propio microcosmos necesitado de paz y equilibrio en medio de un mundo en guerra y lucha constante.Además el verso anafórico "Escribo tu nombre" adopta un carácter de alta trascendencia, porque el nombre que escribe es "Libertad" y no sólo lo escribe sino que además lo dimensiona y vive en cada acto de existencia.
Aquí puedes escuchar el poema en la voz de su autor.