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domingo, 1 de febrero de 2015

" Museo Británico" ( Βρετανικό μουσείο), de Kikí Dimulá


Cariátide (Museo Británico)


MUSEO BRITÁNICO

(Los mármoles de Elgin)

En la fría sala del Museo 
contemplo
la bella y solitaria Cariátide robada.
La sombría dulzura en su mirada
con insistencia dirige
al vigoroso cuerpo de Dioniso
(en voluptuosa postura cincelado)
que apenas dista dos pasos.
La mirada de él se ha posado
en el rotundo talle de la joven.
Sospecho que estos dos mantienen
un prolongado idilio.
Y así, cuando al atardecer la sala se vacía
de tantos visitantes ruidosos,
imagino a Dioniso
alzarse con sigilo de su puesto
para no levantar sospechas
de los vecinos relieves y estatuas,
y, todo pasión, lanzarse
a doblegar el pudor de la Cariátide 
con vino y caricias.

Pero puede que me equivoque.
Quizá otra relación les una
más fuerte, más dolorosa:
En las veladas invernales
y en las deliciosas noches de agosto
los veo
bajar de sus altos pedestales,
olvidando el formal gesto diurno,
y, entre suspiros y lágrimas de nostalgia,
reconstruir con pasión en su memoria
los Partenones y Erecteones que les fueron arrebatados.

Dioniso, del frontón oriental del Partenón


VERSIÓN ORIGINAL EN GRIEGO:

        Βρετανικό μουσείο

       (Ελγίνου μάρμαρα)

Στην ψυχρή του Μουσείου αίθουσα
την κλεμμένη, ωραία, κοιτώ
μοναχή Καρυάτιδα.
Το σκοτεινό γλυκύ της βλέμμα
επίμονα εστραμμένο έχει
στο σφριγηλό του Διονύσου σώμα
(σε στάση ηδυπαθείας σμιλευμένο)
που δυό βήματα μόνον απέχει.
Το βλέμμα το δικό του έχει πέσει
στη δυνατή της κόρης μέση.
Πολυετές ειδύλλιον υποπτεύομαι|
τους δυό αυτούς να 'χει ενώσει.
Κι έτσι, όταν το βράδυ η αίθουσα αδειάζει
απ' τους πολλούς, τους θορυβώδεις επισκέπτες,
τον Διόνυσο φαντάζομαι
προσεκτικά απ' τη θέση του να εγείρεται
των διπλανών γλυπτών και αγαλμάτων
την υποψία μην κινήσει,
κι όλος παλμό να σύρεται
τη συστολή της Καρυάτιδας
με οίνον και με χάδια να λυγίσει.
Δεν αποκλείεται όμως έξω να 'χω πέσει.
Μιαν άλλη σχέση ίσως να τους δένει
πιο δυνατή, πιο πονεμένη:
Τις χειμωνιάτικες βραδιές
και τις εξαίσιες του Αυγούστου νύχτες
τους βλέπω,
απ' τα ψηλά να κατεβαίνουν βάθρα τους,
της μέρας αποβάλλοντας το τυπικό τους ύφος,
με νοσταλγίας στεναγμούς και δάκρυα
τους Παρθενώνες και τα Ερεχθεία που στερήθηκαν
στη μνήμη τους με πάθος ν' ανεγείρουν.

De La pasión de la lluvia, Point de Lunettes,
 2013, pp. 22-25.Traducción del grupo
 Πέμπτη στις πεντε

Kikí Dimulá (Atenas, 1931) está considerada la más  grande poetisa griega después de Safo. Trabajó como administrativa en el Banco de Grecia y contrajo matrimonio con el matemático y poeta Athos Dimulás (1921-1985), con quien tuvo dos hijos. Premio Nacional de Poesía de su país y primera mujer miembro de la Academia de Atenas, su obra ha sido reconocida, además, con los premios Kostas, Elenis Ouranis y el Premio Europeo de Literatura 2009, que distingue la obra completa de un escritor europeo de talla internacional.

Es autora de una poesía muy personal que sorprende al lector por su lenguaje innovador, retorciendo la frase y usando el léxico de un modo nada convencional,  añadiendo nuevos matices. La ausencia, la pérdida, la soledad y el tiempo se encuentran entre los temas constantes de su producción. Ha publicado, entre otros poemarios,  Poemas (1952), Sobre la pista (1963), Adiós nunca (Premio Nacional de Poesía 1989), La adolescencia del olvido (Premio de la Fundación Urani de la Academia de Atenas 1995), Un minuto juntos (1998), El sonido de la partida (2005), El césped del invernadero (2005), Nos trasladamos al local de al lado (2007) y Hallazgos (2010).

La pasión de la lluvia es una antología bilingüe  que, en treinta y cuatro poemas,  traza un recorrido por los cincuenta años de producción poética de Dimulá. El poema elegido, que tiene también algo de denuncia,  trata el tema de la nostalgia, encarnada en la cariátide procedente del Erecteon (o Erecteion) y el relieve de Dionisos del Partenón, que cobran vida cuando la sala del museo  queda vacía y recuerdan entre lágrimas los templos de donde fueron arrebatados. Ambas piezas forman parte de los mármoles de Elgin (subtítulo del poema), conjunto  de esculturas y relieves procedente de varios edificios de la Acrópolis de Atenas (del Partenón, principalmente) expuesto desde 1939 en una sala del Museo Británico de Londres. Los mármoles de Elgin se retiraron de los edificios atenienses y fueron llevados a Inglaterra en los primeros años del siglo XIX por orden de Thomas Bruce (1766-1841), conde de Elgin,  con autorización, supuestamente, del sultán del Imperio Otomano, del que entonces formaba parte Grecia. Tras unos años almacenados en penosas condiciones, en 1916 fueron adquiridos por el Gobierno inglés. Grecia lleva más de cuarenta años reclamando su devolución. 



3 comentarios:

  1. Espero que algún día la Cariátide y Dioniso dejen de sentir nostalgia de su hogar, del que los arrebataron a la fuerza y lejos del cual los tienen todavía secuestrados, escudándose en argumentos tan falaces como aquel que los raptó.

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  2. Ojalá sea así y un día regresen a Atenas.

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  3. Jajaja Por un lado me divierte, y por otro, me indigna y apena ese expolio de nuestra madre Grecia.
    Ayer mismo pusieron un documental sobre los artesonados mudéjares españoles (muchos aragoneses, de Teruel, Barbastro, Calatayud,Tarazona...) expoliados en los años veinte por cuatro perras por un agente sin escrúpulos y que pasaba por insigne hispanista amante de nuestro país, para el Hearts ése de la prensa norteamericana que en 1898 había invitado a la opinión pública estadounidense contra España...¡Qué rabia y qué impotencia! ¡Y desde luego, los más culpables los propietarios, funcionarios y autoridades españoles.
    Me sorprende que en 2800 años de historia, esta señora sea la segunda poetisa en importancia griega ¿de verdad no ha habido más
    Carlos San Miguel

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