De 1955 a 1959 el poeta cubano Nicolás Guillén (1902-1989) residió en París como exiliado de la dictadura de Fulgencio Batista. García Márquez cuenta en El escándalo del siglo que Guillén "padecía un destierro sin esperanzas en el Gran Hotel Saint Michel, el menos sórdido de una calle de hoteles baratos donde una pandilla de latinoamericanos y argelinos esperábamos un pasaje de regreso comiendo queso rancio y coliflores hervidas. El cuarto de Nicolás Guillén, como casi todos los del barrio Latino, eran cuatro paredes de colgaduras descoloridas, dos poltronas de peluche gastado, un lavamanos y un bidet portátil y una cama de soltero para dos personas donde habían sido felices y se habían suicidado dos amantes lúgubres de Senegal". García Márquez recordaba que Guillén conservó en París la costumbre muy cubana de despertarse (sin gallos) con los primeros gallos y de leer los periódicos junto a la lumbre del café. Luego abría la ventana y despertaba a toda la calle gritando las últimas noticias de América latina, traducidas del francés y en "jerga" cubana. El día 1 de enero de 1959 gritó una noticia única: "Cayó el hombre". Así anunció la derrota definitiva del dictador cubano por las fuerzas rebeldes, dirigidas por Ernesto "Che" Guevara, en la batalla de Santa Clara.
Puedes escuchar "En el invierno de París" en la voz de Marta Contreras.
¿Y no lo desterraron los chovinistas parisinos? Jajaja. Ya siento no enterarme del todo porque no sé qué significan la gran mayoría de voces francesas que emplea Nicolás Guillén; pero es muy gracioso.
ResponderEliminarYa me hago cargo de lo que un caribeño debe de sufrir en el exilio en la fría Europa central; más todavía si le viene impuesto por la intolerancia política.
Lástima que aquella alegría por la caída de un dictador pronto fuera sustituida por la decepción y el dolor que llevó consigo la nueva dictadura.
Carlos San Miguel
Nourri?
ResponderEliminarSí.
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