Nicanor Parra (San Fabián de Alico, Chile, 1914). Poeta, matemático y físico chileno. Hijo de un maestro de primaria y de una modista, y hermano de la cantante Violeta Parra (1917-1967). Se dio a conocer como poeta en 1937 con Cancionero sin nombre, conjunto de poemas de tintes populares (algunos de ellos musicados por Violeta) en los que demuestra un extraordinario sentido del ritmo. Opuesto al lenguaje poético tradicional, durante sus años como becario en Estados Unidos y Reino Unido, descubre el tono conversacional de la lírica anglosajona, lo que dará como resultado Poemas y antipoemas (1954), un libro rompedor, en el que pide un nuevo alfabeto y una nueva temática para la poesía. Se convierte así en el “antipoeta”, creador de la “antipoesía”, que en palabras de Niall Binns, se caracteriza por el “lenguaje y las temáticas agresivamente cotidianas, el empleo punzante y a veces desternillante de la ironía y el humor, y la insistente representación de un yo poético que no maquilla sus contradicciones, sino que las revela”, así como por el empleo de una ortografía personal, buscando, según dice “Escribir como hablan los lectores / &punto.” No obstante, la evolución de su obra no se produce en línea recta: vuelve al folklore en La cueca larga (1958), a la que siguen, entre otras, Versos de salón (1962), Canciones rusas (1967), Obra gruesa (1969, con la que obtiene el premio Nacional de Literatura de Chile), Artefactos (1972, mezcla de palabra e imagen), Sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1979), Hojas de Parra (1985), Discursos de sobremesa (2006) y Obras completas & algo + (2006). Miembro de la Real Academia chilena, ha sido galardonado con el premio Juan Rulfo (1991) y el premio Cervantes 2011. Propuesto en varias ocasiones como candidato al Nobel de Literatura.
Actualización (23 de enero de 2018)
Nicanor Parra ha fallecido hoy en Santiago de Chile, a la edad de 103 años.
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Nicanor Parra ha fallecido hoy en Santiago de Chile, a la edad de 103 años.
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Yo quiero ese salario mínimo. Es genial.
ResponderEliminarVolver a los sitios donde fuimos felices, aunque entonces no lo supiéramos...¡qué traumático es!
ResponderEliminarPor eso hay gente que nunca cambiamos de sitio y siempre permanecemos donde crecimos, aunque nos privemos quizá de encontrar mayor felicidad en otra parte.
Carlos San Miguel