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LA MUJER DE BLANCO
Cuando les conté que había visto a una señora vestida de blanco vagando entre las lápidas, un helado silencio de almas en pena nos sobrecogió. ¿Por qué seguía volviendo después de tantas bendiciones, conjuros y exorcismos? Después de todo la mujer de blanco era una aparición amable, siempre con un ramo en los brazos y como flotando a través de la niebla, pero igual nos abalanzamos sobre ella en cuanto pasó delante de la cripta. Nunca más regresó a dejar flores en el viejo cementerio.
LAS RELIQUIAS
Cuando la madre Angelines murió, las campanas del convento doblaron mientras un delicado perfume se esparcía por todo el claustro desde su celda. "Son las señales de su santidad", proclamó sobrecogida la madre superiora.
"Nuestro tesoro será descubierto y ahora el populacho vendrá en busca de reliquias y el obispo nos quitará su divino cuerpo". Después del santo rosario nos arrodillamos junto a ella. Hasta sus huesos eran dulces.
LA CUEVA
Cuando era niño me encantaba jugar con mis hermanas debajo de las colchas de la cama de mis papás. A veces jugábamos a que era una tienda de campaña y otras nos creíamos que era un iglú en medio del polo, aunque el juego más bonito era el de la cueva. ¡Qué grande era la cama de mis papás! Una vez cogí la linterna de la mesa de noche y le dije a mis hermanas que me iba a explorar el fondo de la cueva. Al principio se reían, después se pusieron nerviosas y terminaron llamándome a gritos. Pero no les hice caso y seguí arrastrándome hasta que dejé de oír sus chillidos. La cueva era enorme y cuando se gastaron las pilas ya fue imposible volver. No sé cuántos años han pasado desde entonces porque mi pijama ya no me queda y lo tengo que llevar amarrado como Tarzán.
He oído que mamá ha muerto.
LAS RELIQUIAS
Cuando la madre Angelines murió, las campanas del convento doblaron mientras un delicado perfume se esparcía por todo el claustro desde su celda. "Son las señales de su santidad", proclamó sobrecogida la madre superiora.
"Nuestro tesoro será descubierto y ahora el populacho vendrá en busca de reliquias y el obispo nos quitará su divino cuerpo". Después del santo rosario nos arrodillamos junto a ella. Hasta sus huesos eran dulces.
LA CUEVA
Cuando era niño me encantaba jugar con mis hermanas debajo de las colchas de la cama de mis papás. A veces jugábamos a que era una tienda de campaña y otras nos creíamos que era un iglú en medio del polo, aunque el juego más bonito era el de la cueva. ¡Qué grande era la cama de mis papás! Una vez cogí la linterna de la mesa de noche y le dije a mis hermanas que me iba a explorar el fondo de la cueva. Al principio se reían, después se pusieron nerviosas y terminaron llamándome a gritos. Pero no les hice caso y seguí arrastrándome hasta que dejé de oír sus chillidos. La cueva era enorme y cuando se gastaron las pilas ya fue imposible volver. No sé cuántos años han pasado desde entonces porque mi pijama ya no me queda y lo tengo que llevar amarrado como Tarzán.
He oído que mamá ha muerto.
De Ajuar funerario, Páginas de Espuma, 2004
Fernando Iwasaki Cauti (Lima, Perú, 1961) es narrador, ensayista, crítico e historiador. Hijo de un coronel del Ejército peruano y nieto de un japonés afincado en Lima, es el segundo de siete hermanos. Estudió en el colegio de los hermanos maristas Marcelino Champagnat (en el que Vargas Llosa situó parte de la acción de Los cachorros), en el exclusivo distrito limeño de Miraflores, y en la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUC), donde posteriormente fue docente en la cátedra de Historia de Perú entre 1983 y 1984. Tras obtener una beca de investigación en 1984, se instaló en Sevilla, donde se dedicó a la investigación en el Archivo General de Indias, hasta enero de 1986. En este año contrae matrimonio en Lima con la artista sevillana María Ángeles Cordero Moguel (Marle), con quien tendrá tres hijos, y gana una plaza como profesor titular en el Departamento de Humanidades de la PUC, donde impartirá clases hasta su traslado a Sevilla en 1989. En esta ciudad reside actualmente y se doctoró en Historia de América en la Universidad Pablo de Olavide, con la tesis Lo maravilloso y lo imaginario en la Lima colonial.
Como especialista en gestión cultural ha dirigido el área de cultura de la Fundación San Telmo de Sevilla, fue director de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril contra el terrorismo (1998-2001) y del Aula de Cultura de ABC de Sevilla. Desde 1995 dirige la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco. Ha sido colaborador de La Prensa (1983-1984), Expreso (1986-1989), Diario 16 (1991-1996), El País (1997-1998), La Razón (1998-2000), Diario de Sevilla (1999-2000), El Mercurio de Chile (2005-2014) y del suplemento literario Laberinto, del diario mexicano Milenio (2006-2010); actualmente es columnista del diario ABC para sus ediciones de Madrid y Sevilla. Dirigió la revista literaria Renacimiento, de Sevilla, desde 1996 hasta su desaparición en 2000. Es socio de honor de Nocte, la Asociación Española de Escritores de Terror. Desde 2015 imparte clases de Retórica y Comunicación argumentativa en la Universidad Loyola Andalucía.
Como creador literario se ha centrado principalmente en el relato breve, con libros como Tres noches de corbata (1987), A Troya, Helena (1993), Inquisiciones peruanas (1994, 2007), Un milagro informal (2003), Ajuar funerario (2004), Helarte de amar (2006), España, aparta de mí estos premios (2009), Papel carbón. Cuentos 1983-1993 (2012) y la antología Es difícil hacer el amor (humor) pero se hace (La Habana, 2014) ; pero también ha publicado las novelas Libro de mal amor (2001) y Neguijón (2005). Sus relatos han sido recogidos en varias antología de España y América Latina. Ha sido traducido al ruso, inglés, francés, italiano, rumano y coreano.
Es autor, asimismo, de varios ensayos, como Nación peruana: entelequia o utopía (1988), Mario Vargas Llosa, entre la libertad y el infierno (1992), El descubrimiento de España (1996), Mi poncho es un kimono flamenco (2005), rePUBLICANOS. Cuando dejamos de ser realistas (2008, VI Premio Algaba de Ensayo), Nabokovia Peruviana (2011) o Mínimo común literario (Lima, 2015), así como de libros de crónicas: El sentimiento trágico de la liga (1995), La caja de pan duro (2000), Sevilla, sin mapa (2010), Una declaración de humor (2012, Premio Bodegas Olarra-Café Bretón), Desleídos y efervescentes (Santiago de Chile, 2013), El laberinto de los cincuenta (México, 2014) y Somos libros, seámoslo siempre (2014). Además, ha editado la antología de relatos andaluces Macondo boca arriba (México, 2006) y coeditado, con Jorge Volpi, los Cuentos completos de Edgar Allan Poe (2008) y con Gustavo Guerrero, la antología de cuento latinoamericano Les bonnes nouvelles de l'Amérique latine (París, 2010).
Ha recibido también los siguientes premios: tercer premio en la IV Bienal del Cuento Copé, con el relato "El tiempo del mito" (1985); Premio Nacional de Ensayo Alberto Ulloa con el trabajo "Ambulantes y comercio colonial: dinámica social de un proceso de conflicto" (1987); I Premio de Periodismo de la Fundación de Fútbol Profesional, en 1994; en 1996, el Conference on Latin American History Grant Award (Nueva York) por un artículo publicado en la revista Hispanic American Historical Review; en 1998 gana la X Bienal de Cuento Copé con el relato "El derby de los penúltimos", y en 2015, el premio "Don Quijote" de la XXXII edición de los Premios Rey de España de Periodismo, por el ensayo "La Mancha Extraterritorial", publicado en el diario chileno El Mercurio.
Fernando Iwasaki (2017) |
Como especialista en gestión cultural ha dirigido el área de cultura de la Fundación San Telmo de Sevilla, fue director de la Fundación Alberto Jiménez-Becerril contra el terrorismo (1998-2001) y del Aula de Cultura de ABC de Sevilla. Desde 1995 dirige la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco. Ha sido colaborador de La Prensa (1983-1984), Expreso (1986-1989), Diario 16 (1991-1996), El País (1997-1998), La Razón (1998-2000), Diario de Sevilla (1999-2000), El Mercurio de Chile (2005-2014) y del suplemento literario Laberinto, del diario mexicano Milenio (2006-2010); actualmente es columnista del diario ABC para sus ediciones de Madrid y Sevilla. Dirigió la revista literaria Renacimiento, de Sevilla, desde 1996 hasta su desaparición en 2000. Es socio de honor de Nocte, la Asociación Española de Escritores de Terror. Desde 2015 imparte clases de Retórica y Comunicación argumentativa en la Universidad Loyola Andalucía.
Como creador literario se ha centrado principalmente en el relato breve, con libros como Tres noches de corbata (1987), A Troya, Helena (1993), Inquisiciones peruanas (1994, 2007), Un milagro informal (2003), Ajuar funerario (2004), Helarte de amar (2006), España, aparta de mí estos premios (2009), Papel carbón. Cuentos 1983-1993 (2012) y la antología Es difícil hacer el amor (humor) pero se hace (La Habana, 2014) ; pero también ha publicado las novelas Libro de mal amor (2001) y Neguijón (2005). Sus relatos han sido recogidos en varias antología de España y América Latina. Ha sido traducido al ruso, inglés, francés, italiano, rumano y coreano.
Es autor, asimismo, de varios ensayos, como Nación peruana: entelequia o utopía (1988), Mario Vargas Llosa, entre la libertad y el infierno (1992), El descubrimiento de España (1996), Mi poncho es un kimono flamenco (2005), rePUBLICANOS. Cuando dejamos de ser realistas (2008, VI Premio Algaba de Ensayo), Nabokovia Peruviana (2011) o Mínimo común literario (Lima, 2015), así como de libros de crónicas: El sentimiento trágico de la liga (1995), La caja de pan duro (2000), Sevilla, sin mapa (2010), Una declaración de humor (2012, Premio Bodegas Olarra-Café Bretón), Desleídos y efervescentes (Santiago de Chile, 2013), El laberinto de los cincuenta (México, 2014) y Somos libros, seámoslo siempre (2014). Además, ha editado la antología de relatos andaluces Macondo boca arriba (México, 2006) y coeditado, con Jorge Volpi, los Cuentos completos de Edgar Allan Poe (2008) y con Gustavo Guerrero, la antología de cuento latinoamericano Les bonnes nouvelles de l'Amérique latine (París, 2010).
Ha recibido también los siguientes premios: tercer premio en la IV Bienal del Cuento Copé, con el relato "El tiempo del mito" (1985); Premio Nacional de Ensayo Alberto Ulloa con el trabajo "Ambulantes y comercio colonial: dinámica social de un proceso de conflicto" (1987); I Premio de Periodismo de la Fundación de Fútbol Profesional, en 1994; en 1996, el Conference on Latin American History Grant Award (Nueva York) por un artículo publicado en la revista Hispanic American Historical Review; en 1998 gana la X Bienal de Cuento Copé con el relato "El derby de los penúltimos", y en 2015, el premio "Don Quijote" de la XXXII edición de los Premios Rey de España de Periodismo, por el ensayo "La Mancha Extraterritorial", publicado en el diario chileno El Mercurio.
Huy, no sé si los textos hacen justicia a tamaño currículum...
ResponderEliminarCarlos San Miguel