El escritor Jon Fosse |
Publicó su primera novela, Rojo, Negro, en 1983. En esa década publicó algunas otras novelas y un par de colecciones de poesía, pero a principios de los 90 comenzó a escribir teatro. Después de escribir unas treinta piezas teatrales, decidió retomar la narrativa. Ha escrito más de cincuenta y cinco obras, entre narrativa, teatro, poesía y ensayo. Su obra, que ha sido comparada a la de Franz Kafka, ha sido traducida a cuarenta idiomas y sus obras teatrales se han representado en mil producciones distintas en diferentes países.
Melancolía (1995), galardonada con el Melsom Prize y el Summore Prize, está considerada una de sus grandes novelas. Se trata de una ficción sobre el artista noruego del siglo XIX Lars Hetervig, que pintó paisajes bañados de luz, sufrió una enfermedad mental y murió pobre en 1902. Mañana y tarde (2000) es una novela sobre el hermoso sueño de que nuestras vidas tienen sentido. Ales junto a la hoguera (2004), una conmovedora meditación sobre la familia, el matrimonio, la pérdida y el destino. Trilogía (2016) es una de sus obras centrales, una historia de amor y violencia en un árido paisaje. Su obra más extensa es Septología (2021), una novela de más de mil páginas dividida en siete secciones, agrupadas en tres libros: El otro nombre (2020), Yo soy otro (2020) y Un nombre nuevo (2021). Se trata del largo monólogo de un pintor viudo que envejece solo y se enfrenta al problema de la religión, la identidad, el arte y la vida familiar. Blancura es su última novela. Una inquietante historia sobre un hombre que al atardecer de un día de otoño se queda atascado en una pista forestal, se adentra en el bosque y vislumbra un resplandor en la oscuridad.
Como poeta, Jon Fosse pertenece a la tradición órfica, la de aquellos poetas que, en medio de la destrucción, se han impuesto la ardua tarea de reconstruir el sentido sagrado del mundo. Un sentido que está latente, oculto, en lo más sencillo: en un niño, una barca, un animal, un sendero en el bosque o en la memoria. Quizá el punto clave de su poética sea la memoria y la infancia. Poeta obsesionado por la luz: "la luz diáfana del norte de Europa, casi imposible, la luz de la soledad, la que ilumina el mundo en su sencillez, la que es un puente entre lo mortal y lo infinito, entre lo visible y lo invisible", leemos en la edición de Sexto Piso.
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