Salvatore Quasimodo escribe "Lettera alla madre" en 1948, cuando el poeta, afincado en Milán, se encuentra lejos de su Sicilia natal, donde vive su madre, ya anciana y enferma. Más que una carta, el poema es una suerte de diálogo imaginario entre madre e hijo, en el que el yo poético expresa el profundo afecto del hijo que está lejos y siente necesidad de dar noticias a su madre. El poema se abre con la expresión latina "Mater dulcissima" que retorna en el último verso con los términos del sintagma invertidos, a modo de quiasmo: "dulcissima mater". Se trata de una expresión que, por lo general, se utiliza para dirigirse a la Virgen María y, por tanto, tiene fuertes connotaciones religiosas, impregnando al poema de un aura de sacralidad, casi de oración.
El poeta desea consolar a su madre de su soledad y, al mismo tiempo, abrir su alma a la única persona capaz de comprenderlo, como observa Alberto Frattini, quien añade que la confesión del poeta lleva a la comparación entre dos mundos y dos épocas distintas: la Sicilia mítica de su infancia, de donde huyó de noche "con un abrigo corto / y algunos versos en el bolsillo", y el norte gris y frío donde vive, "la infancia hecha fábula irrecuperable pero consoladora" y la madurez marcada por las preocupaciones.
Tras agradecer a su madre el haberle transmitido la ironía, que lo ha salvado de "llantos y dolores", se dirige a la muerte para pedirle que no toque aquello en que quedó enredado el recuerdo de su infancia, representado por el reloj de pared de la cocina, y, sobre todo, que respete "las manos y el corazón" de los ancianos. Pero la muerte no responde.
Puedes escuchar el poema "Lettera alla madre", recitado por el profesor Pippo di Bernardo.
Familia Quasimodo. De pie , a la derecha, la madre. (Club Amici Quasimodo) |
Conmueve. Formalmente, me gusta esa estructura como escenificada, en que la madre lee lo que ha escrito su hijo, piensa en él y se preocupa por su suerte (al menos eso quiere creer el poeta) y vuelve a sumergirse en la lectura para terminarla.
ResponderEliminarCarlos San Miguel