El mundo que yo no viva
El
mundo que yo no viva
lo
pensé como cosa extraña,
como
arca de maravilla.
Ay
de mi vida.
Allí
¿sonará la lluvia
junto
al fuego las noches frías?
¿Tendrá
Agosto en el río barcas?
Y
tú ¿la gentil sonrisa?
¿Durará
en el papel que siembro
la
negra flor de la tinta?
Ay
de mi vida.
¿Será
posible que vengan
los
amigos y que "Era" digan
"un
hombre, y te quiso mucho"
y
"Mucho" llorando digas?
Es
el mundo que no conozco,
Atlántida
sumergida.
Ay
de mi vida.
Allí
las palmeras echan
esmeraldas.
Allí las crías
del
delfín esmeraldas pacen.
Allí
no hay noche ni día:
cuando
ordeñan a los rebaños,
de
púrpura el mar se agría,
Ay
de mi vida.
Más
limpio que agua de oro
es
el mundo que yo no viva:
no
hay naves de arar espumas
ni
arado para las viñas;
el
gran árbol le da su fruto
al
que el nombre del fruto diga.
Ay
de mi vida.
Ese
mundo no es el mío:
es
el tuyo: el que en tus pupilas
hundido
está desde siempre
y
no lo alcanza mi vista.
A
ese mundo quisiera entrar,
antes
que suene la hora
—ay— de mi
vida.
De Canciones y soliloquios,
1982
Jo, tiene un encanto como de romance novelesco antiguo, de esos al estilo fantasioso de El infante Arnaldos...
ResponderEliminarCarlos San Miguel