(http://elhacedordesuenos.blogspot.com.es/2011/02/recomendacion-de-los-lectores.html) , escrito por tres exprofesoras del Goya: Carmen Romeo Pemán, Cristina Baselga Mantecón y Concha Gaudó Gaudó, y por Gloria Álvarez Roche. Los alumnos seleccionaron los nombres de varias mujeres a las que se les ha dedicado una calle en Zaragoza consultando el libro anteriormente mencionado y haciendo una breve investigación sobre sus biografías. Los alumnos de 3º, por su parte, has realizado diversos carteles sobre la situación de los derechos de la mujer en el mundo y un monográfico sobre la historia de la niña paquistaní Malala, como símbolo de la lucha de las mujeres por sus derechos.
También los alumnos de 2º de ESO reflexionaron y buscaron información sobre la situación de la mujer en el mundo actual y sobre el origen y sentido de la celebración, para posteriormente redactar sencillos textos de los que os ofrecemos una pequeña muestra:
Por qué creo que el 8 de marzo tiene que seguir celebrándosePorque, a pesar de todo lo que hemos conseguido (que ha sido mucho), a día de hoy todavía salen a flote las diferencias entre un género y otro: las mujeres sufren la crisis económica más que los hombres, pues tenemos las tasas de desempleo más altas que los hombres, y la brecha salarial se mantiene. Sin embargo, gracias a nuestra lucha, las mujeres consolidan firmemente sus puestos en política, con una presencia cada vez más numerosa.
Si seguimos luchando, dentro de un tiempo será posible que las mujeres cobren lo mismo que los hombres, que no haya discriminación hacia la mujer y muchas otras cosas que podrían convertir nuestra sociedad en una sociedad mucho más justa. La base de ese trabajo empieza con la educación en respeto y libertad. Está en nuestras manos cambiar el día de mañana desde hoy.Ana de Miguel, 2º C
El futuro de Seydou ya estaba escritoTenía seis años y ya había empezado a trabajar, se encargaba de realizar las tareas del hogar. Seydou no entendía por qué su hermano mayor podía recibir una buena educación en un centro y ella tenía que quedarse en casa, no entendía por qué su padre la maltrataba, por qué la violaban y nadie hacía ni decía nada.
Cumplió los diez años y se quedaba sola en casa cuidando de su nuevo hermano. Cuando su madre estaba en casa, Seydou le contaba sus planes de futuro, pero era imposible que se realizasen. Cada noche Seydou le hablaba de sus planes a su padre, pero él no le hacía caso o le pegaba. Su hermano Hamed traía de su colegio millones de historias que contar. Seydou se las imaginaba.
Un buen día salió de su casa a escondidas. Se disponía a cumplir sus planes, pero para ello necesitaba recibir una educación. Así que se rapó el pelo, se vistió con la ropa de su hermano y partió hacia su futuro. Estuvo un día en la escuela y le encantó. Llegó tarde a casa con mazorcas de maíz en la mano. Su madre y su padre le preguntaron que dónde había estado. Claro que, si ella decía que en el colegio, la matarían, así que enseñó sus mazorcas y dijo: "En el campo".
Al día siguiente, Seydou se quedó en casa. Su madre le preguntaba que dónde había estado realmente. Seydou contaba su historia: que había estado en el colegio y que era fantástico. Su madre le explicaba que no podía hacerlo más, que las mujeres estaban hechas para hacer las tareas del hogar y criar, eran los hombres los que podían educarse. Seydou no quería eso, ella deseaba traer dinero a casa, ser alguien.
Seydou y su madre desaparecieron de casa. Querían cambiar su futuro.Paula Blasco Cerqueira, 2ºA
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