Antonio Manilla (León, 1967) es historiador, periodista y poeta español. Como periodista, colabora desde 2013 en el Diario de León con la columna Cuerpo a tierra y le han sido otorgados el Premio Nacional de Periodismo Francisco Valdés y el Premio Don Quijote. Como poeta, ha publicado Canción de amor acaso (1993), Sin recuerdos ni afanes (1994), Una clara conciencia (1997), Salón de rechazados (1998), Canción gris (2003, Premio de Poesía Emilio Prados), Momentos transversales (2007, Premio José de Espronceda), Broza (2013), El lugar en mí (Premio Ciudad de Salamanca de Poesía 2013), Sin tiempo ni añoranza (2016), En caso de duda y otros poemas de casi amor (2016) y Suavemente ribera (2019, Premio de Poesía Generación del 27). Consiguió, además, la beca Valle Inclán de literatura que concede el Ministerio de asuntos Exteriores en la Academia de España en Roma. Es autor asimismo de la biografía Un empresario modelo, sobre el magnate hispano- mexicano Antonio Fernández, así como del ensayo Ciberadaptados (2016), sobre cultura e Internet, y de la novela Todos hablan (2019, Premio Encina de Plata). También ha realizado incursiones en la literatura infantil y juvenil con los títulos Mi primer libro del Real Madrid e Historia del Real Madrid para jóvenes. Actualmente es coordinador de poesía de la revista digital Epicuro.
El paso del tiempo (o "la melancolía de lo vivido") es el tema esencial de Suavemente ribera, cuyo título es un verso del poema "Preces", en el que pide al río que le permita ser "suavemente ribera / mientras el tiempo pasa". Está formado por 56 poemas ordenados en una meditada estructura con cinco secciones de ocho piezas (Suavemente ribera, Caminos de la tarde, Espacios despoblados, El tambor de la noche y Del lado de la aurora) y una de catorce (Tierra extraña), enmarcadas por un prólogo y un epílogo. El jurado destacó la "exquisita factura clásica" y el "depurado simbolismo" de un libro en que "Los motivos paisajísticos funcionan como correlatos objetivos de una emoción íntima, se elevan a categoría simbólica y nos dan la clave de la temática del libro: son representaciones o trasunto de una serena angustia temporal".
El paso del tiempo (o "la melancolía de lo vivido") es el tema esencial de Suavemente ribera, cuyo título es un verso del poema "Preces", en el que pide al río que le permita ser "suavemente ribera / mientras el tiempo pasa". Está formado por 56 poemas ordenados en una meditada estructura con cinco secciones de ocho piezas (Suavemente ribera, Caminos de la tarde, Espacios despoblados, El tambor de la noche y Del lado de la aurora) y una de catorce (Tierra extraña), enmarcadas por un prólogo y un epílogo. El jurado destacó la "exquisita factura clásica" y el "depurado simbolismo" de un libro en que "Los motivos paisajísticos funcionan como correlatos objetivos de una emoción íntima, se elevan a categoría simbólica y nos dan la clave de la temática del libro: son representaciones o trasunto de una serena angustia temporal".
[Imagen inicial: rtve.es]
Muy bueno y muy oportuno.
ResponderEliminarGracias, Josefina, eres una gran maestra. Así, poco a poco vas moldeando nuestros gustos. Así, poco a poco, nos vas metiendo el gusanillo de la poesía. Creo que del Goya, animados por esta sección, saldrán grandes poetas.
Los maestros, querida Carmen, los que despiertan en nosotros la pasión por la poesía, son estos grandes poetas que saben expresar con tanta belleza las inquietudes del ser humano. Ojalá que esta sección sirva para que alguien se apasione por la poesía, para que otros descubran a algún poeta o para que, al menos, disfruten con la lectura de cada "Poema de la semana". Gracias por tu comentario, amiga.
ResponderEliminarMira qué imágenes tan acertadas...La Muerte lo único inmutable; la Vida sí que permite variaciones y composiciones diferentes. Y ciertamente, nuestra vida es como el río: hasta que se seca vamos pasando y cambiando - físicamente, ideológicamente, sentimentalmente- pero todo eso pasa por nosotros, en nuestro cuerpo y nuestro cerebro, que permanecen asumiéndolo todo.
ResponderEliminarCarlos San Miguel