domingo, 27 de noviembre de 2022
"El ayer" y otro poema de Ángeles Mora
martes, 22 de noviembre de 2022
'La isla del árbol perdido', de Elif Shafac
Sesión del 7 de noviembre de 2022
Autora: Elif Shafac.
Obra comentada: La isla del árbol perdido, traducida del inglés por Inmaculada C. Pérez Parra, Lumen, 2022.
Mis impresiones de la novela, por Ino Torres
Un libro de muy fácil y amable
lectura que toca muchos temas (todos) de interés: el amor, la guerra, el
exilio, las relaciones interraciales y culturales; además del tema de la
memoria histórica, el reencuentro con la cultura perdida o abandonada a causa del
exilio. Y, también, el tema tan actual de la preocupación por la crisis del
cambio climático. Es hermosa la relación con el mundo natural, la relación con
las aves, con las plantas y, sobre todo, con una higuera, eje y centro de la
historia.
Me ha resultado muy hermoso y
enternecedor que sea una higuera la narradora y la que nos expresa a través de
monólogos todo un mundo de emociones, de sentimientos, además de lo original,
“una higuera que habla”. (En realidad, si supiéramos ver y escuchar, todo lo vivo
puede hablarnos y decirnos bellas palabras, si fuéramos capaces de traducir e
interpretar su lenguaje). Desde mi punto de vista, los textos que crea la
autora, Elif Shafac, a través de esa higuera, son los más hermosos y
atractivos.
Existen autores que escriben y nos
presentan obras de difícil lectura, creo que no tanto por el tema, el fondo, el
contenido que nos quieren transmitir, sino por la forma oscura y enrevesada de
su expresión. Yo firmo y me afirmo en aquello que nos transmitió el filósofo Ortega
y Gasset: “La claridad es la cortesía del filósofo”. Creo que hasta la
oscuridad se puede ver y transmitir con luz. Esta novela es, desde mi punto de
vista, un libro luminoso escrito desde una profunda humanidad y amorosa
percepción de la vida.
LA
ISLA DEL ÁRBOL PERDIDO
Y, como portavoz de la naturaleza, actúa a lo largo de toda la novela, siendo una de las más destacadas voces narrativas, un árbol, una higuera concretamente. Este personaje, en una suerte de realismo mágico, es testigo y narrador de todo cuanto acontece:
a) De los amores furtivos entre Defne, una jovencita turca musulmana, y Kostas, un adolescente griego cristiano, en el convulso Chipre de los años 70.
b) De las tensiones sociales y
políticas de aquellos años, de los atentados terroristas, de la guerra civil y
la partición de la isla en dos mitades, norte y sur, para separar las dos
comunidades,
c) Y también testigo de cómo, en un barrio del norte de Londres, a finales de la década de 2010, Ada, una muchacha inglesa de dieciséis años, de origen chipriota, a la que sus padres le han privado del contacto con su familia y de la visita a la isla de sus antepasados -no habla las lenguas de sus padres, solo inglés-, siente la necesidad vital de conocer sus orígenes y, a partir de un trabajo del instituto y de una visita incómoda para ella de la hermana de su madre, entrará en un proceso de indagación en el conocimiento del pasado familiar, doloroso pero necesario.
Dos escenarios -dos islas, Chipre y Gran Bretaña- y dos épocas -1974 y finales de la década de 2010- en que la higuera está presente acompañando las alegrías y las tribulaciones de los personajes principales:
a) En la primera época, en el interior
de la taberna “La Higuera feliz”, regentada por dos socios chipriotas, Yiorgos
y Yusuf, pareja mixta -griego y turco- y
homosexual (amor doblemente prohibido), la higuera es testigo de la diversidad
de la clientela: griegos, turcos, armenios, soldados de la ONU y visitantes de
paso por la isla que recalan en el local, y también de las citas clandestinas
de los jóvenes enamorados Kostas y Defne. Pero, además, es cronista de los
acontecimientos políticos fundamentales que ha vivido Chipre desde que vino al
mundo en 1878.
b) En la segunda época, a través de
un esqueje trasplantado por Kostas, es
testigo, desde un jardín en el norte de Londres, de los conflictos personales
de la adolescente Ada y de los problemas de comunicación con su padre, un año
después de la terrible muerte de la madre.
A lo largo de la novela, la
narración en primera persona de la higuera se va alternando con un narrador en
tercera, que igualmente va saltando de una localización a otra y de una época a
otra, incluyendo lo que sucede tanto en Chipre como en Londres a principios de
la década de 2000 y que será determinante en la recuperación de la memoria
social e histórica de la isla mediterránea y de la memoria familiar de la joven
británica de origen chipriota.
Aunque pueda parecer compleja esta
urdimbre narrativa, es admirable la maestría con que la autora teje un hermoso
relato cuya lectura no nos resulta nada complicada sino más bien muy
placentera, especialmente por la belleza de su prosa.
Otro valor destacable es la
capacidad de la autora de sintetizar, asimilar y plasmar toda una ancestral
cultura del Mediterráneo oriental que abarca desde la mitología, pasando por la
impronta del cristianismo y el conocimiento de la Biblia, hasta saberes más
terrenales como la gastronomía. La tradición culinaria, por ejemplo, se refleja
en la preparación de comidas turcas por parte de la tía Meryem, lo que
constituye un interesante ingrediente costumbrista de la obra. La mitología
griega, por su parte, lo impregna todo; por citar dos muestras: Defne educa a
su hija con los mitos de Afrodita y otros dioses del Olimpo, y ya en las
últimas páginas de la obra, ella misma, después de haber dejado este mundo, nos
habla como narradora a través de la higuera porque, según nos explica, se ha
transmutado en árbol para seguir aferrada al amor, dando así un giro completo
al conocido mito divulgado en Las Metamorfosis de Ovidio, en el
que, a la inversa, Daphne se transformó en laurel para evitar a Apolo.
La propia higuera utiliza el mito
bíblico del pecado original para darnos su propia versión reivindicándose un
papel protagonista:
“Ya iba siendo hora de que
alguien corrigiese ese grave malentendido. Adán y Eva se rindieron al encanto
de un higo, la fruta de la tentación, el deseo y la pasión, no al de una manzana
crujiente. […] compartieron un higo tierno, maduro, deliciosamente atrayente,
aromático, lo abrieron justo por la mitad y, mientras la carnosa y opulenta
dulzura se disolvía en sus lenguas, empezaron a ver el universo que los rodeaba
bajo una luz completamente nueva, porque eso es lo que les sucede a los que
alcanzan el conocimiento y la sabiduría” (pág. 47).
La higuera, un árbol mediterráneo
que tendrá que adaptarse a otro clima, se asocia en la novela a la isla de
Chipre, pero también a los días felices de la juventud, a la taberna, un
espacio de alegría y tolerancia, que cobija el naciente amor de Defne y Kostas.
En definitiva, al paraíso de donde la pareja se ha visto expulsada. [Josefina
López]
Son numerosos los paralelismos que se advierten en la obra entre el mundo de los árboles y el mundo de los humanos, que van desde lo temático hasta lo estructural, y que nos hablan de nuestra íntima relación con la Naturaleza. Así, una de las enseñanzas que Kostas transmite a su hija (de “sabiduría popular”, podríamos decir), consiste en que puede conocer el carácter de una persona si se fija en cómo esta mira a un árbol: si pone atención en primer lugar en el tronco, es una persona de orden, que valora la seguridad y las normas; si lo hace con las ramas, anhela el cambio y la sensación de libertad; y si lo hace con las raíces, es que tiene apego emocional a su herencia, su identidad y sus tradiciones.
Pero el paralelismo es mucho más profundo. De hecho, deberíamos hablar más bien de simbolismo: ya la dedicatoria de la novela nos avisa del significado que van a tener los árboles en relación a uno de los temas fundamentales: “A los inmigrantes y exiliados de todas partes, a los desarraigados, a los vueltos a arraigar, a los sin raíces y a los árboles que dejamos atrás, enraizados en nuestros recuerdos”. La higuera, trasplantada a Inglaterra, simboliza a todas las personas que han tenido que echar raíces en otra tierra para sobrevivir. Como a ellas, la embarga la nostalgia de su tierra: “hui de aquella tierra […] pero no pasa un solo día en que no anhele volver. A casa. A la tierra natal.” (pág. 11); “Soy proclive a la melancolía, soy una planta inmigrante, llevo conmigo la sombra de otra tierra.” (pág. 235). El personaje de Defne es de los que definitivamente no consiguen arraigar. Dominada por la tristeza, no sobrevive. Su hija cree que ha heredado también esa tristeza. [Josefina].
La novela se estructura de manera externa en seis partes: la primera se titula “Cómo enterrar un árbol”; le suceden “Raíces”, “Tronco”, “Ramas, etc. hasta concluir con la titulada “Cómo desenterrar un árbol”. En el primer sentido, se nos cuenta al principio la labor que lleva a cabo Kostas de proteger la higuera enterrándola en su jardín durante el invierno y, en la última parte, se nos detalla el desenterramiento del árbol cuando, con la llegada de la primavera, puede volver a la superficie sin sufrir las inclemencias invernales del clima británico. A la par, vamos conociendo al principio de la obra “las raíces” familiares de la muchacha inglesa que se le han ocultado, el pasado de heridas familiares que se le “ha enterrado” y el trauma por no haber resuelto tantos enigmas, acentuado con el de la muerte de su madre y exteriorizado en un angustioso e involuntario grito en la última clase del instituto antes de las vacaciones de Navidad, hasta que, al final de la novela, el desenterramiento de la higuera coincide con el conocimiento por parte de Ada de su historia, la de sus padres y la de la isla de sus antepasados, y la reconciliación con su familia y consigo misma. En el medio, el exilio de su padre a Inglaterra conllevó el trasplante o el injerto del árbol en un nuevo jardín, en un nuevo país al que ambos tuvieron que adaptarse. Ada, hija de inmigrantes pero nacida ya en Londres, representa una nueva generación que, al menos en su caso, ha superado viejos conflictos y anhela visitar la isla de sus antepasados para sentirse isleña, sin más adjetivos (a pesar de que social y políticamente el problema de convivencia sigue enquistado en Chipre).
Como bien señaló Josefina en la tertulia, el título “La isla del árbol perdido” hace referencia a Chipre (el original en inglés, The Island of Missing Trees, ¿evoca los seres humanos allí desaparecidos por la violencia?), porque también es una novela sobre Chipre, sobre una parte de su historia, que culmina con el trauma de la división en dos comunidades. A lo largo del relato seguimos, en ese vaivén de saltos temporales a que nos llevan los narradores, las peripecias y los recorridos emocionales de los personajes y a la vez el acontecer histórico de la isla en tres épocas: 1974 (y seis años atrás, incluso se remonta hasta 1956, con el Noviembre Negro), los comienzos de la década de 2000 y los finales de la de 2010.
En relación con este aspecto de la novela, agradecemos la esclarecedora introducción histórica con que inició la tertulia nuestra compañera Concha Gaudó. Una vez más la pluralidad de perspectivas con que se abordó la obra leída fue sumamente enriquecedora para todos los asistentes.
Javier Aznar
domingo, 20 de noviembre de 2022
Dos poemas de 'La belleza del marido', de Anne Carson
La belleza del marido ('The Beauty of the Husband: A Fictional Essay in 29 Tangos', 2001), le valió a la escritora canadiense Anne Carson -Premio Princesa de Asturias de las Letras 2020- el Premio T.S. Eliot. Fue el primer libro de esta autora publicado en España, traducido por Ana Becciu y editado por Lumen, sello que en 2019 lo reeditó con una nueva traducción y un clarificador prólogo de Andreu Jaume. Subtitulado "un ensayo narrativo en 29 tangos", este libro, en el que se aprecia la característica mezcla de géneros de Carson, resulta inclasificable pues, como explica Andreu Jaume en el prólogo, "a la dimensión crítica se añade un elemento narrativo que se diluye en una alusión popular y musical como es el tango". Es un ensayo sobre la idea de Keats, procedente de la "Oda a una urna griega", de que la belleza es verdad y también la historia de un matrimonio contada en 29 tangos ya que, según se indica en la contraportada, "Un tango (como el matrimonio) es algo que hay que bailar hasta el final". A lo largo de estos 29 tangos, otras tantas escenas con saltos en el tiempo, Anne Carson nos introduce en la historia íntima de un matrimonio que se desmorona, sobre la que observa Andreu Jaume:
Toda la historia se construye a través de un espacio de intimidad en la que la voz de ella resuena en la ausencia de él, pasando del detalle episódico a la meditación moral, apoyándose a menudo en referencias literarias y filosóficas, siempre muy precisas y perfectamente engastadas en la corriente de emoción que atraviesa los poemas. Pero más que el matrimonio, el asunto que se explora en el libro es el deseo, el deseo como movimiento, indeseable en sí mismo.
Respecto al tópico de Keats de que "La belleza es verdad y la verdad, belleza", observa Andreu Jaume que la rotundidad del mismo es puesta en duda por las citas del autor que Carson intercala al principio de cada poema, citas de obras menores, cartas o notas, y por el hecho de que el verso del tópico proceda de su "Oda a una urna griega", un objeto que representa un ideal perdido de perfección, con lo que parece decirnos que la verdad de esa belleza ha muerto.
jueves, 17 de noviembre de 2022
XIV Semana de la literatura de misterio y terror
Por segundo año consecutivo, la Semana de la literatura de misterio y terror ha estado dedicada a las leyendas -en esta ocasión específicamente aragonesas- sobre “ánimas y almetas”. Ya dimos cuenta, en la reseña del año pasado, de las tradiciones regionales y nacionales en torno a la celebración de Todos los Santos y la Noche de difuntos que habíamos difundido entre el alumnado, el cual suele en gran medida desconocer, a diferencia del expandido Halloween. En esta ocasión hemos ahondado en los relatos de tradición oral que, desde todos los rincones de Aragón, nos llegan sobre apariciones, almas en pena y espíritus llegados del más allá para aconsejarnos o, en el peor de los casos, para atormentarnos. Almetas se les llama en Aragón a los espíritus descarnados de difuntos que no han podido llegar al cielo ni tampoco al infierno, y que pueden tomar forma de espectros o, en otras ocasiones, de orbes luminosos, denominándose en este caso lumbretas -nuestra “santa compaña”- vistas de noche en los más inhóspitos parajes aragoneses. Pero tampoco han faltado en nuestro repertorio divertidos relatos populares de “fantasmas” que a la postre resultaron pertenecer a este mundo y no al otro.
domingo, 13 de noviembre de 2022
"Huelen las rosas", de Leopoldo de Luis
jueves, 10 de noviembre de 2022
En recuerdo de Miguel Hernández, el poeta que quiso ser viento del pueblo
Vicente Hernánez, hermano del poeta, detalló en una carta cedida a la SER el abandono que su hermano sufrió en la cárcel de Alicante./ Francisco Escudero |
Cuando mi hermano estaba ya con un pulmón quitado por don Antonio Barbero, estando tan malo en aquella enfermería donde había 90 o 100 hombres tendidos quitándose las puses los unos a los otros con trapos sucios, pues allí no entraba un médico o un practicante en siete u ocho días, aquello era inhumano.
Miguel Hernández podría haberse evitado todo este sufrimiento si hubiera renunciado a sus ideas, cosa que no hizo a pesar de ser consciente de que se estaba muriendo, dando ejemplo de honestidad e integridad. Su única concesión, por amor a su esposa y a su hijo, fue la de contraer matrimonio religioso para que este fuese reconocido legalmente.
domingo, 6 de noviembre de 2022
"Hojas muertas" y otros dos poemas de Antonio Jiménez Millán
Antonio Jiménez Millán./ANTONIO PIZARRO (diariodesevilla.es) |
Antonio Jiménez Millán (Granada, 1954) es ensayista, poeta y catedrático de Literaturas Románicas en la Universidad de Málaga. Fue profesor invitado en las universidades de Rennes y Aix-en-Provence. Aparte de numerosos estudios, ediciones y traducciones, ha publicado los siguientes libros de ensayo: Los poemas de Picasso (1983), La poesía de Rafael Alberti 1930-1939 (1984), Vanguardia e ideología (1984), Entre dos siglos. Estudios de literatura comparada (1995), Promesa y desolación. El compromiso en los escritores de la Generación del 27 (2001), Amor y tiempo. La poesía de Joan Margarit (2005), Poesía hispánica peninsular (2006) y Poetas catalanes contemporáneos (2019). Entre sus libro de poemas destacan Restos de niebla (1983), Ventanas sobre el bosque (1987, Premio Internacional de Poesía Rey Juan Carlos I en 1986), Casa invadida (1995), Inventario del desorden (2003, Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla 2002), Clandestinidad (2011, Premio Generación del 27 en 2010), Biología, historia (2018) y Noche en París (2022, XII Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado), además de las antologías La mirada infiel (2000), Ciudades. Antología 1980-2015 (2016), Línea de sombras (Poemas en prosa 1981-2019) (2019) y Memoria del agua. Poemas sobre Granada (2022).
sábado, 5 de noviembre de 2022
Vuelve "Poesía para llevar"
Y el logo vuelve a lucir, por fin, sin mascarilla.
El IES Goya está feliz por retomar un curso más este proyecto tan bonito. Por eso se ha engalanado con los expositores informativos y se han llenado de citas poéticas algunas paredes de ambos pabellones del instituto, para recordarnos el valor de la palabra poética.
-
los
concursos poéticos y de Slam;
-
para
los especiales;
-
para
el Día y la Hora de la Poesía;
-
para
que comentes, dibujes, expreses, recites y difundas;
-
para
que podamos disfrutar también de tu poesía.
Recuerda que puedes acceder directamente al blog
de ppll desde el de nuestra
biblioteca: elhacedordesueños.blogspost.