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domingo, 20 de junio de 2021

"Domingo" y "Asturias", de Pedro Garfias


Plaza de la Seo, Zaragoza. Foto: Josefina López


Domingo

Los campanarios
con las alas abiertas
bajo el cielo combado

En los cristales
hay bandadas de luz

Y coplas anidadas en los árboles

Las veinticuatro horas
cogidas de la mano
bailan en medio de la plaza

Y el sol alborozado voltea la mañana

De El ala del sur, 1926. En Poesía de la vanguardia
española (Antología), ed. de Germán Gullón, Taurus,
Temas de España 109, Madrid, 1981


Asturias

Asturias, si yo pudiera,
si yo pudiera cantarte...
Asturias verde de montes
y negra de minerales.
Yo soy un hombre del Sur:
polvo soy, fatiga y hambre,
hambre de pan y horizontes...
¡Hambre!
Bajo la piel resecada,
ríos sólidos de sangre
y el corazón asfixiado
sin venas para aliviarte.
Los ojos, ciegos los ojos
ciegos de tanto mirarte
sin verte, Asturias lejana,
hija de mi misma madre.

Dos veces, dos, has tenido
ocasión para jugarte
la vida en una partida,
y las dos te la jugaste.
¿Quién derribará ese árbol
de Asturias, ya sin ramaje,
desnudo, seco, clavado
con su raíz entrañable
que corre por toda España
crispándonos de coraje?
Mirad, obreros del mundo,
su silueta recortarse
contra ese cielo impasible
vertical, inquebrantable,
firme sobre roca firme
herida viva su carne.

Millones de puños gritan
su cólera por los aires,
millones de corazones
golpean contra sus cárceles.

Prepara tu salto último,
lívida muerte cobarde,
prepara tu último salto,
que Asturias está aguardándote,
sola en mitad de la Tierra,
hija de mi misma madre.

Poesías de la guerra española, 1937


El poeta Pedro Garfias. (ABC)
Pedro Garfias Zurita
fue un poeta español del grupo de los "olvidados" de la Generación del 27. En su juventud despuntó como miembro de la vanguardia ultraísta, de la que se alejó a comienzos de los años 20 con una poesía neopopular.

Hijo de padres andaluces, nació en Salamanca en 1901, pero pasó su infancia y juventud entre Osuna, Cabra y Écija.  En 1918 marchó a Madrid, donde inició los estudios de Derecho y pronto entró en contacto con las vanguardias. Fue uno de los firmantes del primer Manifiesto ultraísta (1918), y entre 1922 y 1923, dirigió la revista de vanguardia Horizonte. En 1926 publicó El ala del sur, su primer poemario, y el único vanguardista de toda su producción, reseñado por Benjamín Jarnés en la Revista de Occidente. Al año siguiente participó en Sevilla en el homenaje a Góngora en el que se dieron a conocer los jóvenes escritores de la Generación del 27.

Afiliado  al Partido Comunista tras la proclamación de la II República, realizó labores de divulgación cultural y colaboró en las revistas Octubre, fundada por Alberti y María Teresa León en 1933, El Mono Azul y Hora de España. Durante la Guerra Civil (1936-1939) fue comisario político en Pozo Blanco (Córdoba), capitán del ejército republicano en diversos frentes y comisario de cultura del Batallón Villafranca y del Bautista Garcet. Figura entre los fundadores de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. En 1938 un jurado formado, entre otros, por Antonio Machado, Enrique Díaz Canedo, Tomás Navarro Tomás y María Zambrano le concedió el Premio Nacional de Literatura por su libro Poesías de la guerra española (1937). Ese mismo año apareció su poemario Héroes del Sur.

En febrero de 1939 emprendió el camino del exilio, como miles de republicanos españoles. Cruzó la frontera francesa durante la noche del 9 al 10 de febrero y, junto a otros muchos integrantes del llamado Batallón del Talento, fue internado en el campo de concentración de Saint Cyprien, desde donde escribieron cartas solicitando ayuda internacional. Tuvo la fortuna de  formar parte del grupo de españoles seleccionados por Lord Faringdon para una estancia temporal en su finca de Eaton Hastings, al oeste de Londres.  Embarcó rumbo a Inglaterra el 6 de marzo, mientras Margarita, su mujer, permanecía en París. Partió de nuevo hacia Francia el 16 de mayo, al tener noticia de que, tanto él como su esposa, habían sido incluidos en el pasaje del buque Sinaia,  para el viaje a México organizado por el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE) y la organización mexicana Comité Técnico de Ayuda a los Refugiados Españoles. El barco zarpó el 25 de mayo del puerto de Sète, cerca de Marsella,  y atracó en Veracruz (México) el 13 de junio de 1939. Con Garfias viajaron otros muchos intelectuales españoles, como Juan Rejano, Manuel Andújar, Benjamín Jarnés o Antonio Sánchez Barbudo. Durante la travesía  Garfias compuso el poema "Entre España y México", que se convertiría en himno de los exiliados españoles.

A pesar de la extraordinaria acogida dispensada en México a los exiliados españoles, Garfias, que nunca superó la añoranza de España y se sentía "flotando como un madero inútil",  se convirtió en un hombre triste dominado por el alcohol. En México publicó en 1941  el libro compuesto durante su breve estancia en Inglaterra, Primavera en Eaton Hastings, el mejor poemario del exilio español, en opinión de Dámaso Alonso. También publicó su poesía de compromiso (Poesías de la guerra española, 1941; Elogio a la presa de Dnieprostoi y otros poemas, 1943), así como su poesía existencial: De soledad y otros pesares (1948), Viejos y nuevos poemas (1951) y Río de aguas amargas (1953).  De 1943 a 1947 estuvo vinculado a la Universidad de Monterrey. En esta ciudad falleció el 9 de agosto de 1967. Fue enterrado en el cementerio de El Carmen. Sobre su tumba, sufragada por sus numerosos amigos,  se grabó el siguiente epitafio: "Pedro Garfias, poeta. 1901-1967. La soledad que uno busca / no se llama soledad". Max Aub lo convirtió en personaje literario en su novela Campo de almendros (1968) y Roberto Bolaño, en Amuleto (1999).

Sobre El ala del sur, libro al que pertenece el primer poema seleccionado, Casandra Garza (http://www.criticismo.com/de-soledad-y-otros-pesares/) observa que su adhesión al ultraísmo parece más ideológica que estética pues, a pesar de la abundancia de metáforas (rasgo propio del ultraísmo), no está presente  en sus poemas el elogio de la modernidad acorde con la estética vanguardista,  sino la realidad cotidiana y la exaltación del paisaje. 

Pedro Garfias compuso el poema "Asturias" en plena Guerra Civil, tras la caída de Asturias en poder del ejército franquista el 20 de octubre de 1937, aunque parece que la idea surgió a raíz de la Revolución Asturiana de 1934 y la posterior represión a manos del gobierno republicano, lo que impresionó vivamente al poeta, según declaró su viuda, Margarita Fernández, en 1992. A ambos sucesos, la caída de Asturias y la frustrada revolución de 1934, se hace referencia en el poema: "Dos veces, dos,  has tenido / ocasión para jugarte / la vida en una partida, / y las dos te la jugaste".  El poema es un canto  a las luchas por la libertad del pueblo asturiano, expresado por un hombre del Sur. Juan Matas Caballero destaca: "El rigor y la precisión estilística (concatenaciones, metáforas, antítesis, paralelismos...), el ritmo ágil del verso octosílabo, la rima asonantada propia del romance [...]". El poema, muy popular entre los exiliados españoles en México, fue popularizado en España por el cantautor Víctor Manuel San José. Este lo escuchó por primera vez durante su primer viaje a México a finales de 1970, en una cena celebrada en el restaurante El Hórreo de Ciudad de México, propiedad del asturiano Raimundo Fernández. La impresión fue tan viva que esa misma noche empezó a poner música al texto. De regreso a España, lo incorporó a su repertorio, si bien no se autorizó su grabación en España hasta 1976. 

Puedes escuchar el poema "Asturias" en la voz de Víctor Manuel.

Pedro Garfias en el restaurante El Hórreo de Ciudad de México, hacia 1950.
(Archivo Margarita Fernández)

3 comentarios:

  1. Lo que es la ignorancia; yo pensaba que la letra de la preciosa canción de Víctor Manuel era propia...Gracias por sacarme del error.
    Pero no me parece lógica ni congruente la imagen de "las alas abiertas del campanario". ¿Se referirá a las cigüeñas
    Y respecto al exilio de los intelectuales republicanos...uno siente pesar porque no lo hubo para los combatientes convencidos ni para los simpatizantes políticos provenientes del pueblo.
    Carlos San Miguel

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  2. Hola.
    Hay un error en la entrada, la novela de Roberto Bolaño en la que aparece Pedro Garfias como personaje se llama Amuleto.
    Por lo demás, magnífica entrada, como todas las de este blog.
    Un cordial saludo.

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    Respuestas
    1. Vaya despiste el mío. No sé si estaba pensando en Vázquez Montalbán o en doña Concha Piquer. Te quedo doblemente agradecida, Luisru: por tu vigilancia, que nos ha permitido enmendar el error, y por tus amables palabras sobre el blog.
      Saludos.

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