Johann Christian Friedrich Hölderlin, poeta, novelista y dramaturgo, es una de las más destacadas figuras del romanticismo alemán. Hijo del administrador de un humilde seminario luterano, nació en una aldea de
Suabia en 1770. Destinado a la carrera teológica, pasó por diversos seminarios antes de ingresar en el de Tubinga, donde permaneció cinco años. Allí estudió la cultura clásica y trabó amistad con los futuros filósofos Schelling y Hegel, con quienes compartirá entusiasmo ante la Revolución Francesa. También escribió sus primeros poemas, en la huella de Schiller, por quien sintió una profunda admiración. En 1793 abandona el seminario y se emplea como preceptor de familias adineradas, entre ellas la del banquero Gontard, con cuya esposa, Susette, inspiradora de sus Poemas a Diótima, mantuvo una relación amorosa. En 1798 abandona su trabajo, y durante un tiempo se dedica a actividades de tipo político, publica su novela Hiperión o el eremita de Grecia y traduce textos griegos. A partir de 1801 empiezan a manifestarse en él síntomas de locura que obligan a internarlo en una clínica de Tubinga en 1806. Al año siguiente es recogido por el ebanista Zimmer, admirador de su obra, en cuya casa -una torre construida en el siglo XIII, reconstruida y con magníficas vistas al río Nektar- muere en 1843. Entre sus poemas destacan sus grandes elegías: Stuttgard, Pan y vino y El Archipiélago. Su poesía es expresión del malestar romántico, el anhelo de evasión de un mundo doloroso, en el que el poeta se siente desterrado, hacia un ideal paradisíaco reflejado en el mundo griego clásico.
Suabia en 1770. Destinado a la carrera teológica, pasó por diversos seminarios antes de ingresar en el de Tubinga, donde permaneció cinco años. Allí estudió la cultura clásica y trabó amistad con los futuros filósofos Schelling y Hegel, con quienes compartirá entusiasmo ante la Revolución Francesa. También escribió sus primeros poemas, en la huella de Schiller, por quien sintió una profunda admiración. En 1793 abandona el seminario y se emplea como preceptor de familias adineradas, entre ellas la del banquero Gontard, con cuya esposa, Susette, inspiradora de sus Poemas a Diótima, mantuvo una relación amorosa. En 1798 abandona su trabajo, y durante un tiempo se dedica a actividades de tipo político, publica su novela Hiperión o el eremita de Grecia y traduce textos griegos. A partir de 1801 empiezan a manifestarse en él síntomas de locura que obligan a internarlo en una clínica de Tubinga en 1806. Al año siguiente es recogido por el ebanista Zimmer, admirador de su obra, en cuya casa -una torre construida en el siglo XIII, reconstruida y con magníficas vistas al río Nektar- muere en 1843. Entre sus poemas destacan sus grandes elegías: Stuttgard, Pan y vino y El Archipiélago. Su poesía es expresión del malestar romántico, el anhelo de evasión de un mundo doloroso, en el que el poeta se siente desterrado, hacia un ideal paradisíaco reflejado en el mundo griego clásico.
Pan y vino, la más extensa de las elegías de Hölderlin (160 versos), pertenece a su etapa de madurez, años 1800-1801, si bien se revisó posteriormente y no se publicó hasta 1894. Consta de nueve estrofas, formadas por dísticos y agrupadas de tres en tres. Trata sobre la ausencia de lo divino en el mundo: los dioses se han ido porque no pueden habitar en un mundo dominado por el pensamiento calculador y la adoración por la ciencia. En ese mundo la vocación del poeta es transmitir al pueblo el mensaje de los dioses recibido en signos que solo él puede descifrar. El poeta es, pues, un extraño en una época en que el ser humano vive impoéticamente, permitiendo así la fuga de los dioses.
Toda la composición está impregnada por el contraste entre el día y la noche, que representa la oposición entre el tiempo lleno de Dios y el tiempo sin Dios: la noche se convierte en el presente incumplido y el día hace referencia al tiempo cumplido y brillante de la antigüedad griega, pero también a un anhelado tiempo futuro de plenitud. La oposición entre el día y la noche conecta con los sentimientos de tristeza y alegría, claves también en el poema, de modo que se entrelazan el tono elegíaco y el himno (alegría por la presencia de lo divino). En el centro del poema está Dionisos, el dios del vino en la mitología griega (el título original era Der Weingott, "el dios del vino"). También es el dios de la noche, del entusiasmo dionisíaco, de la locura inspirada y de la alegría. El poema relaciona elementos de la religiosidad órfica con elementos del cristianismo. Así, los términos pan y vino del título simbolizan no sólo el pan y el vino de la liturgia cristiana sino también los dones de Deméter y Dionisos.
La Torre Hölderlin, donde vivió el poeta, en Tubinga, en una imagen de 1955. ULLSTEIN BILD (GETTY) |
-Puedes leer un poema "La ventana de Hölderlin", de Belén Gache: AQUÍ.
Éste preparaba el camino a Lord Byron, pues...
ResponderEliminarCarlos San Miguel