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domingo, 23 de junio de 2024

"Solsticio", de Louise Glück

 



Solsticio

Cada año, en esta misma fecha, llega el solsticio de verano.
Luz suprema: hacemos planes para esto,
el día en que nos decimos
que el tiempo es en efecto muy largo, casi infinito.
Y en lo que leemos o escribimos, optamos
por lo celebratorio, por lo eufórico.

Hay en esos rituales algo aparte de asombro:
hay también una especie de enorgullecimiento,
como si el talento humano hubiera tenido parte en estos
     preparativos
y encontráramos satisfactorio el resultado.

Lo que sigue a la luz es lo que la precede:
un momento de equilibrio, de oscura equivalencia.

Pero esta noche nos quedamos en el jardín, sentados en
    las sillas de lona
hasta muy tarde, entrada ya la noche:
¿por qué mirar al futuro o al pasado?
Por qué vernos obligados a recordar:
lo llevamos en la sangre, este conocimiento.
La brevedad de los días; la oscuridad, el frío del invierno.
Lo llevamos en la sangre y en los huesos; en nuestra historia.
Hay que tener un don para olvidar estas cosas.

(De Las siete edades, trad. de Andrés Catalán, Visor, 2023)


Escrito en 2001, el noveno libro de la poeta estadounidense Louise Glück (Nueva York, 1943-Cambridge, Massachusetts, 2023), Premio Nobel de Literatura 2020, continúa la línea de su anterior libro, Vita Nova (1999). De este modo su discurso se desnuda de las referencias mitológicas y de la distancia oracular de otros libros para conectar de forma más directa y personal con el cuerpo y la experiencia sensual. Tomando el título del discurso sobre las siete edades del hombre de la comedia de William  Shakespeare Como gustéis, la poeta indaga una vez más en su propia vida, recorriéndola desde la infancia a la madurez, a la vez que no deja de preguntarse: "¿Por qué no? ¿Por qué no? ¿Por qué no deberían mis poemas imitar mi vida?". Así, tanto los poemas sobre la infancia compartida con su hermana como los que exploran su vida adulta dan muestra de la lucha de la poeta contra el instinto de trascender lo ordinario para en cambio aceptar "lo parcial, lo cambiante, lo mutable...", es decir, la vida tal y como es, la inmensidad de los detalles domésticos, no menos paradójicos o contradictorios por cercanos o cotidianos: bajo el verano luminoso de los poemas acecha la muerte inevitable de la misma manera que Shakespeare certificaba en su comedia cómo "hora tras hora, maduramos y maduramos / y también, hora tras hora, nos pudrimos y pudrimos".

[La información está tomada de la contraportada del libro]

-Encontrarás información sobre la autora, además de sus poemas "Eros" y "El triunfo de Aquiles": AQUÍ.

1 comentario:

  1. Sin referirme a metáfora alguna, lo malo es que el verano se ha convertido en algo terrorífico en esta parte del hemisferio norte desde hace dos o tres años... Lo que antes era una estación de ilusión y alegría, ahora es de incertidumbre y de miedo al desastre natural. Así será imposible que el verano sirva a la Poesía como motivo inspirador de felicidad y esperanza.
    ¿El poema....? Pues no me emociona mucho, la verdad. Será que he llegado a una edad en que, -ahora sí, metáfora al canto - es tal mi convicción del ineludible futuro invernal que ni me calienta el verano: ahora la vida es un largo otoño.
    Carlos San Miguel

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