Grupo de lectura I “Leer juntos Hoy” del IES Goya
Sesión del 6 de octubre de 2014
“Cine y literatura: García Lorca y La
novia”
Cabello
muy corto, de un rubio casi blanco, ojos grandes de expresiva mirada, cejas
bien perfiladas y labios rojos. Usa gafas únicamente para leer. Sus adornos:
grandes pendientes y anillos (en el dedo anular de su mano izquierda y en el
corazón de la derecha), sin collares ni pulseras. Blusa negra con escote en uve,
pantalones negros y blancos. Así, con sencillez, acudió la actriz zaragozana Luisa
Gavasa a la primera tertulia del grupo de lectura I del IES Goya el día 6 de
octubre. Tras su reciente nombramiento como Hija predilecta de la ciudad de
Zaragoza, cuyo discurso de agradecimiento ha sido aplaudido unánimemente, a
Luisa Gavasa se la veía feliz y
satisfecha. Irradiaba cordialidad, sinceridad y complicidad.
La afectuosísima presentación a cargo de Concha Gaudó,
coordinadora del grupo de lectura y amiga de la actriz, nos recordó la rigurosa
preparación de la actriz: licenciatura en Filología Hispánica ampliada en
Londres con estudios sobre el teatro shakesperiano, dominio de cuatro idiomas y
una larga trayectoria en el teatro independiente y estable de Zaragoza. Actriz
versátil (cine, teatro, televisión e incluso ópera) que se ha ido forjando una selecta
carrera profesional con la interpretación de papeles que han merecido el
reconocimiento de público y crítica. Uno de los más aplaudidos en la película
de Paula Ortiz De tu ventana a la mía,
y en los últimos meses, todavía en posproducción, el papel del que vino a
hablarnos: el de la madre del novio en la película de la misma directora, La
novia, que adapta al lenguaje cinematográfico la tragedia lorquiana Bodas
de sangre. En lo personal, Concha Gaudó quiso destacar la absoluta
generosidad de la actriz, constatada a lo largo de los muchos años compartidos
que han afianzado su amistad.
Luisa Gavasa comenzó su intervención recordando su papel
como doña Loreto en la primera temporada de Amar
en tiempo revueltos —serie de Televisión Española en la que compartió plató
con Pilar Bardem, Rodolfo Sancho y Ana Turpin entre otros—, al que agradeció la
formidable popularidad que le había proporcionado además de permitirle la posibilidad
de hacer felices a muchas personas desde la pantalla: “Si los productores supieran que esto no tiene precio, no nos pagarían”,
bromeó. Si bien tampoco quiso obviar la dureza y las dificultades de su
profesión: sesiones interminables de rodaje, madrugones o inclemencias
meteorológicas. Con todo afirmó: “la vida
ha sido muy generosa conmigo” y agradeció a sus padres, abiertos y
tolerantes, el haber entendido y apoyado su vocación desde el principio.
Nos recordó numerosos títulos literarios llevados al cine
con mayor o menor fortuna. Alabó algunas producciones y se mostró crítica con
otras, aun reconociéndoles siempre el valor de permitir el acercamiento de
determinadas obras al gran público.
La adaptación de Paula Ortiz pertenece al grupo de las
primeras, al de las buenas. Su respeto y admiración por el trabajo de la
directora de La novia se evidenció al
calificarlo como un homenaje a la Generación del 27 en el que encuentra encaje perfecto
la “mirada poética y lúcida” de Paula
Ortiz junto a su “personalísimo mundo
onírico, estético y plástico”. Una arriesgada propuesta con un meticuloso trabajo
de guion que, salvo algún recorte del texto, no ha alterado ni un ápice los
versos de Lorca, mostrando un absoluto y radical respeto hacia ellos. También para
los actores fue una gran responsabilidad encarnar a los personajes de La novia: “cuando toda España tiene ya una imagen del personaje no quieres
defraudar”, dijo, y, en concreto, para ella, dar vida a la madre del novio se
convirtió en una experiencia extrema y dolorosa: “rodar mes y medio teniendo presente la muerte del hijo es agotador”.
La secuencia en la que la novia vuelve con Leonardo y el hijo muertos, y su
madre, con los brazos elevados al cielo “como
una Medea”, grita su dolor “a lo Pasolini”,
es Lorca puro y “ahí está el destino trágico”, añadió. Carmen Romeo, profesora
asistente, recordó la sólida formación de Paula Ortiz en la relación cine / literatura
(tema de su tesis doctoral) como garantía de la calidad de la adaptación.
Y, a propósito de otra tradicional oposición, la
existente entre el cine y el teatro, la actriz no quiso dejar de destacar la
verdad del cine en el rodaje de los primeros planos, aquellos en los que el más
pequeño gesto (una ceja alzada o una lágrima) tiene el “poder” de conmover al espectador, el único “poder” que a su juicio merece la pena ejercer: el poder de la
palabra para crear emociones desde el escenario o desde la pantalla.
Abordó
otros muchos asuntos. Habló de su profesión, por ejemplo, a la que calificó
como “un oficio de resistencia y humildad
(…). De aprendizaje y humildad”. Así es Luisa Gavasa, humilde pero grande
en la interpretación. Una actriz de raza cuyo reconocimiento ha llegado por
fin.
No
pudo ni quiso ocultar que goza con su trabajo y que está disfrutando de este
momento dulce que la vida le brinda. Con su conversación ágil y fluida se
mostró convincente, pasional, entusiasta y vital. Fue un placer compartir con
ella su tiempo y un privilegio poder escuchar, como broche final de nuestro
encuentro, el relato de Carmen Romeo titulado De la roca nacida, ganador del concurso “Tu país de las mujeres” al
que la actriz puso voz y emoción.
Está claro que es mucho lo que a Luisa Gavasa le queda
por ofrecernos todavía y, desde aquí, le deseamos mucho éxito con su papel en La novia y en todos los que le sigan.
María Luisa Mateo
Quiero dar la enhorabuena a María Luisa Mateo por su excelente relato sobre esta sesión de “Leer juntos”. No se puede reflejar mejor el ambiente ni se pueden recoger con más delicadeza las intervenciones.
ResponderEliminarMe gustaría hacer una puntualización con respecto a la tesis de la directora Paula Ortiz Álvarez, porque creo que yo me expresé mal. El título es “El guion cinematográfico: actualización de sus bases teóricas y prácticas” y dedica una parte a la adaptación de las obras literarias a guiones cinematográficos. Esta tesis magistral, como bien dice María Luisa Mateo, “es una garantía de la calidad de adaptación” de Bodas de sangre a su nueva película La novia.
Carmen Romeo Pemán