Apenas comienza este año 2025 y la primera gran tragedia del año ya domina las portadas de los principales noticieros del mundo. Los incendios en Los Ángeles han arrasado más de 160 kilómetros cuadrados, han destruido miles de viviendas y se han cobrado la vida de casi treinta personas. Esto nos remite a aquella eterna e “insoportable levedad del Ser” de Kundera, a aquella fragilidad inherente a toda condición humana frente a la fuerza implacable de la naturaleza. Sin embargo, entre las cenizas y el caos diario persiste un eco que trasciende: la toponimia hispánica de esta ciudad, un testimonio vivo de un legado cultural que seguirá en pie más allá de las llamas.
Según un estudio de la Universidad de Harvard y el Instituto Cervantes, nombres como Los Ángeles son una ventana a la rica herencia hispana que forma parte esencial de la cultura estadounidense. La toponimia aporta un valor fundamental para entender la historia y cultura de un territorio concreto. Y en lugares como California, la presencia hispana es especialmente evidente. Así pues, California, con su rica herencia hispana está repleta de nombres que reflejan esta historia.
Ciertamente, la línea que separa la realidad de la ficción es imperceptible. La etimología de California (calida fornax, ‘caliente como el fuego’) tiene sus raíces en la Literatura medieval española y en el imaginario que acompañó las expediciones de la Conquista. El nombre proviene de Las sergas de Esplandián, una novela de caballerías escrita por Garci Rodríguez de Montalvo (1510). Paradójicamente, en esta obra California es un lugar ardiente, bañado por el sol y dominado por una constante presencia de fuego. Este simbolismo resulta irónico ante las devastadoras llamas que hoy consumen la región.
Asimismo, una de las tesis sobre el origen del nombre señala que cuando Hernán Cortés y sus hombres exploraron la región en el siglo XVI, el paisaje árido, las altas temperaturas y las duras condiciones les recordaron esa mítica isla descrita en la novela. Así, la región recibió el nombre de California, evocando tanto el fuego literal del entorno como el fuego metafórico de la riqueza y la Conquista. La presencia hispana en California se remonta a 1542, cuando el primer navío europeo que tocó tierra en lo que hoy es la costa oeste de Estados Unidos fue español. Sin embargo, el asentamiento estable de los españoles no ocurrió hasta más de 200 años después.
Finalmente, las llamas consumirán la naturaleza y la parte material de las ciudades, sin embargo, es innegable que la toponimia seguirá siendo parte del legado histórico de esta tierra. En medio de la devastación en Los Ángeles, la lengua castellana simboliza una riqueza cultural que, como el ave Fénix, siempre renace de las cenizas y se erige en guardiana de una memoria colectiva imperecedera.
Bibliografía.
©Juan Ignacio Güenechea Rodríguez La herencia hispana y el español en la toponimia de los Estados Unidos Estudios del Observatorio/Observatorio Studies. 056-12/2019SP ISSN: 2688-2930 (online) 2688-2957 (impreso) doi: 10.15427/OR056-12/2019SP Instituto Cervantes at FAS - Harvard University © Instituto Cervantes at the Faculty of Arts and Sciences of Harvard University
Live L.A. fire updates: Crews improve containment on Palisades, Eaton fires as winds die down Disponible en https://www.latimes.com/ consultado 15/01/2025
RTVE noticas. Disponible en https://www.rtve.es/noticias/ consultado 16/01/2025
Un artículo del profesor Dayhanne José Ureña
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