EL BLOG DE LA BIBLIOTECA DEL IES "GOYA" DE ZARAGOZA


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domingo, 15 de septiembre de 2024

"Todo lo azul del mundo" y otros cuatro poemas de Pedro Sevilla





TODO LO AZUL DEL MUNDO

AQUÍ, sobre este folio, para explicar mi infancia,
todo lo azul del mundo: las canicas
como extraños planetas de cristal
brillando entre mis dedos, los océanos
de los primeros cuentos con piratas y barcos, 
el cielo de mi calle
y poco más, si acaso algunos golpes
de lluvia en los cristales, por septiembre.
Pero cómo explicarlo—,
todo sería gris en la memoria
sin lo aún más azul: los ojos de mi madre.


LA LLUVIA

EN un mundo anterior. En el pasado siempre.

Sobre las tejas pobres de la infancia 
donde el amor tapaba las goteras.

Sobre las rosas rojas del otoño
en la lejana adolescencia.

En las estrellas ya apagadas,
en las constelaciones más pretéritas.

Sobre la tumba abierta del mañana
que es pasado también por su certeza.

La lluvia está sonando eternamente
en el patio vacío de mi escuela.


LA FÍSICA ES MENTIRA

PRETENDE que me crea que el seno no es tu pecho
Sino una línea fría que cruza por un arco;
Quiere hacerme creer que el tiempo es el cociente
De partir el espacio por la velocidad...
Cuando yo sé del tiempo sus tiranas maneras
Deshojando rosales, adulterando besos
como el mejor anuncio de la Margarett Astor.
O mucho me equivoco o mister Newton
Jamás supo las leyes de los álamos,
Su sereno temblor, sus tardes de nostalgia,
El tenue movimiento de una sombra
Que no volverá nunca a ser la misma.

Quizá yo diga esto porque es mayo
Y va la primavera por la calle
Desmintiendo teoremas,
Pintándole a las niñas en cuadernos de ciencia
Corazones con sangre de lapicero rojo.
Por eso cierro el libro
Aunque me expongo a un cero en el control de B.U.P.

Ya volveré en septiembre...
Cuando un otoño niño cuelgue de tus zarcillos
Dos fanales gemelos,
Dos gotitas iguales de luz entristecida,
Misteriosa y menguante como la luna añeja.


ÉRAMOS VIOLENTOS

ÉRAMOS violentos y algo tristes.
El paraíso entonces 
era besar tus labios,
ir contigo a los muros donde en tiempos de paz
se abrazan las parejas
como si cachearan al amor.

Era el setenta y siete.
Tenías veinte años y un temblor en el pecho
de palomas miedosas que acostumbraron pronto
a probar la ternura de mis manos.

Éramos violentos: agentes de uniforme
saqueaban las aulas en busca de octavillas,
de libros prohibidos;
no comprendieron nunca que en los parques de octubre,
besándonos los labios,
fuimos más inquietantes, mucho más peligrosos
que gritando en las calles mientras nos perseguían.

Tenías veinte años:
Recuerdo que en un muro,
bajo la sangre quieta de unas siglas,
hicimos el amor en pie de guerra.


ESCRIBIR ES SEMBRAR

LLEGABA por las tardes, al sol puesto,
y sin decirle nada me sentaba a su lado
porque junto a su pecho se esfumaba mi angustia
y también porque olía su ropa a sol y a lumbre,
a campo y a honradez.

Cuando el sol era ya solo un recuerdo
volvía del trabajo con su eterno cigarro,
con sus blancas camisas jornaleras,
y mientras preparaba mi madre agua caliente
y él ponía en la radio las noticias,
yo me daba a pensar, a imaginármelo
esparciendo semilla entre los surcos
que luego el sol, el agua y la paciencia
mudarían en verde y en espigas,
en pan para las dulces meriendas de los niños.

Por eso ahora lo imito. Y por eso
ahora que soy mi padre
esparzo estas palabras
en el raro silencio de un cuaderno,
les pongo el corazón y espero que germinen:
que la escritura alcance madurez cereal
y que un día alguien pueda,
como un trozo de pan y de memoria,
hacer de estos poemas su alimento.

(En Para cuando volvamos. Poesía completa 1992-2018,
Renacimiento, 2018)


Pedro Sevilla Gómez es poeta y novelista español nacido en Arcos de la Frontera (Cádiz) en 1959. Con otros poetas de su localidad fundó el grupo "Calima", conocido también como "grupo de Arcos". Vieron la luz  sus primeros poemas en 1989 en la colección de cuadernos "La poesía más joven", dirigida por el poeta Francisco Bejarano. Ha publicado los libros de poesía Y era la lluvia, amor (1990), Septiembre negro (1992), Sendero Luminoso (1994), La luz con el tiempo dentro (1995, accésit del Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti), Tierra leve (2002) y Serán ceniza (2012). Su obra poética ha sido reunida en la antología Todo es para siempre (2008) y en su poesía completa, Para cuando volvamos (2018). Parte de su obra poética ha sido traducida al portugués y figura en diversas antologías. 

Pertenecientes por edad a la generación de los 80, la suya es "una poesía esencial, en el sentido que lo era la de Antonio Machado, que parece brotar con naturalidad y sin aparente necesidad de apoyo en artificio retórico alguno, desde lo más hondo. Poesía sorprendente, más aún en la hora actual, tan condescendiente con lo sentimental, con los fáciles sentimentalismos, porque es capaz de ser arte (con todas sus sabidurías y exigencias), y a la vez de llegarnos directamente al corazón, como casi todos los poetas genuinos, desde Jorge Manrique a César Vallejo". L. A.

También ha publicado tres novelas (Extensión 114  [ 2000], 1977 [2002] y Los relojes nublados [2014]),  el libro de memorias La fuente y la muerte (2011) y el libro Diez de Julio (1990), antología y estudio de la obra del poeta arcense Julio Mariscal Montes.

Es además columnista de prensa y ha colaborado en el suplemento 'Citas' de Diario de Jerez, el semanario local Arcos Información y otros medios. 

Pedro Sevilla. (uca.es)


[Imagen inicial: Pixabay]

jueves, 12 de septiembre de 2024

"La verdad sobre Pessoa", microrrelaro de Guillermo Bustamante Zamudio




La verdad sobre Pessoa


El volumen de la obra de Fernando Pessoa despertó sospechas a los investigadores, que acaban de publicar sus conclusiones definitivas: los escritores Alberto Caeiro, Bernardo Soares, Ricardo Reis y Álvaro de Campos, debido  a su imposibilidad de surgir en el mundo literario, inventaron un escritor al que llamaron "Fernando Pessoa". Le crearon una biografía y le imputaron la cualidad de escritor, no con seudónimos que ocultan la identidad, sino con heterónimos, es decir, con voces independientes. El público, atraído por este fenómeno, sintió curiosidad por el tal Pessoa, cuyo apellido ("persona", en portugués) ya era un indicio del engaño; de hecho, en lengua griega 'persona' significa máscara. Se estudia si otros heterónimos (se le atribuyen más de 60) también eran autores sin suerte.

Como la figura enigmática que aglutina a estos escritores ha caído por efecto de la noticia, a futuro se espera su olvido paulatino.

(Publicado en infoLibre, el 23 de octubre de 2020)


Guillermo Bustamante Zamudio. (Universidad Pedagógica de Bogotá)

Guillermo Bustamante Zamudio (Cali, Colombia, 1958) es licenciado en Literatura e Idiomas, Magister en Lingüística y Español (1984), doctor en Educación y profesor de la Universidad Pedagógica de Bogotá, además de cofundador y codirector  de las revistas de microficción  Ekuóreo y A la topa tolondra.  Con Harold Kremer ha preparado  las publicaciones Antología del cuento corto colombiano (2004) y  Los minicuentos de Ekuóreo (2003). 

Sus minicuentos han aparecido en diversas revistas nacionales e internacionales. Galardonado con el Premio Jorge Isaacs 2002 por el libro  de microficciones Convicciones y otras debilidades mentales, y ha obtenido también, ex aequo, el Premio  del Tercer Concurso Nacional de Cuento (Universidad Industrial de Santander, 2007) con el libro Roles, de cuentos cortos y microficciones. Es autor también de los libros de microrrelatos Oficios de Noé (2005) y Disposiciones y virtudes (2016).

[Imagen inicial: sin identificar)

domingo, 8 de septiembre de 2024

"Se vende un hombre en buen estado...", de Manuel Jurado López


© Jacques-Henri Lartigue


POEMA NÚMERO VEINTE

Se vende un hombre en buen estado,
libre de impuestos y deudas tributarias.
No tiene cargas familiares
ni animales de compañía.
Sabe cuidar heridas y ventilar el alma,
lavar las dudas,
plancharlas, doblarlas y ponerlas en su sitio;
y encalar las paredes del fracaso.
Se defiende muy bien en la cocina,
es aseado y pulcro.
Procura no dar nunca un paso en falso,
medita cada gesto.
Amante de las óperas de Mozart y los valses de Strauss.
Se sabe de memoria La clemenza di Tito.
Puede sanar los dolores ocultos,
hilvanar las pestañas de las mariposas;
cultiva olvidos y geranios.
Sabe peinar la luz de la melena
que la luna suele enredar de madrugada.
Nunca ha calculado cuánto le pagan
por guardar silencio.
Un excelente domador de monstruos de papel y tinta.
No fuma. Y solo bebe el amargor que otros dejan
en el fondo sucio de las copas.
Pero suele tener pequeñas crisis de amor,
desaparece entonces, aunque regresa más tarde
con tijeras y nardos.
Habla con acento extranjero,
cuenta historias las tardes aburridas.
Come poco. Discute lo preciso.
Por buscarle un defecto: de vez en cuando escribe
poemas difíciles de entender,
pero no muerde: también el sol tiene manchas.
Ah, el precio es negociable. 

(En la revista Estación Poesía, Editorial Universidad 
de Sevilla, 2019)

Manuel Jurado López. (Diario Córdoba)
Manuel Jurado López (Sevilla, 1942) es poeta, narrador, crítico literario y traductor. Licenciado en Filología moderna, cursó también estudios de Filosofía pura y Magisterio. Ha sido catedrático de instituto.

Ha ofrecido numerosas conferencias en universidades de Suiza, Alemania y España y recibido importantes becas de traducción, como la de la Fundación suiza Pro Helvetia. La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía le otorgó ayudas de estudios e investigación en la Universidad de Lausanne durante los cursos 1990-1991 y 1991-1992. Ha recibido premios literarios en España, Suiza, Siria y Estados Unidos. Ha publicado una treintena de libros de poesía, algunas novelas, varios tomos de cuentos y la obra de teatro Las virreinas, que recibió el Premio Buero Vallejo. Sus poemas y relatos han aparecido en diversas antologías españolas y suizas y ha sido traducidos al francés, alemán, italiano, braille y árabe. Fue el coordinador de los tres tomos de la Antología General de la Poesía Andaluza, publicada en 1990.

Entre sus poemarios destacan País de invierno (1992), Música y nieve (Premio Jaén, 1992), La ciudadela (Premio Alcalá de Henares, 1993), Manuscritos de Berlín (Premio Juan Alcaide, 1993), El viajero en el desierto (Premio Arga, 1993), Poemas de Ginebra (Premio Tiflos, 1993), El cantor de boleros (Premio Esquío, 1995), Tango del amor extranjero (Premio Ernestina de Champourcín, 1998), Descripciones y olvidos (Premio Ciudad de Ronda, 2002), El desembarco de la dama (Premio Laureá Mela, 2004), Oratorio de Gaza (Premio Ángaro, 2004), El invitado incómodo (Premio Ciutat de Palma-Rubén Darío, 2004), La luz es una espada (Premio Miguel Hernández-Comunidad Valenciana, 2005), La esfera de plata (Premio Blas de Otero, 2006), Apartamento en Pont Neuf (2007), Los dioses vulnerables (Premio Alegría de Poesía, 2008), Las islas en noviembre (2008), Huesos de pájaro (Premio Tardor, 2009), Estación Otoño-Norte (Premio Ciudad de Badajoz, 2019) y La destrucción del cielo (Premio Juan Ramón Jiménez 2019 y Premio Andalucía de la Crítica 2020).

jueves, 5 de septiembre de 2024

"A jugar con el bastón", un cuento de Gianni Rodari

 



A jugar con el bastón

 

Un día el pequeño Claudio jugaba en el zaguán, y por la calle pasó un hermoso anciano con lentes de oro, que caminaba encorvado, apoyándose en un bastón, y precisamente delante del portón se le cayó el bastón.

Claudio fue presuroso a recogérselo y se lo dio al viejo, que le sonrió y dijo:

—Gracias, pero no me sirve. Puedo caminar muy bien sin él. Si te gusta, tenlo —y sin esperar respuesta se alejó, y parecía menos encorvado que antes.

Claudio permaneció allí con el bastón entre las manos y no sabía qué hacer. Era un bastón común de madera, con el mango curvo y la punta de hierro, y no se notaba nada más especial. Claudio golpeó dos o tres veces la punta en el suelo, después, casi sin pensarlo, montó a horcajadas el bastón y he aquí que no era más un bastón, sino un caballo, un maravilloso potro negro con una estrella blanca en la frente, que se lanzó al galope alrededor del patio, relinchando y haciendo salir centellas de los guijarros.

Cuando Claudio, un poco maravillado y un poco asustado, logró poner el pie en el suelo, el bastón era nuevamente un bastón, y no tenía cascos sino una sencilla punta oxidada, ni crines de caballo, sino el mismo mango encorvado.

—Quiero probar de nuevo —dijo Claudio, cuando logró recobrar el aliento.

Montó de nuevo el bastón, y esta vez no fue un caballo, sino un solemne camello con dos jorobas, y el patio era un inmenso desierto para atravesar, pero Claudio no tenía miedo y observaba desde lejos, para ver aparecer el oasis.

“Ciertamente es un bastón encantado”, se dijo Claudio, montándolo por tercera vez. Ahora era un automóvil de carreras, todo rojo con el número escrito en blanco sobre el capó, y el patio una pista ruidosa, y Claudio llegaba siempre el primero a la meta. Después, el bastón fue una motonave y el patio un lago con aguas tranquilas y verdes, y después una nave espacial que surcaba los espacios, dejando tras de sí una estela de estrellas.

Cada vez que Claudio ponía el pie en tierra el bastón tomaba su aspecto pacífico. La tarde pasó rápida entre aquellos juegos. Hacia la noche Claudio se asomó a la carretera, y he aquí que ve al viejo con lentes de oro. Claudio lo observó con curiosidad, pero no pudo ver en él nada especial: era un viejo señor cualquiera, un poco cansado por el paseo.

—¿Te gusta el bastón? —preguntó sonriendo a Claudio.

Claudio creyó que se lo pedía, y se lo alargó, enrojecido. Pero el viejo hizo señal de que no.

—Tenlo, tenlo —dijo—. ¿Qué hago yo con un bastón? Tú puedes volar, yo solo podré apoyarme. Me apoyaré en el muro y será lo mismo.

Y se fue sonriendo, porque no hay persona más feliz que el viejo que puede regalar alguna cosa a un niño.

 (Gianni Rodari, Cuentos por teléfono, 1962 . Tomado de ciudadseva.com)

El escritor Gianni Rodari (infoLibre)


Gianni Rodari fue maestro, periodista y escritor italiano  que destacó por sus aportaciones a la renovación pedagógica a través de sus técnicas para estimular la creatividad en los niños. Su idea de que los niños aprendan por medio de la imaginación y el juego está ligada a la defensa de la emancipación del ser humano: los niños tienen que usar la imaginación, decía, "no para que todo el mundo sea artista, sino para que nadie sea esclavo".


Nació en 1920 en Omenga, Piamonte, donde  sus padres eran panaderos. Se aficionó pronto a la lectura de libros de Julio Verne  y de Salgari, que, al parecer, leía de noche a la luz de una farola que iluminaba su cuarto. Al morir el padre en 1929, la madre se trasladó con sus dos hijos a Gavirate, de donde era originaria. A partir de entonces fue criado por una tía, y más tarde, educado en seminarios e internados. Muy aficionado a la música, consiguió sus primeros ingresos tocando el violín en las tabernas, pero en 1937 obtuvo el título de maestro y al año siguiente ocupó la plaza de tutor en casa de una familia judía que había huido de Alemania, y más tarde impartió clases en diferentes escuelas. 


Sus problemas de salud le permitieron librarse de participar en la Segunda Guerra Mundial.  Para conseguir trabajo como maestro,  se vio obligado a afiliarse al Partido Nacional Fascista, requisito exigido a todo  funcionario. En diciembre de 1943 fue movilizado por la República de Saló (estado títere de la Alemania nazi que se estableció en el norte de Italia cuando los aliados tomaron las regiones del sur) y destinado al hospital del barrio milanés de Baggio. Conmocionado por la deportación de su hermano a un campo de concentración alemán, del que sobrevivió, y por la muerte de sus dos grandes amigos durante la guerra, estrechó sus contactos con la resistencia lombarda (en cuyas acciones llevaba tiempo participando teniendo como cobertura su pertenencia al partido fascista), desertó y se afilió al Partido Comunista. 


Tras la liberación de Italia, en 1945 comenzó  a trabajar  como periodista en publicaciones de su región: primero, en la revista 'Cinque punte' (Cinco puntas) y después dirigiendo 'L'Ordine Nuovo', periódico de la Federación Comunista de Varese, donde publicó sus primeros textos literarios bajo el seudónimo de Francesco Ariscocchi. En 1947 comienza su colaboración en el periódico milanés 'L'Unita', ligado también al PCI, donde dos años después comenzó a dirigir la sección dirigida a los niños 'La domenica dei piccoli' (El domingo de los pequeños), etapa en que descubrió su vocación de escritor para niños. En esa época nacieron sus primeros libros infantiles: El libro de las retahílas y Las aventuras de Cipollino. Este último, que tiene como protagonista al niño Cebolla, luchador contra la opresión y las desigualdades frente al malvado caballero Tomate, tuvo un éxito extraordinario en la URSS, donde fue adaptado al cine de animación.


En 1950 se traslada a Roma y, junto a la periodista Dina Rinaldi, crea la revista 'Pioniere' (Pionero), publicación oficial de la Associazione Pionieri d'Italia (una organización juvenil del PCI), en la que los editores proponían una alternativa al modelo de los Boy Scouts, que consideraban militarista y colonialista. El éxito de la revista y las ideas sobre la lucha de clases difundidas a través de sus páginas, que tacharon de adoctrinamiento de niños, hicieron saltar las alarmas del Vaticano, y en 1951 —siendo papa Pío XII, tras la publicación de Il manuale del pioniere (Manual del pionero), Rodari fue excomulgado, medida acompañada de la quema de sus libros en los patios de las parroquias. Al año siguiente, el escritor viajó por primera vez a la Unión Soviética y en 1953 contrajo matrimonio con Maria Teresa Ferretti, miembro del Frente Democrático Popular, una coalición entre el Partido Socialista y el Comunista creada para las elecciones de 1948, que se mantuvo hasta 1956. En los años siguientes colaboró en diferentes publicaciones y empezó a trabajar con la RAI y con la BBC.  En 1957, año del nacimiento de su hija Paola, pudo ingresar en el colegio de periodistas, tras muchos años de ejercicio de la profesión.


Gianni Rodari, en una escuela. (El Confidencial)


En la década de los sesenta se concentró en el trabajo con los niños, como pedagogo al servicio de la renovación pedagógica,  y comenzó a recorrer las escuelas italianas. Allí, a través del contacto directo y la interacción con los niños mientras leía sus cuentos, observó las reacciones de su audiencia y tomó notas para tratar de averiguar la técnica correcta a la hora de crear buenas historias. Esta actividad culminó en la publicación de Gramática de la Fantasía; introducción al arte de inventar historias (1973),  libro de no ficción. En 1976 fundó la asociación de promoción social llamada Coordinación de Padres Democráticos, una ONG comprometida con la enseñanza y práctica de los valores de la escuela antifascista, secular y democrática.


Gianni Rodari  falleció en Roma el 14 de abril de 1980 mientras se le practicaba una intervención quirúrgica. Tenía 59 años.


Recibió numerosos premios literarios entre los cuales destaca el Premio Andersen, “Nobel” de la Literatura infantil, en 1970. Es un escritor muy reconocido en todo el mundo, especialmente en Italia. Sus libros  Cuentos por teléfono, Cuentos para jugar, El libro de los porqués, El libro de los errores y Juegos de fantasía, entre otros— están cargados de humor, imaginación y fantasía desbordante, pero sin olvidar la crítica del mundo actual. Por ello  siguen despertando el interés de  niños y adultos  desde hace más de medio siglo.


Referencias:

-Paula Corroto, "Gianni Rodari, el comunista que enseñó a los niños a amar los libros", El Confidencial, 25/01/2020.

-Clara Morales, "Gianni Rodari, historia de un rebelde", en Los diablos azules / infoLibre, 11/12/2020.

-"Gianni Rodari", Qué Leer, 23/10/2020.

-Página web de la Editorial Juventud.

-Página web de la Editorial SM.


Imagen tomada de Estirniq

domingo, 1 de septiembre de 2024

"Asociaré aquel puerto con septiembre" y otros dos poemas de Verónica Aranda

Calle de Lisboa



Asociaré aquel puerto con septiembre,
con el incienso del albaricoque,
al cruzar desde Goa
el oculto zaguán de la pensão
de Praça da Figueira con ventanas
que daban a una calle de la Baixa
con una iglesia y tiendas de anticuario.

La libertad era un tranvía rojo
que cruzaba Lisboa, en ese tiempo
de tascas de azulejos y miradores,
donde las tardes eran 
de un plácido ideal, un soplo intenso
hecho de misticismos decadentes.

(De Tatuaje, Hiperión, 2005)

Kerala

Veo morir las tardes junto al mar
desde una baranda en Travancor
en donde leo a Borges. Hay jardines
con perros color luna y bibliotecas.

La memoria, sus plazas de palomas,
el desembarco de los portugueses,
la noche de Panjim, sin ataduras,
en que bebí licor mal destilado,
y este amor que se acaba lentamente
al igual que las tardes junto al mar,
bajo la tenue luz de salones de música
y la frondosidad de las palmeras.

Porque temer la noche
no es tan solo un oficio de cobardes
o viajeros ociosos.
Es pensar en las celdas de septiembre
e ir por tu cuerpo como por las viñas:
la embriaguez transitoria y luego el desarraigo
como única forma de regreso.

Veo morir las tardes junto al mar,
con miedo a la palabra y sus astillas.
El doble filo de la dualidad
nos hace vulnerables
más allá del ocaso de los patios
con la ropa tendida.

(De Cortes de luz, Rialp, 2010)

Naturaleza muerta

Un tubo seco de pintura acrílica
de color blanco seda,
el libro abandonado en provenzal,
cangrejos disecados,
piñas,
mitades de granadas,
la luz entrando en el balcón
yo diría, entreabierto
para enfocar
la foto de bodas
de los antepasados,
su miedo detenido
una mañana de 1900.

(De Humo de té, Diputación de Soria, 2021)


Verónica Aranda (Madrid, 1982) es licenciada en Filología hispánica y doctora en Estudios artísticos, literarios y de la cultura por la Universidad Autónoma de Madrid (especialista en copla y fado), poeta, traductora y gestora cultural. Ha residido en países como Portugal, Bélgica, Italia, la India o Marruecos y obtenido diversas becas de estudio y reconocimientos literarios. Actualmente dirige una colección de poesía hispanoamericana en la editorial Polibea. 

Ha publicado los poemarios Poeta en India (2005, Premio Joaquín Benito de Lucas), Tatuaje (2005, Premio Antonio Carvajal), Alfama (2009, Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro), Postal de olvido (2010, Premio Arte Joven de la Comunidad de Madrid), Cortes de luz (2010, accésit del Premio Adonáis 2009), Senda de sauces. 99 haikus (2011), Café Hafa (2012, Premio Internacional de Poesía Antonio Oliver Belmás), Lluvias continuas. Ciento un haikus (2014), Otoño en Tánger (2016), Épica de raíles (2016, Premio Miguel Hernández-Comunidad Valenciana),  Dibujar una isla (2017, Premio de Poesía Ciudad de Salamanca), Río Mekong (2018), Cobalto oscuro (2020, Premio Internacional de Poesía Ciudad de Pamplona), Humo de té (2021, Premio Leonor de Poesía 2020) y Hammam de mujeres (2021), continuación natural de Café Hafa y Humo de té, a los que se añaden nuevos matices de sororidad y feminismo, según Martínez Morán. Ha publicado, además, las antologías Mapas (2000-2015), 2018; La rosa contra el lino (2023), y la antología bilingüe Inside de Shell of the Tortoise (2016). 

Uno de los rasgos más llamativos de su poesía es su carácter viajero. Juan José Martín Ramos observa que Verónica Aranda "ha hecho de la 'forma de estar en las ciudades' una poética, una forma de ser del lugar y una forma de ser en sí y de comprenderse", pero aborda  Humo de té, "como un punto de llegada desde el que echar la vista sobre lo vivido, lo viajado, lo visto, lo gustado o lo asombrado". Francisco José Martínez Morán, por su parte, describe la poesía de Verónica Aranda como "una conjunción perfecta de sensualidad, pensamiento clarividente y perfección verbal":

"La apabullante riqueza expresiva de sus textos, su impecable factura técnica y su aparente claridad en lo complejo sirven de vehículo expresivo para un universo cosmopolita y sugeridor en el que tan pronto se dan cita los paisajes naturales y humanos de la India como se presentan, cargados de simbolismo y sabiduría, los espacios íntimos de Japón o Lisboa. Quien lee Postal de olvido, Tatuaje, Café Hafa, o Dibujar una isla se adentra en un territorio sensorial inolvidable, en un sutilísimo mapa de afectos en el que perderse por el mero placer de hacer de la lectura vida y de la vida, música de la palabra".

Verónica Aranda cultiva también la literatura infantil, el microrrelato y la literatura de viajes. Ha traducido a los poetas Yuyutsu RD Sharma, António Ramos Rosa, Maria do Rosário Pedreira, Clarissa Macedo, Salgado Maranhão, Firas Sulaiman, Michel Thion, Flaminia Cruciani y Tamara Andrés.

Verónica Aranda. (Diario Córdoba)

Referencias:
-Juan José Martín Ramos, Verónica Aranda en su habitación propia, en Sólo Digital Turia. Consultado en: https://www.ieturolenses.org/revista_turia/index.php/actualidad_turia/veronica-aranda-en-su-habitacion-propia
-Francisco José Martínez Morán, 'Hammam de mujeres' de Verónica Aranda, en Gafe. Revista Literaria. Consultado en: https://gafe.info/hammam-de-mujeres-de-veronica-aranda-por-francisco-jose-martinez-moran/poesia/coleccion-poesia-movil/

[Imagen inicial: Inside Lisbon]