Grupo de lectura II del IES Goya
Sesión de 5 de mayo de 2014
Obra comentada: 'La casa de los dioses de alabastro' (2013)
Autora: Magdalena Lasala
LA CASA DE LOS DIOSES DE ALABASTRO
Sinopsis o resumen del argumento y elementos de la narración.
Brianda de Santángel, de familia
de judeoconversos, vive en Valencia con su abuela y su hermana. En 1559, su tía
Sabina de Santángel, casada con Gabriel Zaporta (también judeoconverso) en
Zaragoza, la llama para que le ayude a la educación de su hija Leonor y a
mejorar la endeble salud de ésta. Viene Brianda a Zaragoza y desde el primer
momento advierte que éste será su lugar de ahora en adelante. En la mansión de
sus tíos, se instala y convive en ese ambiente y con los miembros de la familia
y criados, desarrollando unas relaciones cada vez más profundas que llenan su
vida y entiende que así se va cumpliendo su destino. Cuida y educa a Leonor,
conoce el amor profundo y pasional con Luis, primogénito de su tío, fruto de su
primer matrimonio con Jerónima, de familia de cristianos viejos; convive con su
tía Sabina y con Perla, la criada morisca relacionada con el escultor sabio
Jabir por sentir entre ellos un verdadero pero imposible amor, puesto que él
tuvo que desaparecer de la casa. Este artista fue conocedor del lenguaje de los
símbolos y deposita en su amada Perla “su libro”, en el que había transmitido
las aclaraciones a todos los misterios que envuelven la casa Zaporta, sobre todo a esa
efigie de Venus presidiendo la entrada, y ese patio, un viejo santuario erigido
en homenaje a esa estatua de alabastro y oro, a quien los peregrinos pedían
favores.
Seguimos conociendo en
profundidad cómo es cada personaje de rasgos positivos: sinceros, cultos,
respetuosos, honestos y amantes de la belleza y el saber. Se rinde homenaje al
amor y a los amantes y todo lo conocemos a tres voces correspondientes a tres
personajes que viven en directo los acontecimientos. Sin embargo, por medio de
personajes envidiosos, vengativos, ambiciosos, como son la cuñada de Gabriel
Zaporta, hermana de su primera esposa, del enemigo de Luis, Gaspar de Aliaga,
de La Inquisición con sus fanáticas injusticias y la política de Felipe II poco
favorable a Aragón y sus Fueros, se va cumpliendo el destino trágico de la casa
y de las familias Zaporta y Santángel. La acción se complica cuando Luis es
hecho prisionero de la Inquisición por acusaciones falsas y su muerte parece
segura. Se resuelve cuando Brianda ofrece su propia vida a Aliaga, mata a éste
y muere ella para que Luis sea devuelto a la vida que le corresponde: casarse
con Mariana de Albión y defender la
trayectoria familiar de riquezas y buen hacer en los negocios, cultura, arte y
entregando dádivas a las Instituciones de la religión católica. Pero, con la
ausencia de Brianda se convierte en un muerto en vida, igual que su padre
cuando a los cincuenta años muere Sabina.
Los lectores hallamos en la novela una
auténtica denuncia de cómo la Inquisición extiende su ponzoña de acusaciones
falsas y fanatismo y comete unas injusticias que sólo tienen que ver con la
ambición de quienes quieren conseguir los bienes materiales de las familias
ricas de judeoconversos, que, aun después de varias generaciones, sus miembros
son acusados de herejes, de brujería ante el Santo Tribunal y ajusticiados y
sus bienes requisados.
También advertimos los lectores
que es una novela histórica en la que la autora reivindica el esplendor de
Zaragoza “la Harta” y “La Florencia de Occidente” en el Renacimiento.
Reivindica, asimismo, el amor inmortal y la condición elevada de las gentes de
Zaragoza que pusieron de manifiesto por medio de la construcción de calles y
casas, verdaderas joyas arquitectónicas.
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Patio del palacio Zaporta o patio de la Infanta, en Zaragoza |
Otros elementos de la narración son la estructura, personajes, tiempo y
espacio.
La estructura externa presenta
tres partes y en cada una de ellas nos informan las voces narrativas antes
citadas. Estas partes se corresponden con las de la estructura interna de
presentación, nudo y desenlace. Los personajes son captados fácilmente y en
profundidad por los lectores a lo largo de toda la narración. Y es de agradecer
que la autora, en el anexo final, aclare qué personajes hacen de voz narrativa y
que defina a todos, tanto a los reales como a los ficticios. Lo mismo puede
decirse del tiempo y el espacio, situados ambos de modo real y concreto
informándonos de ellos en dicho anexo.
De aquí, haciendo un recuento de hechos y
personajes, advertimos casi un predominio de la ficción sobre la verosimilitud
propia de una novela histórica. Así, el escultor, musulmán, todo lo realiza en
clave de misterio, volcando en los ornamentos tanto rasgos de la cultura
grecorromana y su mitología como otros símbolos relacionados con la Astronomía,
horóscopos, planetas, a modo de predicciones que desvelan acontecimientos
venideros y marcan el destino trágico de Zaragoza, sus gentes y en particular
de la familia Zaporta.
Aspectos comentados en el encuentro con la autora el día cinco de mayo.
Magdalena Lasala nos comunicó el
porqué de los símbolos y de dedicar su novela a la Zaragoza renacentista.
Expuso que editores y lectores demandaban algún escrito sobre esta ciudad
siendo que ya antes había escrito libros sobre Al-Ándalus. Pensó en ello y
gesta su novela cuando trabajaba ya como dinamizadora cultural de Ibercaja y
contemplaba tan de cerca el Patio de La Infanta. Lo disfrutó tanto, que le
nació la necesidad de escribir sobre esa obra de arte y sobre la época de
esplendor que vivió la ciudad, con intención de reivindicar todo lo perdido.
Nos aclaró el significado de
algunos los símbolos empleados. El Patio representa la cultura y ambiente de
Zaragoza como la “Florencia de Occidente”. El león dorado significa el orgullo
y altanería del pueblo de la ciudad ante el Rey absolutista Felipe II que no
admitía de buen grado los Fueros de Aragón. Nos recordó el hecho de que este
Rey talase las sabinas que poblaban los Monegros para construir los barcos de
La Armada Invencible, origen del actual desierto.
Le propusimos el haber captado
los temas siguientes y nos comentó que estaba de acuerdo.
- El estudio arquitectónico y
artístico del Patio.
-
El espíritu erasmista en el siglo XVI en minorías
cultas de moriscos y judíos.
-
El Libro Verde que contenía los nombres de los
conversos y así eran continuamente vigilados, aun pasadas varias generaciones,
siempre bajo sospecha,
-
Mujeres sabias y ¿brujas?
-
La Inquisición.
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La Peste.
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El absolutismo de Felipe II.
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La historia familiar de los Zaporta y Santángel.
-
Una genealogía femenina.
-
El concepto del amor según se mostró en el
Renacimiento: una fuerza para vivir y gozar la belleza, el equilibrio, la
felicidad. Sin el amor, la muerte invade el modo de vivir.
También le
formulamos cuestiones:
-
¿La astronomía judía y mudéjar enlaza con la mitología
griega como hace el escultor? Respondió que su intención era interrelacionar el
mundo esotérico de las diferentes culturas y por eso le fue difícil “destilar”
lo más importante de lo investigado, pues partía de la tesis de que no hay una
sola Historia, sino diferentes interpretaciones.
Nos insistió
en que quiso destacar que para ella lo primero es la belleza como método de
conocimiento y así las tres caras de las columnas se corresponden con las tres
voces narrativas que cuentan cada una su parte de la historia y se amalgaman
las tres para organizar la novela.
Quiso destacar
también el concepto del dinero como camino limpio y positivo para llegar a Dios
según la tradición judía, frente a la consideración como algo sucio y negativo
que aparta de Dios según la tradición católica. Zaragoza, rica por comerciantes
y artesanos-joyeros judeoconversos y musulmanes, acoge a todos y se conforma
como una tierra de comercio con el Mediterráneo como se ve estudiando el
Comercio y la Economía de estas profesiones.
Explicó que
Gabriel Zaporta fue de la rama de judíos convertidos al catolicismo y siempre
preocupado por seguir la ortodoxia, no como otra rama de su familia que
emigraron a Francia, siguieron sus profesiones de médicos y farmacéuticos y no
volvieron hasta el siglo XIX. Los conversos Zaporta, quedan en Monzón y
Barbastro, administran los bienes de altas fortunas, forman parte de un
movimiento socioeconómico que tiene que ver con la religión. Gabriel Zaporta
viene ya muy rico a Zaragoza porque ésta es la cabeza de la Corona de Aragón en
que el comercio de azafrán, lana, libros es muy importante. Él es ya el nieto
de los primeros de su familia en este lugar, y se casó por primera vez con una
cristiana vieja, Jerónima, de quienes Luis fue el primogénito. Por otra parte, los Santángel, explicó, son
perseguidos por estar en el Libro Verde, pues algunos colaboraron para matar al
primer inquisidor Pedro Arbués y, a pesar de ello, Gabriel casó en segundas
nupcias con Sabina Santángel y sintió por ella un verdadero y permanente amor,
su principal razón para vivir.
-
Quisimos comentar otros temas como el arte, los
nombres, pero no dio tiempo. Sólo explicó, respecto del Arte del Renacimiento,
que ella lo entendía como un sincretismo de todas las culturas y lo quiso
reflejar así en los rasgos del Patio.
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Interior del palacio de la Aljafería, que fue sede de la Inquisición |
Comentó otros aspectos que fueron
reales:
-
Que los Santángel fueron proscritos y para nombrar a
las mujeres ajusticiadas investigó que Sabina recibió un libro con los secretos
de familia y luego ella también lo cedió y, en la novela, la autora rinde
homenaje a estas rebeldes reivindicándolas. De Sabina se sabe su amor a los
libros y su belleza, no más. Sí fue la inspiradora del Patio, que va creciendo
hasta ser la guardiana del secreto, el centro y la verdadera protagonista;
provenía de los Santángel de Valencia, una rama que sufragó viajes de Colón y,
ahora, en la novela, sirve para que Brianda recupere el honor de dicha rama
familiar, pues era la heredera de la hermana de Sabina.
- Como método de avance, empleó la autora el recurso de
nombrar a pocas Santángel por pensar que esto da fuerza para que el lector se
dé cuenta de lo trágico de estas mujeres.
- De 1559 en adelante, la Inquisición se ceba en Zaragoza
contra la libertad intelectual que caracterizaba a la ciudad y sus gentes, pues
en la segunda mitad del XVI había sin duda muchas corrientes críticas,
erasmistas. Y la Inquisición, a partir de 1550, llega a tener más poder
político. A la vez, se pierde la sociedad rural, que junto con la peste y las gentes
que vienen a la ciudad, conforman el momento en que se exige la conversión
seguida por moriscos y judeoconversos. Los mudéjares quedan y se les permite
conservar su religión y a veces se les llama “moros de paz”, como el personaje
de Perla.
-
No se sabe quién fue el autor del Patio y esto le vino bien a la
autora para que el artista escultor, aun siendo musulmán, pero con el guía
director de obras Miguel Violante, volcase mensajes cabalísticos, astronómicos,
de alquimia, mitológicos, la mezcla de planetas y astros confundiéndolos y
cartas astrales entre otros. Parece que Zaporta hace todo esto por amor a su
esposa Sabina y para hacer paralelas las tres fases de la luna con las tres
edades de la mujer, destacando la luna llena relacionada con la maternidad y la
menguante con Hécate. Cada planeta que simboliza la columna tiene también
avisos de vicios y de lo negativo. En el Renacimiento, se consideran los dos
planos mudéjares, el divino y el humano, superpuestos como dos cuadrados
formando la estrella de ocho puntas; el inferior representa lo humano y el
superior lo divino. Las columnas son cuatro esquinas y cuatro centrales que
figuran la estrella mudéjar, y Jabir se encarga de ello, de llevar lo humano a
lo divino, además de los otros mensajes.
-
Otra lectura en el friso de los amantes llama también
la atención, los medallones con siluetas de perfil que se miran amorosamente y
los animales extraños de alrededor como “protectores”, aludiendo a rasgos
¿mesopotámicos? Y así queda claro que “En este lugar se protege el amor”.
No ha quedado
nada concreto sobre la interpretación científica del Patio. El lugar se crea
por el amor de Zaporta a su segunda esposa y al pensar en por qué Venus, la
autora comenta que porque Venus une lo masculino y lo femenino para conseguir
la perpetuación. Por eso se podría llamar el Patio-Palacio de Venus y no de
Afrodita por ser más latina.
En un libro de
Andrés Alciato “El tribunal de Venus”, se reproduce ese tribunal en que las
almas se pesan para saber su capacidad de amor. Y de este libro (también en la
imprenta de Jorge Cocci), que entró en Zaragoza casi a la vez que en Italia, la
autora tomó datos.
Pero también
hay incógnitas en adornos y mensajes, de modo que las culturas que aparecen no
son inocentes, según la autora. Así,
Jabir el escultor representa vivir el amor, sacrificarlo para tenerlo en el más
allá y transmitir la adivinación trágica. El tallador, según la autora, no
podía ser más que alguien que elaborara mensajes para que de una estructura
troncal poder crear todo el mundo de personajes y el propio relato. Por otra parte, Miguel Violante, el director
de obras y también enamorado de Sabina, es quien trae todas las influencias
artísticas de otras culturas; y esto explica que Jabir emplee arte figurativo.
La parte de
arriba es alegoría política: una alabanza a los Austrias, pues a Zaporta le
interesa estar de acuerdo tanto con la ortodoxia religiosa como con la
política.
Al final,
Magdalena Lasala resaltó que le satisfizo plenamente crear el personaje
“malo”Gaspar de Aliaga y desarrollarlo como vehículo para que, a pesar de su
ambición, envidia y maldad, triunfe el honor de las familias protagonistas y el
amor.
Mercedes Asensio