Después
de un verano de obras en la Biblioteca Escolar Irene Vallejo (gracias a
quienes han colaborado con su ingenio en el proyecto y con su fuerza en el
transporte de las cajas de libros…), iniciamos el curso 25/26 llenos de energía
y con los ecos del final de curso pasado resumido en la siguiente anécdota.
Uno de
los últimos días, encontré en mi casillero de la sala de profesores el libro de
Nazareth Castellanos El puente donde habitan las mariposas. Dentro, una
carta manuscrita de Leticia García, profesora de inglés del turno de tarde, me
contaba que una de sus alumnas había donado el libro a la biblioteca en
agradecimiento a la nueva oportunidad que le había brindado el Instituto Goya.
Y es que la alumna, Inma, ha sido capaz de combinar las clases con un esforzado
trabajo al salir de las aulas (hablamos de más allá de las diez de la noche en
el turno vespertino). Mientras realiza este trabajo, Inma escucha la radio. Y
un día oyó hablar del citado libro de Nazareth Castellanos. Como tenía que
estudiar mucho, compró el libro pero no lo pudo leer hasta concluir los
exámenes. En agradecimiento a todos sus profesores y a nuestro instituto, que
le ha brindado otra oportunidad, nos deja este ejemplar para la biblioteca. Y
así lo hemos registrado: “Donación de Inma”.
Durante
este curso recién iniciado celebramos el 180 aniversario del instituto. La
historia de Inma es un ejemplo de tantas y tantas líneas que podríamos rellenar
con las historias de quienes han pasado por estas aulas sentados en los pupitres
y de quienes han intentado transmitirles todos sus conocimientos y pasiones
desde el encerado a esas personas. También es un reconocimiento al libro de
papel, que permanece con nosotros, y que, como dijo Irene Vallejo hace un par
de años en el programa radiofónico El Ojo Crítico, nos aporta el añadido
de lo sensorial, del cuerpo de papel, el aspecto carnal del libro frente a lo
etéreo de los reinos digitales. Y la historia continúa.
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