EL BLOG DE LA BIBLIOTECA "IRENE VALLEJO" DEL IES GOYA DE ZARAGOZA


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domingo, 31 de julio de 2016

"Desnudo de mujer", de Amalia Bautista

Pintura de Janne Ewwet de Glehn



            DESNUDO DE MUJER

Para ti nunca fui más que un pedazo
de mármol. Esculpiste en él mi cuerpo,
un cuerpo de mujer blanco y hermoso,
en el que nunca viste más que piedra
y el orgullo, eso sí, de tu trabajo.
Jamás imaginaste que te amaba
y que me estremecía cuando, dulce,
moldeabas mis senos y mis hombros,
o alisabas mis muslos y mi vientre.
Hoy estoy en un parque, donde sufro
los rigores del frío en el invierno,
y en verano me abraso de tal modo
que ni siquiera los gorriones vienen
a posarse en mis manos porque queman.
Pero, de todo, lo que más me duele
es bajar la cabeza y ver la placa:
«Desnudo de mujer», como otras muchas.
Ni de ponerme un nombre te acordaste
.

                     De Cárcel de amor, Renacimiento,
1988, página 34 

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domingo, 24 de julio de 2016

"Ti voglio bene", de José Antonio Mesa Toré

Florencia. Ponte Vecchio (www.daniel.prado.name)



                    TI VOGLIO BENE

Me envías una escueta postal de tu viaje
con unas cuantas faltas leves de ortografía
-aunque eso no me importa, ya sabes mi manía
de perseguir tus líricas traiciones al lenguaje.
Hablas de la ciudad, del mediocre hospedaje
en pleno centro de Florencia y todavía
hacia el final te tiembla la azul caligrafía
cuando dices que sientes mi sombra en el paisaje.
¿Quién puede comprenderte, mi lejana turista?
Hoy me mandas suspiros, promesas, algún beso,
y ayer mismo huías con un hasta la vista.
No temas: estaré aguardando el regreso
en el sitio fijado y a la hora prevista,
para ver como un tonto las fotos del suceso.

                De El amigo imaginario, 1991


El poeta español José Antonio Mesa Toré (Málaga, 1963) es Licenciado  en Filología Hispánica por la Universidad de Málaga. En 1999 se incorporó al Centro Cultural de la Generación del 27, donde desarrolló funciones de coordinador de actividades culturales y publicaciones antes de pasar a ocupar la dirección en 2011. Es asesor literario de la Revista Litoral desde 1987, codirector de la colección poética La lámpara verde, ha sido director de la revista Puente de Plata, y actualmente lo es de El Maquinista de la Generación.

Poeta de producción lenta, ha publicado los poemarios En viento y en agua huidiza (1985), El amigo imaginario (1991, Premio Juan Carlos I de Poesía), La primavera nórdica (1998, becado por el Ministerio de Cultura), y la antología La alegre militancia (Antología 1986-1996). Su último libro, Exceso de buen tiempo, permanece todavía inédito. Sus poemas figuran en importantes antologías y han sido traducidos al inglés, francés, portugués, alemán, italiano, sueco y árabe. Su poesía evoluciona desde el neo-barroquismo culturalista de su primer libro hacia una poesía de la  experiencia en la que predomina la rememoración melancólica de episodios del pasado. Junto al delicado intimismo y el tono elegíaco, la crítica ha destacado el dominio de las formas métricas, especialmente del endecasílabo y el soneto.

Sobre el poema elegido, ha escrito Tiffany Gagliardi ("Ese libro de estampas que es la vida: La poesía reciente de José Antonio Mesa Toré): 


En su poema “Ti voglio bene”, Mesa Toré se concentra en un objeto pequeño, una tarjeta postal, y la elabora en una demostración de cómo “la vida es poca cosa”. Desde Florencia una “escueta postal de viaje” llega con “unas cuantas faltas leves de ortografía” (1-2). En un soneto polimétrico, el poeta narra la breve historia de una relación amorosa. [...] Los cuartetos constan de detalles sobre la tarjeta misma enfocando en el temblor de “la azul caligrafía” que indica el estado nervioso de la mujer.(7) Los tercetos están dirigidos directamente a la “lejana turista” (9) y plantean la confusión emocional que existe entre la pareja. El poeta pregunta:
¿Quién puede comprenderte mi lejana turista?
Hoy me mandas suspiros, promesas, algún beso,
y ayer mismo huías con un hasta la vista. (9-12)

[...] El último terceto demuestra que el peso del poder en la relación favorece a la mujer. El yo narrativo promete reunirse “a la hora prevista” para ver las fotos del viaje “como un tonto” (13-14) El poema demuestra que la esencia vital del pasado existe no tanto en las memorias sino en los objetos triviales que representan el pasado.


domingo, 17 de julio de 2016

"Sensación" (Sensation) de Arthur Rimbaud




____________SENSACIÓN

Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano,
herido por el trigo, a pisar la pradera;
soñador, sentiré su frescor en mis plantas
y dejaré que el viento me bañe la cabeza.

Sin hablar, sin pensar, iré por los senderos:
pero el amor sin límites me crecerá en el alma.
Me iré lejos, dichoso, como con una chica,
por los campos, tan lejos como el gitano vaga.


                                       Versión de Andrés Holguín


VERSIÓN ORIGINAL EN FRANCÉS:

                       SENSATION

Par les soirs bleus d'été, j'irai dans les sentiers,
Picoté par les blés, fouler l'herbe menue:
Rêveur, j'en sentirai la fraîcheur à mes pieds.
Je laisserai le vent baigner ma tête nue.

Je ne parlerai pas, je ne penserai rien:
Mais l'amour infini me montera dans l'âme,
Et j'irai loin, bien loin, comme un bohémien,
Par la Nature, - heureux comme avec une femme.

__________________Arthur Rimbaud
"Sensación", compuesto en marzo de 1870, es el segundo de los poemas de "Cahiers de Douai". 
En este enlace puedes leer, en francés,  un comentario del poema:


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domingo, 10 de julio de 2016

Tres poemas de Yves Bonnefoy




           La lluvia de verano

                I
El más querido y no por eso
Menos cruel
De todos nuestros recuerdos, la lluvia de verano
Repentina, breve.
Salíamos, y era estar
En otro mundo
Nuestras bocas se embriagaban
Del olor de la hierba
Tierra
El manto de la lluvia se extendía sobre ti.
Aquello era como el seno
Que hubiese soñado un pintor.

                II
Y de pronto en el cielo
Percibíamos
Ese oro que la alquimia
Había buscado tanto.
Lo tocábamos, brillante
Sobre las ramas bajas,
De aquello amábamos el gusto
Del agua, sobre nuestros labios.
Y cuando recogíamos
Ramas y hojas secas
Ese humo al final de la tarde, brusco, ese fuego,
Era también el oro.

            De La lluvia de verano (1999). Versión de William Guaregua

               

     La rapidez de las nubes

La cama, la ventana cercana, el valle, el cielo,
La rapidez espléndida de esas nubes,
La súbita garra de la lluvia en los cristales
Como si la nada rubricase el mundo.

En mi sueño de ayer
El grano de otros años ardía a fuego lento,
Sin calor, en el suelo embaldosado.
Descalzos, lo apartaban nuestros pies como un agua límpida.

¡Oh amiga mía,
Qué distancia tan débil separaba nuestros cuerpos!
La hoja de la espada del tiempo que merodea
Hubiese allí buscado en vano lugar para vencer.

           De Ce qui fut sans lumière (1987). Versión de Carlos Cámara 
y Miguel Ángel Frontán. En EOM, nº 17, dic. 2002


                  
Lo inacabado
Cuando él tuvo veinte años, alzó la mirada, vio el cielo, vio nuevamente la tierra
con   suma atención.  ¡Era  cierto  entonces!  Dios  no había hecho  más  que  un 
bosquejo del mundo. No dejó nada sino ruinas.
Ruinas  este  roble,  aun  siendo  tan  bello.  Ruinas  el  agua  que  viene  a  romper 
suavemente  en  la  orilla.  Ruinas  el  sol  mismo. Ruinas  todos estos  signos  de la 
belleza, como bien lo prueban las nubes, aun más bellas.
Sólo  la  luz  poseyó  vida  plena,  se  dijo. Y  por eso pareciera simple  e increada. 
Desde entonces, los bosquejos es lo único que le gusta de la obra de los pintores. 
El trazo que se cierra sobre sí le parece que traiciona la causa de este dios que ha 
preferido la angustia de la búsqueda a la alegría de la obra concluida.

           De Las uvas de Zeusis. Versión de Adalberto García López 
(circulodepoesia.com)

     

Yves Bonnefoy 
Yves Bonnefoy, además de reconocido ensayista, crítico y traductor, está considerado el poeta francés más importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad. 
  Hijo de un obrero ferroviario y una maestra, nació en Tours en 1923. Durante su infancia pasaba los veranos en el pueblo de Toirac (Lot), en casa de su abuelo materno, quien ejerció una notable influencia sobre el autor, pues escribió algunos libros que él mismo encuadernaba y poseía una modesta biblioteca con obras de autores clásicos. En 1932 murió su abuelo y cuatro años después, cuando el escritor tenía trece años, falleció su padre, lo que -según ha confesado- puso fin a su infancia. Al cumplir diecisiete años, una de sus tías le regaló una antología de poemas en la que, de forma premonitoria, escribió como dedicatoria: "para mi ahijado, futuro poeta". Después de estudiar matemáticas y filosofía en Tours y en la universidad de Poitiers, en 1943 abandonó los estudios de matemáticas para dedicarse, una vez instalado en París, al estudio de la historia de la filosofía y de la ciencia, en la Sorbona. Consagrado finalmente a la poesía, la literatura y la historia del arte, realizó numerosos viajes por Italia, Países Bajos  y Estados Unidos. En 1968 contrajo matrimonio con la pintora estadounidense Lucy Vines, con quien tuvo una hija, Mathilde. Desde 1960 ha sido profesor  en diversas universidades nacionales y extranjeras. En 1981, tras la muerte de Roland Barthes, ocupó la cátedra de Estudios comparados de la función poética en el Collège de France, donde desarrolló su brillante labor hasta 1993. Murió en París el 1 de julio de 2016, a los 93 años.

En los inicios de su carrera literaria se adhirió al surrealismo, pero lo abandonó en 1947, pues su poesía se inspiraba en el mundo sensible, mientras que el surrealismo renunciaba a la realidad por un mundo de símbolos herméticos. No obstante, las imágenes surrealistas dejaron una profunda huella en su obra, a la que se sumó  la influencia de poetas tan innovadores como Gérard de Nerval, Charles Baudelaire, A. Rimbaud y Stèphane Mallarmé.      En su poesía, de la que se ha dicho que consigue  profundidad metafísica a partir de una enorme simplicidad estilística, reflexiona sobre el arte, el ser  y el propio acto de creación poética. A través  de toda  su trayectoria poética, destacan dos certezas: la muerte y la imperfección. Desde la publicación de Del movimiento y la inmovilidad de Douve (1953), libro a contracorriente de la época, caracterizado por la sobriedad formal y la búsqueda interior, obtuvo el reconocimiento de la crítica y de los lectores.  Entre sus obras traducidas al castellano destacan Principio y fin de la nieve (1991), La lluvia de verano (1999), Las tablas curvas (2001) y la antología Tarea de esperanza (2007).
   Reputado traductor de Shakespeare, sobresale también como historiador del arte y es autor de ensayos sobre Goya, Picasso, Mondrian, Giacometti, De Chirico, Balthus, Miró o Cartier-Bresson. Es autor, asimismo, de estudios sobre Rimbaud, Baudelaire, Leopardi o André Bretón.
    Eterno candidato al Nobel de Literatura, obtuvo galardones tan prestigiosos como el Gran Premio de Poesía de la Academia Francesa (1981), el Goncourt de Poesía (1987), el Cino del Duca (1995) y el premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) en Lenguas Romances (2013).



viernes, 8 de julio de 2016

Leer juntos Hoy: ‘El informe de Brodeck’, de Philippe Claudel



Grupo de lectura "Leer juntos Hoy" del IES “Goya”
Sesión del 20 de junio de 2016
Autor:
Philippe Claudel
Obra comentada: El informe de Brodeck (Le rapport de Brodeck)
Traducción: José Antonio Soriano Marco.
Editorial Salamandra, 2008. Colección Narrativa.

El narrador afirma: “Yo me llamo Brodeck y no soy nada”. Es lo que piensa de sí mismo después de soportar una vida de violencia y huidas de la guerra.

Brodeck es un huérfano que a los cuatro años es recogido por Fédorine, su protectora, en medio de una ciudad destruida por la guerra. Los dos llegan a un pequeño pueblo escondido entre montañas y allí los acogen dándoles una casucha para que puedan sobrevivir. El niño va a la escuela y pronto destaca por su capacidad de observación e inteligencia. Las autoridades del lugar –maestro, notario, cura y algunos prósperos comerciantes que forman un grupo llamado “la Hermandad del Despertar”– deciden que ese chico debe estudiar en la capital para que pueda ser útil al pueblo en el futuro.

En S., la capital, conoce a Emélia, de la que se enamora y será su mujer. Comienzan las revueltas callejeras y se respira un ambiente enrarecido en la universidad. Se viven acontecimientos dramáticos: las pintadas “Schmutzg Fremdër” (‘sucios extranjeros’, aunque también puede traducirse por ‘traidor’ y, coloquialmente, ‘basura, inmundicia’). Páginas descritas con brillantez y que hacen recordar la Noche de los Cristales Rotos de Berlín, aunque aquí la denomina “Pürische Nacht” (‘Noche de la Purificación’). Brodeck es testigo del apaleamiento y muerte de un pobre viejo a manos de una pandilla de jóvenes que adiestran al menor de ellos en el odio a judíos-extranjeros-traidores, en un entorno que nos remite a un grabado relacionado con la peste y las ratas.
 
“La muchedumbre es en sí un monstruo, un enorme cuerpo que se engendra a sí mismo, compuesto de miles de otros cuerpos pensantes”. La culpa no es de quien los azuza o dirige. Este simbolismo puede hacer referencia a las obras de Camus La peste y El extranjero, y también me recuerda a un grabado de Goya, el Disparate nº 10, donde se ve como fondo de la acción unas ratas engullendo a hombres.


Disparate nº 10. Caballo raptor (1815-23), de Francisco de Goya
Brodeck regresa al pueblo con Emélia. Al poco tiempo se declara la guerra, llegan los “Fratergekeime” (literalmente ‘los hermanos venidos’, nombre que reciben en la región los “invasores”, antiguos hermanos llegados del este) y, denunciado por los del pueblo, Brodeck, en realidad un extranjero, es deportado a un campo de concentración. El viaje al campo dura más de seis días en unas condiciones inhumanas y, en su transcurso, Brodeck y su compañero Kelmar, ante la perspectiva de morir de sed, roban a una joven madre moribunda un poco de agua que guardaba en una garrafa. Kelmar se rinde antes de llegar al campo dejándose matar por los guardias. Brodeck resiste.
 
El recuerdo de Emélia le ayuda a seguir adelante. El comandante lo trata y hace vivir como a un perro, el perro Brodeck. Resiste, aun habiendo perdido su identidad. 

Sobrevive al campo y al acabar la guerra regresa al pueblo, donde ya le daban por muerto. La situación que encuentra es la siguiente: su mujer está trastornada, no habla y solo canturrea. Ha sido violada, junta a otras jóvenes extranjeras, durante la ocupación. Ha tenido una niñita, la pequeña Poupchette. Viven con Fédorine y algunos del pueblo las han ayudado a sobrevivir.

El narrador establece un paralelismo simbólico entre el comportamiento de los habitantes del pueblo y el de las mariposas res flammae, abundantes en la zona. Esta especie de mariposas tolera en el grupo en épocas de bonanza a otras mariposas que no son de su propia especie; en los malos tiempos se les entrega al enemigo.

La vida de Brodeck y su familia se desarrolla con cierta normalidad durante un tiempo. Sale mucho al campo para registrar los cambios y el mantenimiento del entorno, es su trabajo. Un vecino que vive fuera del pueblo le cuenta el extraño comportamiento de los zorros, están desapareciendo, apenas se ven. Es incomprensible. Hasta que alguien recuerda una historia y dice que en el pasado los zorros también desaparecieron porque se suicidaban. Seguramente estén imitando a los hombres.

Por esa época llega al pueblo un hombre que se acompaña de un caballo, un burro y un perro y que tiene un aspecto y una vestimenta diferentes a los de la zona. Parece un feriante. Se aloja en la fonda, habla poco y se dedica a pasear, observar, tomar notas y dibujar. Los del pueblo están muy intrigados e intentan saber más de él, así que le preparan un homenaje de bienvenida el día 10 de junio con una pancarta en dialecto que puede traducirse de dos formas: “Nos alegramos de que venga alguien nuevo” o “Estamos atentos y vigilantes de que pase algo nuevo”. Una advertencia o amenaza. 

El alcalde en su discurso le incita a que les diga su nombre, él sonríe a todos. Solo habla a sus animales y en varias ocasiones conversa con Brodeck. Son diferentes al resto de los hombres del pueblo. Todos le llaman “el Anderer” (‘el otro’).

Los habitantes se sienten en peligro, lo consideran un enemigo, un “Fratergekeime”. Seguramente con intención de acobardarle y darle miedo, llevan a sus queridos animales hasta una poza del río maniatados y, en una escena macabra, los ahogan.

Al cabo de unos meses, comunica a través del posadero que todos están invitados a una fiesta con comida y bebida en la fonda y que expondrá sus cuadros. Los retratos del Anderer impresionan a todos, resultan ser sorprendentes revelaciones que sacan a la luz las verdades más íntimas de los retratados y los paisajes hablan, mostrando las huellas de lo que allí sucedió o iba a suceder. Comen y beben hasta el hartazgo. Borrachos, van abandonando la fonda. Quedan tan solo algunos, que toman la terrible decisión.

Hasta aquí el argumento de la novela, los hechos narrados cronológicamente. Pero el autor organiza la trama de una manera más sinuosa, alterando la línea del tiempo durante los 40 capítulos. Comienza en el momento en que ocurrió el asesinato. El alcalde encarga a Brodeck que realice un informe sobre lo sucedido o “Ereigniës”.

La descripción es sencilla pero no simple. Muestra cómo son los habitantes del pueblo: toscos, huraños, avaros, borrachos, cobardes, traidores, viciosos… Describe el paisaje nombrando los accidentes geográficos con palabras inventadas, evitando datos que le lleven al lector a identificar el lugar. Incluso evita nombrar el país, la región y la época. Pero, si bien es cierto que muchas referencias nos evocan la Alemania del periodo comprendido entre el final de la Primera Guerra Mundial y el final de la Segunda, hay claros signos que, como muy acertadamente sugieren las profesoras Pilar Cancer y Concha Gaudó, apuntan a que se trataría de la zona de Alsacia y de que la capital S. podría referirse a Estrasburgo.


Posiblemente, el autor considera que los asuntos sobre los que habla y reflexiona son de entidad universal y el lugar y la época no son determinantes. La condición humana hace que ante situaciones similares el hombre se comporte de la misma manera.

Sobre el miedo: ”más que el odio… lo que me había convertido en víctima era el miedo que sentían otros. Los que me entregaron y los propios verdugos. El miedo es capaz de hacer fructificar las semillas del mal que todos llevamos”.

La traición, que descubre en una carta dirigida a él donde su maestro y amigo  Diódeme, en el que confiaba absolutamente, le cuenta cómo lo traicionó. Haciendo que se sintiera ”con el alma curiosamente ligera y el cuerpo pesado, rebosante de cansancio y los lazos rotos”.

La complicidad: el relato va indicando la implicación de los hombres que participaron de una forma u otra en la detención de Brodeck, las violaciones y crímenes y el asesinato del Anderer.

A Brodeck lo habían excluido de la cita porque él era diferente y todos lo sabían. ”Comprendí, hasta qué punto era peligroso, porque en el fondo, ser inocente entre culpables es igual que ser culpable ante inocentes”.

El cura, que se emborracha porque se considera una cloaca al recibir las confesiones de todos y que tiene la suficiente lucidez para revelar a Brodeck que el Anderer es un “espejo” que devolvía la imagen a cada uno y, como todos los espejos, al final se rompe. El significado de “espejo” me hace recordar el “Carro de heno” de El Bosco, en el que rodeando al carro aparecen todos los vicios de la humanidad.


El carro de heno (1516), de El Bosco

La identidad y la importancia para sentirse algo en la vida.

El remordimiento, que siente Brodeck por haber robado el agua a la moribunda.

La resistencia y/o resiliencia que hace héroes a personas como Fedórine, Brodeck y el Anderer.

”Puede que seguir viviendo sea saber que lo real no lo es totalmente, puede que sea elegir otra realidad cuando la que hemos conocido adquiere un peso insoportable”.

La redención: seguramente los habitantes quisieron redimirse de sus actos de violencia contra Brodeck, perdonando la vida a sus mujeres, aunque también fuesen extranjeras.

La figura del “Anderer” representaría la sabiduría y el arte, en contraposición a la figura del Diablo, según los habitantes.

La banalidad del mal, como concepto filosófico y reiteradamente expuesto en la narración.

La importancia de la escritura como testimonio frente al silencio y el olvido. “Contar es un remedio infalible” (Primo Levi).

“Pensaba en la Historia, con mayúsculas y, en mi historia, en la nuestra. ¿Los que escriben la una conocen la otra? ¿Cómo retiene la memoria de algunos lo que otros han olvidado o jamás han visto?”

Eneas, Anquises y Ascanio (1618-1619), de Gian Lorenzo Bernini
Desde el presente en que Brodeck empieza a escribir el informe por “orden” de los asesinos, se ilumina su pasado y es la confesión de su vida lo que ofrece al lector. El informe es lo de menos, unas pocas páginas que el alcalde quema en la chimenea una vez leídas, porque ya sabe lo que piensa Brodeck sobre lo ocurrido. ”Me llamo Brodeck y no tuve nada que ver. Recuérdenlo”.
Según se va alejando desaparece totalmente el pueblo. Un animal está junto a ellos… no es el perro del pueblo… es un zorro. El autor da un atisbo de esperanza al salvar al protagonista y a sus seres queridos de una represalia final. Los otros no son capaces de sentir la compasión.
Al valorar el peligro que corren él y su familia en ese lugar, huyen los cuatro y, otra vez, el simbolismo de la novela nos sugiere la huida de Eneas junto a Anquises y Ascanio. 
 



Victoria Aragüés

Otras obras de Philippe Claudel: Almas grises (2005), La nieta del señor Linh (2006), Aromas (2013).

Como regalo de final de curso, nuestra compañera Inmaculada Martín nos ofrece esta acuarela titulada Mujeres residentes de la Casa Amparo vestidas con ropa de época:


domingo, 3 de julio de 2016

Dos poemas de Ana Merino



       I'LL GO TO HELL

Escapar por el río,
huir en una balsa,
acariciar el miedo,
coleccionar estrellas,
querer a los amigos.

Fumarse la tristeza
en una pipa de corcho.
Ser la sombra que flota,
un alma sigilosa que se esconde del sol.

Enhebrar una aguja  
con un beso,
ser la niña que lee
mientras se toca el pelo.

Yo iré al infierno,
guardaré tu secreto
del hombre agazapado
que busca libertad
y sueña que el futuro 
no distingue colores.

Yo iré al infierno
contigo Huckleberry
y el fondo de tu abrazo
será mi salvación.

           De Juego de niños, Visor, 2003


         ADORACIÓN NOCTURNA

                                            Para Luis Muñoz

Que te devuelvan el tiempo de los lunes
y los hagan festivos en tu agenda
para que la semana no te pese tanto
y puedas sentir los dientes de las calles
mordisquear con ternura
el último tramo del domingo.

Que te devuelvan las horas de los lunes
y las puedas guardar entre las sábanas
para que la ciudad se duerma en tu regazo
y se llenen de ti los que te miran.

Que te traigan el ritmo de los sueños
y los puedas bailar,
que la luz de tu abrazo
se guarde algún secreto.

Que los lunes se aprendan
de memoria tu cuerpo.

Que no le falte nada a tu universo
porque el dios de la noche
el lunes descansó para esperarte.

                De Compañera de celda, Visor, 2006

Ana Merino (www.diariodeleon.es)
Ana Merino (Madrid, 1971) es poeta, dramaturga y narradora, además de teórica y estudiosa de los cómics. Hija del escritor y académico José María Merino*, durante su infancia pasó largas temporadas  en León. Cursó un año de carrera en la Rijkuniversiteit de Groninngren, Holanda, y se licenció en 1995 en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid. Entre 1995 y 1997 vivió en Columbus, Ohio, mientras enseñaba en el departamento de español de la Ohio State University y realizaba un máster en Literatura española e hispanoamericana. Se doctoró por la Universidad de Pittsburgh con una tesis sobre el cómic en el mundo latinoamericano. Actualmente es profesora de escritura creativa en castellano en la Universidad de Iowa.

En 1994 ganó el premio Adonáis con su primer poemario, Preparativos para un viaje. Posteriormente ha publicado Los días gemelos (1997), La voz de los relojes (2000), Juego de niños (2003), con el que obtuvo el I Premio Fray Luis de León; Compañera de celda (2006), Curación (2010, Accésit Premio Jaime Gil de Biedma), Los buenos propósitos (2015) y los libros de poesía para niños Hagamos caso al tigre (2010) y El viaje del vikingo soñador (2015). Es autora también de la novela juvenil El hombre de los dos corazones (2009),  de las obras de teatro Amor: muy frágil (2013), estrenada en Zúrich en 2012 bajo la dirección de la autora, y Las decepciones (2014), así como de numerosos ensayos, entre los que destacan El cómic hispánico (2003) y Chris Ware: la secuencia circular (2005). En colaboración con Raquel Lanseros** ha preparado el volumen Poesía soy yo (2016), una antología que reúne a ochenta y dos mujeres poetas en lengua castellana nacidas entre 1886 y 1960.

Sus poemas nacen de sus experiencias vitales, pero también de sus lecturas, como se observa en los ejemplos seleccionados. El título del primer poema es una cita de la novela Las aventuras de Huckleberry Finn,  de Mark Twain.  Con la frase "Al right, then, i'll go to hell" ("Pues bien, entonces, iré al infierno"), el joven Huckleberry expresa su determinación de ayudar a Jim, un esclavo negro que ha huido para reunirse con su familia. Al ayudar a un esclavo en su huida, Huck no solo comete una infracción de la ley sino también un acto moralmente censurable  de acuerdo con las creencias religiosas de la época, un pecado  que lo condenaría al infierno. El yo poético, "una niña que lee", decide  convertirse en cómplice del personaje literario, guardando el secreto del prófugo, e ir también al infierno.

Otro poema de la autora en este blog: