Sobre Geografía de la memoria, último poemario publicado por Mariluz Escribano Pueo (1935-2019), escribe la profesora Remedios Sánchez que se trata de un libro claramente sensorial:
vista, oído y olfato son los tres sentidos prioritarios para apreciar los matices de los colores, la trascendencia de dejarse llevar por los sonidos de la naturaleza, de percibir los perfumes del jardín... En todo esto encuentra la paz de espíritu postrera: reactualizando la "Oda a la vida retirada" de fray Luis de León.
"Cuando me vaya", poema que cierra su poesía completa por expreso deseo de la autora, es para Morales Lomas un canto a la vida con rebordes de "despedida juanramoniana" que contiene un inventario de todo aquello que la poeta no hubiera querido dejar nunca (Fernando Valverde). Los tres últimos versos, observa Remedios Sánchez, definen su concepción de la existencia:
Así, esta metáfora honda hace ver que Mariluz Escribano concibe la vida como un ciclo eterno, semejante al del trigo del que, tras cada cosecha y, antes de llevarlo a moler para convertirlo en harina, se guarda una fracción como simiente que se utilizará para la siembra del siguiente año. Es la forma de perdurar más hermosa para quien tanto amó el mundo vegetal: ser parte de ella habitando eternamente la tierra feraz y nutricia que está en el origen de todo lo creado.
Puedes leer otros poemas de la autora publicados en este blog:
-"Los ojos de mi padre": AQUÍ.
-"Canción de la tristeza" y "Escribiré una carta para cinco": AQUÍ.
Me gusta este poema que has traído por Todos los Santos, aunque parezca tan ajeno a una fiesta institucionalizada de recuerdo a los difuntos. Pero aún me gusta más la explicación de Remedios Sánchez, no porque sea necesaria para entender el poema, sino por la manera en que lo expresa.
ResponderEliminarMuy bonita foto, aunque yo creía que , como en la peli "Tasio", la carbonera era un mero apilamiento de leña estratégicamente colocada alrededor de un poste de palo para que el fuego "tire" por los huecos entre los leños. Si no recuerdo mal, y si no me equivoco de emplazamiento, la construcción puede que fuera parte de la herrería dieciochesca del lugar .
Carlos San Miguel
Yo pensaba lo mismo que tú sobre las carboneras. He copiado el pie de foto de la prensa. En cuanto a la ferrería, he buscado información y parece que no se conserva nada del edificio, solo hay un panel explicativo en el lugar donde estaba ubicada.
ResponderEliminarMe recuerda inevitablemente al que, para mí, es uno de los poemas más bellos de Juan Ramón Jiménez y de la poesía española:
ResponderEliminarGranado el oro, está la espiga, al día claro,
encendiendo en la luz su apretado tesoro;
pero se pone triste, y, en un orgullo avaro,
derrama por la tierra, descontenta, su oro.
De nuevo se abre el grano rico en la sombra amiga
-cuna y tumba, almo trueque- de la tierra mojada,
para surjir de nuevo, en otra bella espiga
más redonda, más firme, más alta y más dorada.
Y… ¡otra vez a la tierra!
Bien traído, Sesé. Gracias por tanta belleza.
EliminarNuestra compañera de tertulia Paula Andía nos informa de que se trata de una construcción moderna utilizada como refugio. Aporta una foto del lugar, incluida en el libro 'Moncayo' de Eduardo Viñuales, cuyo pie de foto indica que se trata del refugio de la fuente del Sacristán. En consecuencia, rectifico nuestro pie de foto. Muchas gracias, Paula, por tu investigación.
ResponderEliminar¡Eso! Y dices muy bien, que yo he empleado herrería sin percatarme de mi equivocación.
ResponderEliminarCarlos