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domingo, 28 de octubre de 2018

"Minúsculo suplemento al libro egipcio de los muertos", de Claude Roy

La balanza de Maat. Sección del Libro de los Muertos. Tebas, dinastía XXI,
1075-945 a. C. [www.metmuseum.org]


Minúsculo suplemento al libro egipcio de los muertos

Me gusta imaginar que emprendo el camino antes que tú
(es probable y justo que así sea)
me gusta poder imaginar que se trata en efecto
de emprender un viaje a bordo de la barca egipcia
a lo largo de las aguas privadas de cielo
luego por la comarca al envés del espejo

Y si los pesadores de almas y los guardianes del umbral
me dejasen pasar
llegaría el primero a una casa parecida
a esta en la que vivimos
Lo prepararía todo mientras espero tu llegada
La cama estaría hecha las provisiones preparadas
el fuego encendido apenas una cerilla

Una tarde llaman a la puerta  Abro Eres tú
“¿Te ha parecido mucho tiempo?”

Pero ya     al hacer la pregunta
no comprendes más el sentido de tus palabras
pues tú semejante aquí a en quien yo me he convertido
no sabemos ya qué quiere decir
la palabra tiempo

     (Publicado por Martín López-Vega en el blog Rima interna de El Cultural,
11 de noviembre de 2013)

Claude Roy [www.ina.fra]

Claude Roy (Charentais, 1915-París, 1997) fue escritor, periodista y crítico de arte francés, además de gran viajero y traductor de poesía china. Hijo de un pintor español, fue compañero de estudios y amigo de François Mitterrand. Se encontraba prestando el servicio militar cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, por lo que fue movilizado. Fue hecho prisionero en junio de 1940, pero en octubre se evadió y alcanzó la zona libre. En 1941 se unió a la Resistencia, de la que formaba parte el poeta Louis Aragon, quien lo persuadió para que se uniera al Partido Comunista (PCF) en 1943. Fue corresponsal de guerra durante la campaña en Alemania. En 1956 rompió con el PCF, por su desacuerdo con la intervención soviética en Hungría. En 1957 comenzó sus colaboraciones con el semanario France Observateur (después, Nouvelle Observateur), en las que expuso sus posiciones antisoviéticas y se manifestó contra la guerra de Argelia. Fue también cronista de Libération, el periódico fundado por Sartre en 1973, y miembro del comité de lectura de la editorial Gallimard hasta su muerte. Se casó en segundas nupcias con la actriz y dramaturga Loleh Bellon (1925-1999), divorciada del escritor español Jorge Semprún (1923-2011). Su vida estuvo marcada por la guerra ("Nacido en la guerra, en 1915, la conciencia de ser hombre me vino viendo sucederse las guerras."), la política ("la pesadilla de la historia") y la enfermedad (se le detectó un cáncer de pulmón en 1983). 

Es autor de una importante obra, que incluye poesía, crítica, memorias, narrativa, libros de viajes y libros para niños. Destacan sus libros de viajes (Clés pour la Chine), las novelas (Le malheur d'aimer, Le soleil sour la terre), su autobiografía en tres tomos (Moi je, Nous y Somme toute), y los seis tomos de diarios (Reencontres des jours) que dio a la imprenta desde 1983 hasta su muerte (mezcla de reflexiones, historias, diarios de viaje, poemas y aforismos), así como su obra ensayística, especialmente sus estudios sobre Balthus y Picasso.

De la veintena de poemarios que compuso, Martín López-Vega (en www.epdlp.com) destaca À la lisière du temps (1984), Le voyage d'automne (1987), Le noir de l'aube (1990) y Les pas du silence (1993). López-Vega describe la poesía de Claude Roy como una poesía elegíaca de factura sencilla, con enorme presencia de lo autobiográfico y en la que la muerte es el tema fundamental, una muerte "vista desde la ignorancia del día siguiente", como ocurre en el poema elegido. Y añade:
La certeza de la muerte lleva al autor a elaborar un carpe diem melancólico, porque no se trata sólo de una celebración del presente, sino sobre todo de un intento de llenarlo con instantes felices recobrados del pasado. Claude Roy quiere cantar el amor y la felicidad, y en sus poemas aparecen transparentes otros temas: la angustia, el tiempo, la muerte.
Su obra fue reconocida con importantes galardones, entre ellos, el primer Premio Goncourt de poesía en 1985, el Premio Guillaume Apollinaire en 1995, y el Premio Valery Larbaud para ensayos en 1996.

1 comentario:

  1. Fantástico este Paraíso tan doméstico que imaginaron los egipcios. Aunque un poco pesadillesco porque ¿quién quiere pasar una eternidad sufriendo la misma rutina del hogar. Ante eso, espero que el alma sólo sean una serie de chispazos eléctricos neuronales.
    Carlos San Miguel

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