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Abel Mantas, Juego de damas, 1927. Museu Nacional de Arte Contemporânea do Chiado, Lisboa
AJEDREZ
Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos; quizá para añadir otro interés a los muchos que ya nos obligaban decidimos jugar juegos de inteligencia.
Pusimos un tablero enfrente: equitativo en piezas, en valores, en posibilidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto y empezó la partida.
Henos aquí hace un siglo, sentados, meditando encarnizadamente cómo dar el zarpazo último que aniquile de modo inapelable y, para siempre, al otro.
DESAMOR
Me vio como se mira al través de un cristal o del aire o de nada.
Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte ni había estado nunca ni estaría.
Y fui como el que muere en la epidemia, sin identificar, y es arrojado a la fosa común.
(De En la tierra de en medio, 1972)
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Encontrarás información sobre la autora y podrás leer sus poemas "Elegía" y "Meditación en el umbral": AQUÍ.
El segundo poema me parece más autobiográfico porque no veo a la autora manteniendo un frío desafío con el amante, según la personalidad que se intuye al leer su biografía. Pero me parece muy bueno el primero con ese símil ajedrecístico de la relación entre ambos.
ResponderEliminarCarlos San Miguel