Blanca Langa (Zaragoza, 1958), poeta, pasó su infancia en Montón de Jiloca, población próxima a Calatayud donde despertó su pasión por la lectura y descubrió que quería dedicarse a la enseñanza. Cursó Bachillerato en el Instituto "Miguel Primo de Rivera" (hoy "Leonardo Chabacier") de Calatayud y, posteriormente, estudió Magisterio en la ciudad de Soria, uno de sus paraísos perdidos. Su trabajo como docente la ha llevado a diversas poblaciones del territorio nacional.
Se inició muy temprano en la poesía: con veinte años consiguió el Premio Gerardo Diego de Poesía 1988 -IV para Noveles- con Cementerio de gorriones (1989), un libro sobre recuerdos de la infancia. Su segundo libro, Tal vez
sea la luz (1996) recoge el poema “Las últimas palabras”, premiado en el “Concurso literario para
personal del MEC, 1996″. Con Franjas
de sombra consigue el Premio de Poesía “Santa Isabel de Aragón, reina de Portugal”, 1999. Ha sido incluida en Poemas
a viva voz III (Institución “Fernando el Católico”, 1994), La otra
voz. Poesía femenina en La Rioja (1982-2005), 2005, y en Segunda noticia y antología de poetas bilbilitanos (2005), de Antonio Sánchez Portero. Es autora también de cuentos infantiles y relatos.
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Acabo de ver que habíais publicado un poema mío y me ha hecho ilusión. Os doy las gracias. Felicidades por un blog tan estupendo. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Blanca. A nosotros también nos hace mucha ilusión contarte entre nuestros seguidores.
EliminarUn saludo.
Y para disfrute de todos, conviene recordar que Cementerio de gorriones fue reeditado en una edición muy particular en 2011 (www.setelee.com
ResponderEliminarMe asombra la cantidad de poetas y literatos aragoneses que descubres aquí...
ResponderEliminar¡Ah, la infancia...! Una infancia feliz y despreocupada es todo un tesoro que, a muchos, nos permite creer que sí, que la felicidad existe y no es un mito.
Carlos San Miguel