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LAS DOCE EN EL RELOJ
Dije:
¡Todo ya pleno!
Un álamo vibró.
Las hojas plateadas
sonaron con amor.
Los verdes eran grises,
el amor era sol.
Entonces, mediodía,
un pájaro sumió
su cantar en el viento
con tal adoración
que se sintió cantada
bajo el viento la flor
crecida entre las mieses
más altas. Era yo,
centro en aquel instante
de tanto alrededor,
quien lo veía todo
completo para un dios.
Dije: Todo, completo.
¡Las doce en el reloj!
De Cántico. Fe de vida, 1928 y 1950
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Foto: Elsa Guillén
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En Cántico, la poesía de Jorge Guillén expresa el entusiasmo ante el mundo y ante la vida, como ocurre en este poema, en que el mediodía, la hora de máxima luz, es símbolo de plenitud para el poeta. Con una gran sobriedad formal, expresa la armonía y plenitud que revela la naturaleza en un mediodía radiante: la vibración de un álamo, la luz del sol, el canto de un pájaro, la flor de los trigales, todo -como indica Lázaro Carreter- queda envuelto en el fervor del poeta que, en el centro del paisaje, goza de la belleza y vive con exaltación ese maravilloso instante de perfección.
En esta página encontrarás comentados este y otros poemas de Jorge Guillén:
La fotografía superior está tomada de: www.jesusdelcruzblog.com
Gracias a que hay momentos así en la vida de cada uno; contados, pero esperarlos de nuevo es un aliciente para ir tirando.
ResponderEliminarCarlos San Miguel