Victoria León (Sevilla, 1981) es traductora y crítica literaria. Licenciada en Filología Hispánica, ha vertido al castellano una treintena de libros del inglés, muchos de ellos obras clásicas de la literatura victoriana y eduardiana de autores como O. Wilde, Ford Madox Ford, John Ruskin, R. Kipling, R. L. Stevenson, A. Tennyson, Chesterton o Conan Doyle. Ha traducido también las célebres Rubaiyat de Omar Jayam, a partir de la versión inglesa de Edward FitzGerald (Reino de Cordelia, 2019). Ha colaborado en medios culturales como las revistas Clarín y Mercurio o el blog Estado Crítico. Es también responsable de la edición de una antología de poemas del Conde de Villamediana, Del tiempo, del amor, de la fortuna (Renacimiento, 2016) y autora del libro de aforismos Insomnios (La Isla de Siltolá, 2017) y de los poemarios Secreta luz (2019) y Flores de fuego (2023).
Secreta luz, su primer libro de poemas, fue galardonado con el IX Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado. Se trata de un poemario sobre el desamor, del que Jorge León Gustá ha destacado su unidad temática, pues "todo en él gira en torno a la ruptura, el encuentro con la soledad y la lucha entre el presente y la nostalgia frente a la felicidad vivida en el pasado". Los treinta poemas del libro componen una especie de diario íntimo, una especie de autobiografía del desamor que analiza los diferentes momentos del duelo tras la separación. Jorge León señala también el peso de la tradición en Secreta luz, que se manifiesta, entre otros aspectos, en el empleo del verso endecasílabo (combinado con el heptasílabo, en algunos casos) e incluso del verso alejandrino.
Como los de su anterior entrega, los poemas de Flores de fuego, compuestos entre 2018 y 2022, parten de una poética y unas estéticas fundamentadas en el clasicismo y la lengua natural, ensayando nuevas formas y tonos. Dividido en cuatro secciones, tiene la soledad como gran tema común: la soledad como destino humano, pero también como faro desde el que nace e irradia la poesía para iluminarnos y tendernos paradójicos puentes con la vida, o como búsqueda del alma del mundo en el sentido platónico, necesaria para crear y vivir plenamente.
Hala, hala... que reducir la Poesía sólo a ese tormento y nostalgia del que habla "Rastro de fuego" no me parece que sea de justicia. Afortunadamente hay muchos otros temas y sensaciones que despierta y da pie a una Poesía igual de sincera y emocionante, como vamos viendo por aquí continuamente -ahora me viene a la cabeza ese poemón de Borges sobre la fuente de mármol de La Alhambra que colgaste un día por aquí y que me impresionó sobremanera-.
ResponderEliminarPara ser tan joven, me ha llamado la atención lo clásico de la Poesía de esta escritora, tanto en los temas como en la forma. Y claro que me gusta.
¿El que más... ¡el último, que es muy consolador.
Carlos San Miguel
Me alegro de que te gusten. Gracias por tus palabras, Carlos.
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