Lêdo Ivo. EFE |
Lêdo Ivo (Maceió, Brasil, 1924-Sevilla, España, 2012), poeta, narrador, cronista y ensayista, es uno de los máximos exponentes de la Generación del 45 brasileña, movimiento que revisó la poesía de vanguardia y el modernismo de su país, y una de las figuras más destacadas de la literatura brasileña contemporánea.
Se formó en Recife, ciudad a la que se trasladó en 1940. Más tarde se estableció en Río de Janeiro, donde estudió para abogado, profesión que nunca ejerció, ya que se decantó muy pronto por el periodismo. A comienzos de 1953 marchó a París donde residió un año y, después de viajar por Europa, regresó a Brasil a finales de 1954. Casado con Maria Lêda de Medeiros (1923-2004), tuvo tres hijos: Patrícia, Maria de Graça y Gonçalo. A partir de 1986, ocupó el asiento número 10 de la Academia Brasileña de las Letras. A punto de cumplir noventa años, falleció en Sevilla, de forma inesperada, el 23 de diciembre de 2012, cuando se encontraba en viaje turístico por la ciudad.
Es autor de una notable obra en prosa, que incluye narrativa, ensayos, crónicas, obras autobiográficas y literatura infantil y juvenil, pero es su obra poética la que lo ha convertido en un autor de culto para numerosos lectores. Su poesía, que recupera cierto clasicismo pero con un toque personal, representa una singularidad en la literatura brasileña y resulta difícil de clasificar, como observa Marta Spagnuolo en "Lêdo Ivo: un Norte para la poesía", en Espéculo, nº 38 (UCM):
Se formó en Recife, ciudad a la que se trasladó en 1940. Más tarde se estableció en Río de Janeiro, donde estudió para abogado, profesión que nunca ejerció, ya que se decantó muy pronto por el periodismo. A comienzos de 1953 marchó a París donde residió un año y, después de viajar por Europa, regresó a Brasil a finales de 1954. Casado con Maria Lêda de Medeiros (1923-2004), tuvo tres hijos: Patrícia, Maria de Graça y Gonçalo. A partir de 1986, ocupó el asiento número 10 de la Academia Brasileña de las Letras. A punto de cumplir noventa años, falleció en Sevilla, de forma inesperada, el 23 de diciembre de 2012, cuando se encontraba en viaje turístico por la ciudad.
Es autor de una notable obra en prosa, que incluye narrativa, ensayos, crónicas, obras autobiográficas y literatura infantil y juvenil, pero es su obra poética la que lo ha convertido en un autor de culto para numerosos lectores. Su poesía, que recupera cierto clasicismo pero con un toque personal, representa una singularidad en la literatura brasileña y resulta difícil de clasificar, como observa Marta Spagnuolo en "Lêdo Ivo: un Norte para la poesía", en Espéculo, nº 38 (UCM):
Lêdo Ivo no es un poeta social, en el sentido único en que esa denominación suele usarse, pero todo dolor humano lo toca, lata en Río o en Chicago, así como toda estupidez humana puede volverlo mordaz y epigramático. No es un poeta arcádico, pero la naturaleza [...] es su prójimo. No es un poeta regional, pero el Nordeste cruza sus libros [...]. No es un poeta elegíaco, pero [...] todo aquel pasado iniciático, más que evocado se hace presente en imágenes y escenas de singular potencia.Es autor de más de veinte libros de poesía, de los que algunos se han traducido al castellano. En 1986 apareció en México Las pistas, traducido por Jorge Lobillo, y en 1989 Amador Palacios tradujo en España La moneda perdida (Olifante). Guadalupe Grande y Juan Carlos Mestre lo hicieron con los poemas de la antología La aldea de sal (Calambur, 2009). Réquiem, el amplio poema por el que ganó en 2010, junto a Antonio Gamoneda, el Premio Rosalía de Castro, ha sido traducido el castellano en España y América; en nuestro país fue publicado en 2009 por el Centro Cultural de la Generación del 27, en versión de Marta Spagnuolo. Antes de publicarse en Brasil, aparecieron en España Rumor nocturno (2010), Plenilunio (2010) y Calima (2011), los tres en la editorial Vaso Roto, así como los libros póstumos Aurora (Pre-Textos, 2013) y Relámpago (Valparaíso Ediciones, 2015), traducidos todos ellos por Martín López-Vega. Valparaíso publicó también Estación final. Antología 1940-2011 (2013), con selección y traducción de Mario Bojórquez.
Otro poema del autor en este blog:
Muy divertido. Es para celebrarlo, desde luego.
ResponderEliminarHe creído que se había radicado en España en su vejez pero no; la palmó en Sevilla porque estaba...de excursión. Muy propio con ese temperamento y ese semblante tan feliz.
Carlos San Miguel