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André Bertoneusque, Sobre el mar
LO DE ENTONCES
Siempre el mar, siempre el mar. Regresando entre las manos
de mi padre, los brazos de Gloria, con cicatrices, los planes. La
frente en su gran esponja, un nácar absoluto para barrer todo
el dolor. Tarde veteada, llena de brillos cegadores, bebida en
limonadas, y la imagen de una mujer de otra parte, alguien con
quien se proyectó lo definitivo, el espectro de la vida en común.
Tendremos en el cuarto una ventana hacia el jardín y tú serás
extranjera y yo me habré olvidado de mí mismo.
De Zonas, 1970
Sé
que si no llego a ser nadie
habré perdido mi vida.
De Notaciones, 1973
Si el poema no nace, pero es real tu vida,
eres su encarnación.
Habitas
en su sombra inconquistable.
Te acompaña
diamante incumplido.
De Una isla, 1958
En Obra entera. Poesía y prosa (1958-1995),
Pre-Textos, 2007
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AQUÍ.
Caray... incomprensibles; bueno, no lo sé; captó la paradoja del segundo y la intención del tercero...¡pero el primero se las trae!
ResponderEliminarMucho mejor "Derrota"
Carlos San Miguel