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domingo, 25 de diciembre de 2022

Dos poemas de Amalia Bautista




EL PESAJE DEL CORAZÓN

Que nadie por tu culpa haya pasado hambre,
haya sentido miedo o frío.
Que nadie haya dejado de vivir por tu culpa,
ni temido la muerte, ni deseado morir.
Que ninguno haya dicho tu nombre con espanto
o mirado tu rostro con desprecio.
Que los demás te lloren cuando partas.
Así tu corazón no habrá albergado el plomo
que lastra las mudanzas.
Así tu corazón será más leve
que la más leve pluma.


SURSUM CORDA

A veces es muy fuerte la tentación, las ganas
de abandonarlo todo, de dejarse,
que ya no son edades, ya no es tiempo,
que ya está todo hecho, muy mal hecho.
Es fácil la pereza y es difícil
embarcarse de nuevo en la tarea
de rescatar las ilusiones.
Pero tú, corazón, sigue latiendo
mientras te deje el mundo.
Hoy es el día, hoy es el primer día,
y ya nunca seremos más jóvenes que ahora.

              (De Azul el agua, La Bella Varsovia, 2022)

Nueve años han pasado desde que Amalia Bautista, una poeta que se confiesa de producción lenta, publicara su anterior poemario, Falsa pimienta (2013). Azul el agua, su último libro, es en palabras de la autora "un recorrido por las tres heridas de las que habló Miguel Hernández, las que nos conforman como seres humanos y nos acompañan durante toda nuestra existencia. La muerte, la vida, el amor, por este orden, son las ideas que vertebran las tres partes de este libro en el que he querido ir de lo oscuro a lo claro, de la tristeza a la esperanza, del llanto a la luz".

"En estos poemas caben la tristeza y la escasa alegría, las certezas inestables y las dudas punzantes, la familia, el paso del tiempo, la soledad, el amor que hace daño y el amor vencedor de las tinieblas, sin hacer concesiones a lo fácil desde su sencillez. Aquí todo es conciso como un dardo", leemos en la contraportada.

2 comentarios:

  1. Pero es imposible; incluso involuntariamente somos responsables del mal de otros: si ascendemos en el trabajo, otros descienden de categoría; si nos enriquecemos, eso es que otros pierden su pasta; si somos cuidados, es que otros se desvelan por nosotros. De no vivir como un eremita...
    Muy cierto eso de que nunca en el futuro seremos más jóvenes que ahora. Da una especie de vértigo pensarlo.
    Me han gustado.
    Carlos San Miguel

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  2. bellos y fuertes poemas de Amalia Bautista

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