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domingo, 26 de enero de 2020

"Dame la mano", de Renée Ferrer

Auschwitz, en el momento de la liberación. AFP


                 DAME LA MANO

Extiende hasta la mía tu manecita aterida de miedo,
caminemos juntos tal cual llegamos al mundo
el día de nuestro nacimiento,
cuando danzó el corazón de nuestros padres
alrededor de la cuna.

Abandona tus dedos en la tibieza de mi mano
para que yo los cubra de consuelo,
y entra conmigo,
pequeña y dulce flor,
a la antesala de esa vida que nos espera
más allá de la asfixia y del ultraje.
No temas amanecer convertida en velamen 
que sube hacia las nubes surcando el infinito
con las alas de tu alma en días de vendimia.
Camina asida a mí, 
como enredadera que se ciñe al ramaje
de los árboles en primavera,
y levanta tu carita triste
para que ellos se miren en tus ojos
tras el insomnio atormentado de sus noches
y, alguna vez, cuando todo termine,
los vean entrar victoriosos al supremo resplandor.

De Ignominia: Tras las huellas del holocausto, 2015.
En Poesía soy yo. Poetas en español del siglo XX (1886-1960)

Renée Ferrer (abc.com.py)
Renée Ferrer de Arréllaga (Asunción, Paraguay, 1944) es poeta, novelista, cuentista y dramaturga. Doctora en Historia por la Universidad Nacional de Asunción, es presidenta de la Academia Paraguaya de la Lengua Española y miembro correspondiente de la RAE. Miembro fundador de la Sociedad de Escritores de Paraguay, de Escritoras Paraguayas Asociadas, del PEN Club del Paraguay y de la Asociación de Literatura Infanto-Juvenil del Paraguay. En 1985 obtuvo en España el Premio Pola de Lena por su cuento "La Seca". En 1994  ganó el Premio de la UNESCO de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires por su libro de cuentos Desde el encendido corazón del monte. Como poeta, ha sido galardonada con La Porte des Poètes de París por poemas del libro El ocaso del milenio (1999), y en 2011 recibió el Premio Nacional de Literlatura del Paraguay por su poemario Las moradas del universo. En 2003 fue condecorada Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el estado francés. Su obra figura en numerosas antologías y ha sido traducida al guaraní, francés, inglés, alemán, sueco, rumano, portugués, italiano, albanés, árabe y chino. Es autora de una veintena de poemarios: Hay surcos que no se llenan (1965), Voces sin réplica (1967), Desde el cañadón de la memoria (1982), Peregrino de la eternidad (1985), Nocturnos (1987), Viaje a destiempo (1989),  De lugares, momentos e implicaciones varias (1990), El acantilado y el mar (1992), Itinerario del deseo (1994), El resplandor y las sombras (1996), De la eternidad y otros delirios (1997), Las cruces del olvido (2001), Celebración del cuerpo y otros cantos (2007), Poemas de la desolación y la esperanza (2011), Ignominia (2013), Tierra, estoy de paso (2015) e Ignominia: Tras las huellas del holocausto (2015), además de los dos citados arriba.

Unos niños muestran sus números de identificación
tatuados en los brazos. REUTERS

El 27 de enero de 1945 las tropas soviéticas entraron en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau y liberaron a más de 7.000 prisioneros. En 2020  celebramos el 75 aniversario de la liberación.

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1 comentario:

  1. Según el contexto que has explicado ¿la niña es una víctima de Auschwitz ¿la muerte es su liberadora ¿los que miran a sus ojos son almas de otras víctimas? pero entonces ¿quiénes tienen que ver a esas almas entrar en el Paraíso. No obstante, es hermoso, claro...
    Carlos San Miguel

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