EL BLOG DE LA BIBLIOTECA "IRENE VALLEJO" DEL IES GOYA DE ZARAGOZA


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domingo, 19 de enero de 2025

Los Ángeles: entre el fuego y la herencia hispana

 


Incendios en California: Cinco personas murieron mientras el fuego avanza  sin control en exclusivo barrio de Los Ángeles


Apenas comienza este año 2025 y la primera gran tragedia del año ya domina las portadas de los principales noticieros del mundo. Los incendios en Los Ángeles han arrasado más de 160 kilómetros cuadrados, han destruido miles de viviendas y se han cobrado la vida de casi treinta personas. Esto nos remite a aquella eterna e “insoportable levedad del Ser” de Kundera, a aquella fragilidad inherente a toda condición humana frente a la fuerza implacable de la naturaleza. Sin embargo, entre las cenizas y el caos diario persiste un eco que trasciende: la toponimia hispánica de esta ciudad, un testimonio vivo de un legado cultural que seguirá en pie más allá de las llamas.

Según un estudio  de la Universidad de Harvard y el Instituto Cervantes,  nombres como Los Ángeles son una ventana a la rica herencia hispana que forma parte esencial de la cultura estadounidense. La toponimia aporta un valor fundamental para entender la historia y cultura de un territorio concreto. Y en lugares como California, la presencia hispana es especialmente evidente. Así pues, California, con su rica herencia hispana está repleta de nombres que reflejan esta historia. 

Los Ángeles                                       3,849,297 habitantes,  

San Francisco                                   815,201 habitantes.

San Diego                                          1,381,611 habitantes.

Sacramento                                       525,041 habitantes.

Santa Bárbara                                  88,120 habitantes.

San Rafael                                         60,069 habitantes.

San Bernardino                              222,101 habitantes.

Fresno                                               544,510 habitantes.

Salinas                                              162,791 habitantes.

San José                                           1,971,495 habitantes.

Santa Cruz                                       63,993 habitantes.

Santa Clara                                     131,167 habitantes.

Monterrey                                       30,218 habitantes.

San Mateo                                        106,706 habitantes.

Santa Rosa                                       179,701 habitantes

San Buenaventura                          110,763 habitantes.


Ciertamente, la línea que separa la realidad de la ficción es imperceptible. La etimología de California (calida fornax, ‘caliente como el fuego’) tiene sus raíces en la Literatura medieval española y en el imaginario que acompañó las expediciones de la Conquista. El nombre proviene de Las sergas de Esplandián, una novela de caballerías escrita por Garci Rodríguez de Montalvo (1510). Paradójicamente, en esta obra California es un lugar ardiente, bañado por el sol y dominado por una constante presencia de fuego. Este simbolismo resulta irónico ante las devastadoras llamas que hoy consumen la región.

Asimismo, una de las tesis sobre el origen del nombre señala que cuando Hernán Cortés y sus hombres exploraron la región en el siglo XVI, el paisaje árido, las altas temperaturas y las duras condiciones les recordaron esa mítica isla descrita en la novela. Así, la región recibió el nombre de California, evocando tanto el fuego literal del entorno como el fuego metafórico de la riqueza y la Conquista. La presencia hispana en California se remonta a 1542, cuando el primer navío europeo que tocó tierra en lo que hoy es la costa oeste de Estados Unidos fue español. Sin embargo, el asentamiento estable de los españoles no ocurrió hasta más de 200 años después.

Finalmente, las llamas consumirán la naturaleza y la parte material de las ciudades, sin embargo,  es innegable que  la toponimia seguirá siendo parte del legado histórico de esta tierra. En medio de la devastación en Los Ángeles, la lengua castellana simboliza una riqueza cultural que, como el ave Fénix, siempre renace de las cenizas y se erige en guardiana de una memoria colectiva imperecedera.


Bibliografía.

©Juan Ignacio Güenechea Rodríguez La herencia hispana y el español en la toponimia de los Estados Unidos Estudios del Observatorio/Observatorio Studies. 056-12/2019SP ISSN: 2688-2930 (online) 2688-2957 (impreso) doi: 10.15427/OR056-12/2019SP Instituto Cervantes at FAS - Harvard University © Instituto Cervantes at the Faculty of Arts and Sciences of Harvard University

Live L.A. fire updates: Crews improve containment on Palisades, Eaton fires as winds die down  Disponible en  https://www.latimes.com/  consultado 15/01/2025

RTVE  noticas.   Disponible en  https://www.rtve.es/noticias/ consultado 16/01/2025


                                                      Un artículo del profesor Dayhanne José Ureña


miércoles, 8 de enero de 2025

Un poema seleccionado por...

 

El retraído


Como el niño jugando
con desechos del hombre,
un harapo brillante,
papel coloreado o pedazo de vidrio,
a los que su imaginación da vida mágica,
y goza y canta y sueña
a lo largo del día que las horas no miden,
así con tus recuerdos.

No son como las cosas
de que cerciora el tacto,
que contemplan los ojos;
de cuerpo más aéreo
que un aroma, un sonido,
sólo tienen la forma prestada por tu mente,
existiendo invisibles para el mundo
aun cuando el mundo para ti lo integran.

Vivir contigo quieres
vida menos ajena que esta otra,
donde placer y pena
no sean accidentes encontrados,
sino faces del alma
que refleja el destino
con la fidelidad trasmutadora
de la imagen brotando en aguas quietas.

Esperan tus recuerdos
el sosiego exterior de los sentidos
para llamarte o para ser llamados,
como esperan las cuerdas en vihuela
la mano de su dueño, la caricia
diestra, que evoca los sonidos
diáfanos, haciendo dulcemente
de su poder latente, temblor, canto.

Vuelto hacia ti prosigues
el divagar enamorado
de lo que fue tal como ser debiera,
y así la vida pasas,
morador de entresueños,
por esas galerías
donde a la luz más bella hace la sombra
y donde a la memoria más pura hace el olvido.

Si morir fuera esto,
un recordar tranquilo de la vida,
un contemplar sereno de las cosas,
cuán dichosa la muerte,
rescatando el pasado
para soñarlo a solas cuando libre,
para pensarlo tal presente eterno,
como si un pensamiento valiese más que el mundo.

                                                                    

                                                                                    La realidad y el deseo, Luis Cernuda

 

       

No soy capaz de abarcar sin un trabajo previo de mayor análisis y estudio de la figura y trascendencia de Cernuda y de sus textos, todo el inmenso, por no decir insondable, calado de verdad y autenticidad, como es propio de los grandes creadores, que consigue prefigurar el autor a través de la expresión tan trascendente de su verbo; quien se me antoja en este poema, como un mago demiurgo dotado del conocimiento y la técnica necesarios para hacer refulgir, quizá por un instante, en nuestras conciencias, verdades solamente reveladas a unos pocos elegidos y cuya comprehensión se nos escurre entre los dedos a quienes vivimos en estado de 'cuasiceguera' espiritual.

           A la estela de otros cuyos ecos son, a mi entender, signos rastreables en la arquitectura del poema elegido -Bécquer estaría, por ejemplo, fuera de toda duda pues es conocida la afinidad del ideal romántico, compartido por ambos poetas sevillanos-, Cernuda conecta aquí, tal y como yo lo siento, con una de las fibras más esenciales de la naturaleza humana, que movió en su momento algún resorte inaccesible de mi ser consciente; pero que, a modo de revelación de proporciones tales que excedían los baremos con que yo haya podido medir la vida misma -tal y como soy capaz de concebirla-, me proporcionó una forma de interrogarme y de reunir todos mis yos dispersos, de cada etapa vital y experiencia acumuladas, que quedó de alguna forma flotando latente, en estado de semiconsciencia, hasta que gracias al compromiso adquirido para este blog, ha emergido una vez más para recuperar un diálogo inacabado que sigo manteniendo conmigo mismo y al que Cernuda consigue darle voz mediante ese tú... que somos todos.


                                                Un poema seleccionado por el profesor Álvaro Checa