Adonis, seudónimo del sirio-libanés Ali Áhmed Saíd Ésber, es uno de los más importantes autores en lengua árabe de la actualidad. Nació en Al Qassabin, una aldea situada en la región litoral de Lataquía, en el norte de Siria, en 1930. Cursó estudios primarios y secundarios bilingües en árabe y francés, y siguió estudios universitarios en la Facultad de Letras de Damasco. En 1954 fue encarcelado por sus actividades políticas. Dos años más tarde se establece en Beirut y en 1962 adopta la nacionalidad libanesa. En 1957 fundó 'Poesía', revista poética de vanguardia de enorme importancia en el desarrollo de la nueva poesía árabe de los 50. En 1961 estudió en París con una beca y regresó después a Líbano, donde fue redactor literario del diario más importante del país. Permaneció en Líbano durante la década de la guerra civil (1975-1985). Fue catedrático de literatura árabe en la Universidad del Líbano (1970-1985) y profesor visitante de la de Damasco (1976). En 1985 se trasladó a París, donde reside y donde fue profesor en La Sorbona y en el Colegio de Francia.
Poeta, ensayista y traductor, de su amplia obra poética destacan Canciones de Mihyar el de Damasco (1961), Libro de las huidas y mudanzas por los climas del día y de la noche (1965), Este es mi nombre (1971) y los tres tomos de El Libro (1995-2002). Su obra ha sido galardonada con numerosos premios, entre ellos, el Nâzim Hikmet (1994), el Struga (1997) y el Nonino (1999). Desde hace años su nombre suena como uno de los aspirantes a recibir el Premio Nobel de Literatura.
"Epitafio para Nueva York" es un poema dividido en diez partes compuesto en 1971 e incorporado después a Este es mi nombre. Se trata de un texto experimental en el que, en palabras de Federico Arbós, "sitúa su escritura en una encrucijada múltiple de culturas y lecturas, de posturas vitales, estéticas e ideológicas" y donde Walt Whitman y el Federico García Lorca de Poeta en Nueva York están muy presentes. "Las imágenes 'fotografían' la crueldad, la confusión, la insolidaridad de la Gran Manzana, urbe por excelencia del siglo xx, descarnada pero atrayente, vital y desmesurada." Los fragmentos seleccionados pertenecen a las partes I, IV y VIII, respectivamente.
Qué extraño se hace hoy en día leer a un árabe, supongo que musulmán, cantar a Nueva York...
ResponderEliminarCarlos San Miguel