Joan Brossa, Paleta-poeta (poema-objeto), 1989
A mi poeta
¿Quién eres tú, que mi constancia exiges,
que cada tarde, ante la luz espesa
del ocaso, me empujas a mi mesa,
usurpas mi lugar, mi mano riges?
Quiero vivir: No vengas. No me aguijes.
Cuánto duele esta urgencia que no cesa,
este universo a solas. Cuánto pesa
la nocturna pasión con que me afliges.
¿Surges de mí o acudes a mi ausencia?
¿Anima mi interior tu alma enemiga
o eres sueño que urdió mi sueño largo?
No me atormentes, ángel de impotencia.
Búscate otro que en tu nombre diga
la breve vida frente al arte amargo.
Joaquín Sánchez Vallés, de Preludio y fado, 1999
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Jeje Claro, los poetas tienen una doble personalidad: la material para poder vivir en la vida y la del poeta a la que se tornan para o a quien ceden su cuerpo para que materialice su parte inmaterial.
ResponderEliminarMuy bueno, el poemita.
Y la intención del fotopoema, aunque no entiendo cómo relaciona con la poesía la paleta y la gamella.
Carlos San Miguel