domingo, 27 de diciembre de 2015
jueves, 24 de diciembre de 2015
Paul Auster (ed.): "Una Navidad en familia"
Una Navidad en familia
Mi padre me contó esta historia. Sucedió a principios de la década
de 1920 en Seattle, antes de que yo naciera. Él era el mayor de seis hermanos y
una hermana, algunos de los cuales ya no vivían en casa de sus padres.
La economía familiar había recibido un duro golpe. El negocio de
mi padre había quebrado, casi no había trabajo y el país estaba al borde de la
quiebra. Aquel año teníamos un árbol de Navidad, pero no teníamos regalos.
Sencillamente no podíamos permitírnoslos. En Nochebuena todos nos fuimos a la
cama con los ánimos bastante bajos. Pero lo increíble fue que, al despertarnos
la mañana de Navidad, nos encontramos con un montón de regalos bajo el árbol.
Intentamos mantener la calma durante el desayuno, pero acabamos con él en
tiempo récord. Entonces comenzó la diversión. La primera fue mi madre. Todos la
rodeamos llenos de curiosidad y, cuando abrió su paquete, vimos que le habían
regalado un viejo chal que «había perdido» hacía ya muchos meses. A mi padre le
tocó un hacha con el mango roto. A mi hermana, sus viejas zapatillas de andar
por casa. Uno de los chicos recibió unos pantalones remendados y arrugados. A
mí me tocó un sombrero, el que yo creía haberme dejado en un restaurante, allá
por el mes de noviembre. Cada una de aquellas cosas desechadas representó una
total sorpresa. Al poco rato nos entró tal ataque de risa que apenas podíamos
desatar el lazo del siguiente paquete. Pero ¿de dónde procedía tanta
generosidad? Todo había sido obra de mi hermano Morris. Durante muchos meses
había estado escondiendo en secreto cosas viejas que él sabía que no echaríamos
de menos. Entonces, en Nochebuena, después de que todos nos hubiésemos ido a la
cama, había envuelto los regalos y, silenciosamente, los había colocado bajo el
árbol. Recuerdo aquella Navidad como una de las más bonitas de mi vida.
Paul Auster (ed.), Creía que mi
padre era Dios, traducción de Cecilia Ceriani, Anagrama, 2002
Paul Auster (Newark, Nueva Jersey, 1947) es escritor, traductor y cineasta. Estudió literatura francesa, italiana e inglesa en la Universidad de Columbia y, tras un breve periodo como marino en un petrolero, vivió tres años en Francia, donde trabajó como traductor, "negro" literario y cuidador de una finca. Desde 1974 reside en Nueva York. Es miembro de la American Academy of Arts and Letters y Caballero de la Orden de las Artes y las Letras Francesa. En 2006 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras por su carrera literaria.
Empezó escribiendo poesía: Poesía completa (Seix Barral, 2012) recoge por primera vez en castellano toda su poesía en edición bilingüe. Es autor asimismo de los libros Jugada
de presión (1982, publicado bajo el seudónimo Paul Benjamin); La invención de la soledad (1982); La trilogía de Nueva York (1987), compuesta por las novelas Ciudad de cristal (1985), Fantasmas (1986) y La habitación cerrada (1986); El país de las últimas cosas (1987); El Palacio de la Luna (1989); La música del azar (1990); Pista de despegue (1990); Cuento de Navidad (1990); Leviatán (1992, Premio Medicis); El cuaderno rojo (1992); Mr. Vértigo (1994); A salto de mata (1997); Tombuctú (1999); Experimentos con la verdad (2000); El libro de las ilusiones (2002, Premio al mejor libro del año del Gremio de Libreros de Madrid); Historia de mi máquina de
escribir (2002); La noche del oráculo (2003, Premio Qué Leer); Brooklyn Follies (2005);Viajes
por el Scriptorium (2006); Un hombre en la oscuridad (2008); Invisible (2009); Sunset Park (2010) y Winter Journal(2012); de Colección y de
los guiones de las películas Smoke
(1995) y Blue in the Face (1995), en cuya dirección
colaboró con Wayne Wang, y Lulu
on the Bridge (1998) y La
vida interior de Martin Frost (2007),
que dirigió en solitario. Su obra ha sido traducida a más de treinta idiomas.
Paul Auster es el editor de los ciento ochenta relatos incluidos en el libro Creía que mi padre era Dios (Relatos verídicos de la vida americana), 2001. El libro nació de la invitación del escritor a los oyentes de su programa semanal en la Radio Pública Nacional para que escribiesen y le enviasen relatos personales, breves y verídicos, que posteriormente serían leídos por Auster en su programa. Ante la imposibilidad de leer los más de cuatro mil relatos recibidos, optó por publicar una selección de los mismos.
Actualización:
Paul Auster falleció en Nueva York el 30 de abril de 2024. Tenía 77 años.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
"La República Pneumática", de J. Valor Montero
Editorial: Fantascy.
Fecha de edición: 19 de febrero de
2015.
Número de páginas:
464
páginas (403 páginas más un pequeño diccionario latín-español con las palabras
latinas que han ido apareciendo a lo largo de la novela).
Autor
J.
Valor Montero nació en Barcelona en 1965. Es arquitecto y profesor
universitario, aficionado a contar historias. Está en estos momentos publicando
una nueva serie de obras multimedia llamada Omni
formada por un videojuego basado en el mismo libro.
Argumento
Marcus
Novus de Caesaraugusta, hijo de un escultor en bancarrota, es expulsado del
colegio por culpa de una desbordante imaginación que vierte en su inseparable
cuaderno. Para algunos, sus otros dos problemas son el autómata Hoc, su mejor y
más sincero amigo, y su incesante tartamudeo.
Pero
Marcus tiene una misión que cumplir: liberar de la cárcel a su padre, condenado
por participar en el robo de un extraño collar. Para ello, el protagonista
deberá entregar el collar a la máxima autoridad del Imperio: el cónsul.
Desafortunadamente, el camino no es tan fácil como pensaba. Marcus tendrá que
viajar a Barcilomagna y en esta gran ciudad lo acompañaremos en su recorrido
por los barrios más prósperos y por los barrios portuarios de la urbem, donde la señora Jián le
proporcionará trabajo, hospedaje en su taberna e interesantes y útiles
enseñanzas: la Vía Virtutis.
Tras
un par de meses y un desastroso incidente, Marcus se ve obligado a instalarse un
barrio habitado por desfavorecidos y a jugarse la vida por un poco de comida. Conocerá
a una banda de niños que conducen a Marcus hasta su refugio en las alcantarillas;
pero para instalarse allí, Marcus tendría que ayudarles a acabar con Garrote.
Un
día Marcus, enterado de la fecha de una visita del cónsul a la ciudad, consigue
llegar hasta la primera fila pero quien había acudido era un doble para el
ensayo que se estaba realizando. Los guardias de seguridad le asestaron un
golpe y al despertar se encontró en una habitación hospitalaria del Castellum.
Allí comenzó la última etapa de su largo viaje.
Género: novela juvenil de
aventuras con elementos de novela histórica.
Personajes
·
Marcus
Novus de Caesaraugusta, un niño tartamudo de unos doce años cuyo mejor amigo es
un autómata construido por él mismo. Es muy creativo y, sin embargo, su
rendimiento escolar deja mucho que desear.
·
Hoc
es el autómata construido por Marcus y su mejor consejero y crítico.
·
Los
personajes secundarios son: el padre de Marcus, Cornelia, Jián y Lucius, Punzón y Garrote, CaiusVerus e Iulia,
Megistos.
Espacio
Caesaraugusta,
Barcilomagna, la taberna “El espejo”, el mercado, los barrios más pobres y el
Castellum de Caius.
Tiempo
La
acción transcurre en el siglo III d.C., aunque con algún anacronismo: ya habían
inventado la máquina de vapor y el Imperio Romano estaba en un continuo
enfrentamiento con los reinos orientales.
El
tiempo que dura la acción es de aproximadamente dos años.
Narrador
La
novela está narrada en primera persona por su protagonista (Marcus).
Público al que va
dirigida la obra
Esta
novela está dirigida a todos los públicos. Cualquiera puede disfrutar, y mucho,
con su lectura.
Valoración
personal
Lo
que más me ha gustado ha sido la originalidad al ofrecernos la mezcla de la
sociedad romana con elementos del siglo XVIII. No me ha gustado tanto la falta de claridad en la última parte de
la novela.
Relación con otras
obras
Este
libro está sirviendo de inspiración para una nueva serie de videojuegos con los
que comparte muchos aspectos.
María Rosa
Zabaleta, 3ºC ESO
martes, 22 de diciembre de 2015
Reencuentro con Ana Alcolea en el IES Goya
El martes pasado, día 15 de diciembre, los alumnos de
2º de ESO tuvimos la suerte de poder ver y escuchar en nuestro instituto a Ana
Alcolea, la autora del libro Donde aprenden a volar las gaviotas, que
habíamos leído en clase recientemente. Nos contó muchas cosas interesantes. La
primera, que nos sorprendió mucho, es que los lectores somos los que creamos
realmente la historia: ella la escribe, pero nosotros con nuestra imaginación
le damos vida al crear los personajes y desarrollar la acción en nuestra mente.
Después nos habló de cómo surgió
la inspiración para su novela: estaba en el país de su marido, Noruega, y un
día mientras paseaba se dio cuenta de que la casa familiar tenía una
orientación distinta a las demás. Su suegra le explicó que había sido
construida sobre un campo de concentración nazi, exactamente sobre los restos
de un búnker. También nos dijo que la historia de Elsa se basaba en lo que les
había pasado realmente a algunas mujeres que, por haberse enamorado de soldados
alemanes, fueron humilladas públicamente rapándoles el pelo e insultándolas cuando
acabó la ocupación nazi. Lo más duro de la novela fue escribir los diarios de
la abuela de Erik.
Nos contó muchas cosas sobre la
geografía y la historia de Noruega. Por ejemplo, que el fiordo de Trondheim
tiene unos 300 km. ¿Os imagináis que un brazo de mar entrase desde Barcelona
hasta Zaragoza? En aquella ciudad construyeron los alemanes en la Segunda
Guerra Mundial un búnker para esconder sus barcos y submarinos. Cuando acabó la
guerra, intentaron dinamitarlo pero no pudieron; así que lo reconvirtieron en
un museo de rock and roll.
Le hicimos muchas preguntas sobre
el libro. Algunos pensábamos que ella se identificaría con el personaje de
Ángela (porque es una escritora, le encanta viajar y sale en varios de sus
libros), pero nos dijo que realmente se identificaba con Arturo, por ser un
español que visitaba y miraba con ojos de curiosidad un país como Noruega, tan
distinto del nuestro, con sus bosques, sus grandes nevadas, sus cabañas
aisladas de la ciudad, sus islas, sus noches con luz, etc. Una cosa muy
interesante fue cuando nos contó su habilidad para transformar objetos comunes
en objetos imprescindibles para el desarrollo de su historia: ¿os acordáis de
lo importante que es la caja azul que aparece enterrada en el jardín de Inger?
Pues se inspiró en una caja simple y bonita que encontró en un armario de su madre.
En los últimos minutos Ana
Alcolea nos firmó libros con su lápiz especial. Antes pudimos ver el siguiente vídeo, que habían
hecho nuestros compañeros de 2º D:
Los alumnos de 2º C le habían dado la bienvenida con unas camisetas que llevaban una letra por detrás; al ponerse
juntos se leía Donde aprenden a volar las
gaviotas. La escritora dijo, muy contenta, que era la primera vez que le daban un recibimiento tan original.
Fue una visita muy interesante
porque aprendimos mucho y pudimos hablar en persona con una escritora cuyos
libros son muy entretenidos. Además es una persona muy simpática y se expresa
muy bien, aunque, como ella dice… “habla por los codos”.
¡A ver si se repiten actividades
como esta!
Este comentario es un
resumen de las aportaciones de los alumnos de 2º A y 2º B de ESO
domingo, 20 de diciembre de 2015
LIBROS: NOVEDADES
Estos son algunos de los libros y cómics adquiridos recientemente por nuestra biblioteca:
Tres poemas de Manuel Rivas
Manuel Rivas, en 2009./Efe |
Parte de su obra periodística y ensayística está recogida en los libros Toxos e flores (1992), Galicia, el bonsái atlántico (1994), El periodismo es un cuento (1997), Galicia, Galicia (2001), Mujer en el baño (2003), Una espía en el reino de Galicia (2005) y Vicente Ferrer. Rumbo a las estrellas con dificultades (2013).
Como narrador, ha publicado, entre otras obras, Un millón de vacas (1990, Premio de la Crítica española) y Los comedores de patatas (1992), recogidas en el volumen El secreto de la tierra (1999), En salvaje compañía (1994, Premio de la Crítica gallega), ¿Qué me quieres amor? (1996, Premio Nacional de Narrativa), El lápiz del carpintero (1998, Premio de la Crítica española y de la sección belga de Amnistía Internacional), Ella, maldita alma (1999), La mano del emigrante (2001), Las llamadas perdidas (2003), Los libros arden mal (2006), Todo es silencio (2010), Las voces bajas* (2012, de carácter autobiográfico), y El último día de Terranova (2015). Algunas de ellas han sido adaptadas al cine.
Por lo que respecta a su obra poética, en castellano ha publicado las antologías El pueblo de la noche (1997) y El pueblo de la noche y mohicana revisitada (2004), traducidas del gallego por el propio autor. En La desaparición de la nieve (2009), los poemas, escritos originalmente en gallego, aparecen en su versión original y traducidos a las otras tres lenguas cooficiales: el castellano, el catalán y el euskera.
Como narrador, ha publicado, entre otras obras, Un millón de vacas (1990, Premio de la Crítica española) y Los comedores de patatas (1992), recogidas en el volumen El secreto de la tierra (1999), En salvaje compañía (1994, Premio de la Crítica gallega), ¿Qué me quieres amor? (1996, Premio Nacional de Narrativa), El lápiz del carpintero (1998, Premio de la Crítica española y de la sección belga de Amnistía Internacional), Ella, maldita alma (1999), La mano del emigrante (2001), Las llamadas perdidas (2003), Los libros arden mal (2006), Todo es silencio (2010), Las voces bajas* (2012, de carácter autobiográfico), y El último día de Terranova (2015). Algunas de ellas han sido adaptadas al cine.
Por lo que respecta a su obra poética, en castellano ha publicado las antologías El pueblo de la noche (1997) y El pueblo de la noche y mohicana revisitada (2004), traducidas del gallego por el propio autor. En La desaparición de la nieve (2009), los poemas, escritos originalmente en gallego, aparecen en su versión original y traducidos a las otras tres lenguas cooficiales: el castellano, el catalán y el euskera.
Actualización (29-10-2024):
El escritor Manuel Rivas ha sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2024 por el conjunto de su obra. El jurado ha destacado al autor por "la extraordinaria calidad narrativa que aúna fuerza emocional y belleza formal y por la solidez de una trayectoria versátil y coherente construida con la sensibilidad y la defensa de la memoria histórica, la responsabilidad social y la lengua gallega. Pocos autores del panorama literario español, partiendo de un compromiso firme con su lengua, han conseguido alcanzar tal reconocimiento a nivel mundial".
Del mismo autor puedes leer en este blog:
-Un fragmento del artículo "La resistencia erótica de las bibliotecas": AQUÍ.
-Un fragmento de su libro Las voces bajas: AQUÍ.
jueves, 17 de diciembre de 2015
Zaragoza en tiempos de "La Celestina"
Vista de Zaragoza (detalle). Diego de Silva Velázquez, 1647 |
El viernes día 11 de diciembre alumnos de 3º A, B y C de ESO salieron del IES Goya para realizar un interesante recorrido por Zaragoza e imaginar así cómo pudo ser nuestra ciudad en tiempos de La Celestina. Durante el paseo, de unas dos horas de duración, Calisto, Melibea, Celestina, Pármeno, Sempronio, Elicia, Areúsa y Lucrecia parecían acompañarnos y cobrar vida por medio de la lectura, en determinados lugares del recorrido, de una acertada selección de fragmentos de la tragicomedia.
Tapiz "El banquete de Asuero" (s. XV). Museo de Tapices de La Seo de Zaragoza |
La actividad comenzó en la plaza de San Felipe. El
Torreón Fortea con su magnífico alero nos permitió recrear las viviendas de
Calisto y Melibea: palacios que la nobleza y una burguesía adinerada podían
construirse a finales del siglo XV y principios del XVI. Allí, nuestros guías
nos recordaron que si Calisto pudo acudir puntualmente a sus citas, quizá se
debiese a un reloj semejante al de la desaparecida Torre Nueva, puesto que, en
aquel momento, el tiempo comenzaba a medirse ya de un nuevo modo en las ciudades.
Detalle del mural de la Plaza de San Felipe y la Torre Nueva. Fotografía de Vicmael |
Descubrir y observar los relieves zodiacales del patio
interior del palacio que alberga el Museo Pablo Gargallo (Palacio de los condes
de Argillo) y los monstruos de la fachada de la Iglesia de Santa Isabel en la
Plaza del Justicia nos puso en contacto con el mundo de lo maravilloso, lo
sobrenatural, la magia o el lado oscuro que representa la hechicera
Celestina.
Junto al memorial de Juan de Lanuza, donde antes estuvo
la Puerta de Toledo, que un trampantojo recuerda, pudimos imaginar cómo Pármeno
y Sempronio, criados de Calisto, fueron ajusticiados por el crimen cometido
cerca del antiguo mercado, lugar público y bien transitado para que su castigo
fuese ejemplar. Conocimos también el porqué de que una calle se llame
Manifestación. Y así, poco a poco y de un modo ameno, todo el mundo social de La Celestina fue desfilando ante
nosotros.
Puerta de Toledo: Plaza del Mercado de Zaragoza. Valentín Carderera y Solano, 1840 |
También nos
hablaron de las mujeres que no disponían de dote: de las criadas, como
Lucrecia, y de las otras, las que vestían “picos pardos” y residían en barrios
muy concretos de la ciudad. Y entramos en el templo, en el Pilar, cuyo retablo
renacentista de Damián Forment nos ofrece otro modelo de mujer, inalcanzable e
ideal, pues fue concebida sin mancha. Pero junto a ella, en la Pasión, se
encuentra María Magdalena, la pecadora arrepentida.
Retablo mayor de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Damián Forment |
Y desde ahí hasta el interior de otro palacio: Montemuzo.
Un itinerario bien hilvanado que agradecemos al
Ayuntamiento de Zaragoza y que acercó a nuestros alumnos una de las obras
cumbre de la literatura española. Solo echamos de menos alguna alusión al
estudio de J. Guillermo García Valdecasas en el que, apoyándose, entre otros
datos, en una frase de Agudeza y arte de
ingenio de B. Gracián (“el encubierto aragonés en su ingeniosísima Tragicomedia de Calisto y Melibea…”)
defiende la hipótesis de que el primer autor de La Celestina fuese un aragonés culto y buen conocedor de lo
italiano, y que la ciudad en la que pensó para que sus personajes vivieran sus
pasiones, aquella ciudad con Cortes, obispos, abades, en la que había una calle
del Arcediano, una iglesia de la Magdalena y un mercado junto al que se
impartía justicia tal vez no fuese otra que Zaragoza.
Mª Luisa Mateo Alcalá, profesora de Lengua castellana y Literatura
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