El dulce daño es el segundo poemario de Alfonsina Storni (1892-1938). Pertenece, por tanto, a su primera etapa, en la que los estudiosos de su obra perciben influencias de los románticos y los modernistas. Con veintiséis años, Alfonsina había publicado ya dos libros de poemas y se había convertido en una escritora de éxito, que agotaba las ediciones de su libros, enormemente populares, sobre todo entre las mujeres jóvenes de diversos sectores sociales. Pero también había sufrido un doloroso desengaño amoroso y la censura social cuando en 1912, a los veinte años, dio a luz a su hijo Alejandro, fruto de su relación con un hombre casado, y se convirtió en madre soltera, lo que la llevó a abandonar la ciudad de Rosario para trasladarse a Buenos Aires.
De forma que, como ha explicado María Vicens*, la figura de Alfonsina va asociada en sus inicios tanto al éxito como al escándalo:
"y ambas dimensiones se entrecruzarán en dos aspectos centrales de sus primeros libros: la temática erótico-amatoria y la superposición del yo poético y la historia de su vida, lectura que propone ella misma desde sus dedicatorias y prefacios".
Sus vivencias personales, además de proporcionarle materia para su poesía, le hicieron tomar conciencia muy tempranamente de la desigual relación entre los sexos, algo contra lo que se rebela y denuncia en poemas como el seleccionado. "Tú me quieres blanca" alcanzará pronto notoriedad y será relacionado con otro poema muy conocido: "Hombres necios que acusáis...", de Sor Juana Inés de la Cruz, ambos compuestos desde una perspectiva feminista, si bien el de Storni se caracteriza por un tono más personal. En él, un yo lírico femenino se dirige a un tú masculino ("buen hombre") para reprocharle sus exigencias de castidad y pureza en la mujer mientras él se entrega a todos los placeres sin ningún tipo de censura. Solo cuando el hombre se haya purificado y redimido, cuando su conducta sea irreprochable, puede exigir lo mismo en la mujer.
-Puedes leer un comentario del poema: Aquí.
*María Vicens, "Poesía, público y mercado: Alfonsina Storni en la Cooperativa Editorial de Buenos Aires". Telar 22 (enero-junio/2019)
[Imagen: Interflora]
¡Y con toda la razón del mundo! ¡Qué absurdo hipócrita ha gobernado el mundo quizá desde los matriarcados primitivos... y lo malo es que -viendo el comportamiento de algunos y algunas jóvenes relacionados en muchos casos con ideas pandilleras importadas de Sudámerica (reguetón y todas esas sandeces), y no sé en qué grado con el de otras culturas como la musulmana- se extienden peligrosamente estas creencias retrógradas e ilógicas que aquí logramos atemperar algo... Y es que está visto que se debe disciplinar en valores que la mayor parte del personal puede considerar como positivos en una sociedad igualitaria y progresista, a la juventud desde pequeños ( y a los padres, obviamente), con una firmeza que el Estado ha olvidado equivocadamente, confundiendo libertad con un libertinaje que nos está llevando a la decadencia ética.
ResponderEliminarCarlos San Miguel
Ah, y que me han gustado mucho esas imágenes poéticas como la de la corola cerrada inmune al rayo de luna que no se haya filtrado por ella. Y esa indignación que se trasluce a lo largo del poema ("¡Dios te lo perdone") y su exigencia final tan digna.
ResponderEliminarCarlos