DOMUS AUREA
Haec omnia tibi dabo, si cadens adoraveris me*
MAT. 4, 9
Es la casa perfecta
donde ni un solo pétalo intenta aventurarse
más allá del jarrón y la luz no pretende
abrir un abanico en los espejos,
y el aire no consigue arrancarles palomas
a los libros, ni arrasarle el dosel
al tul de las cortinas, ni estremecer vidrieras.
Un decreto invisible afana su gamuza
sobre las porcelanas, mantiene intacto el brillo
de las cuberterías y pulidos los pomos,
los caireles; vigila el territorio
de cada bibelot, la exacta inclinación
de cada lámpara, la desnudez del mármol
de los aparadores
y garantiza
el orden y la muerte.
Es la casa perfecta
y mi amor vendaval, es aguacero, alondra
que no encuentra lugar donde quedarse.
De Yesterday, 1988
*El diablo tentó a Jesús mostrándole todos los reinos del mundo y le dijo:
"Todo esto te daré si te postras ante mí y me adoras".
-cairel, trozo de cristal que adorna candelabros, arañas, etc.
-bibelot, figura pequeña de adorno.
Hermosos versos que contrastan las cosas con los sentimientos, lo estático con lo vital, el orden con el inquieto impulso de Eros.
ResponderEliminarGracias dominicales.
El sufrido marido que perdió el amor porque su esposa no le permitía ni fumar en casa y le obligaba a tener todo en perfecto orden de revista todo el tiempo...En la actualidad, se valora más el caso inverso: que sea él el encargado de mantener tamaña exquisitez .😂
ResponderEliminarFuera bromas, el poema me ha encantado por su perfección formal (¿lo dicen así los críticos? y por su mensaje angustioso de esposa desencantada.
Carlos San Miguel