EL BLOG DE LA BIBLIOTECA "IRENE VALLEJO" DEL IES GOYA DE ZARAGOZA


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domingo, 14 de diciembre de 2025

Reseña de "Hamartía", de Dayhanne Ureña


Muy a menudo, por la imposición de los actuales planes de estudio y la presión de ese engendro académico en que se ha convertido la actual selectividad se confunde la literatura con una serie de fechas, autores y características que es necesario memorizar y analizar de forma simplista apartándola de lo verdaderamente humano y convirtiéndola en una especie de pesado fardo mental o de nutriente de poca sustancia que es mejor arrojar cuanto antes porque no aporta nada.

Y, sin embargo, no es así. Sabemos que no es así. Para los que amamos la literatura, como Dayhanne Ureña Peralta, excelente compañero y profesor con el que tuvimos la enorme fortuna de compartir docencia y conversaciones el curso pasado en nuestro instituto, la literatura es una piel invisible adherida al alma que forma parte de nuestra esencia más íntima y a través de la cual nos relacionamos con la realidad.  Así al menos lo atestigua en su primer libro Hamartía,  título bastante enigmático de resonancias míticas que procede de la tragedia griega y cuya traducción es algo similar a “error trágico” o “falta que conduce a la caída”.  La hamartía es, pues, ese error fatal e inadvertido que comete el héroe y por el cual cae como juguete del destino y de la caprichosa voluntad de los dioses sin que haya posibilidad de reparación, vuelta atrás o redención- al menos, inmediata. Eso lo supo muy bien Edipo y lo sabemos bien quienes ya tenemos una cierta experiencia vital y unas cuantas lecturas de las de verdad a nuestras espaldas.

La referencia no es producto del capricho o de un intelectualismo mal entendido sino está buscada muy a propósito porque el libro del profesor Ureña quiere conectar y dar testimonio personal de una serie de pensamientos recurrentes sobre la condición trágica del ser humano que todos compartimos y que forman quizás el núcleo -o mejor dicho- el problema principal de nuestra ahora denostada cultura occidental desde al menos hace doscientos años. En este sentido el libro enlaza nuestro actual mundo, al que miramos constantemente como un mundo en crisis a punto para el apocalipsis definitivo, con el mundo clásico y con esa gran revolución del arte y del pensamiento que fue el Romanticismo que dio carta de naturaleza al individuo y que lo imaginó como un ser inocente que busca continuamente el sentido a la existencia sin encontrarlo, un individuo que, al final se ve arrastrado por ciegas y tiránicas fuerzas que lo condenan a la destrucción o a la inanidad. Lo que viene a definir nuestra existencia como absurda dado que no parece que haya nadie en el Universo a quien le importemos, como seguramente intuyó Gregor Samsa segundos antes de yacer patas arriba y ser sacado su cuarto para ser arrojado a la basura por su padre. De ahí que en las páginas del libro de Dayhanne Ureña compuesto de capítulos breves, 58 en total, de gran densidad conceptual y sensibilidad, sean recurrentes figuras mitológicas como las de Prometeo, Sísifo o filósofos como Schopenhauer, Nietzsche o Cioran a los que conoce y comprende extraordinariamente bien.

Las figuras míticas, como puede sospecharse, son espejos o metáforas que Ureña utiliza para que nos veamos reflejados de forma mítica, y por lo tanto heroica y nostálgica. Nos muestran a la manera helénica que nuestras luchas están de antemano destinadas al fracaso, al sin sentido y que el tiempo de nuestra –a veces dolorosa- existencia no tiene mayor duración que la caída de una hoja. Sísifo no deja de ser alguien que pone el despertador a las 6 y pico de la mañana, se va a trabajar o a estudiar, come, mira durante horas Instagram, cena, se echa a dormir y al día siguiente vuelve a hacer lo mismo. Y sin embargo, en esa lucha estéril y titánica destinada a la mortalidad está la grandeza, como bien sabe nuestro escritor. Aunque, quizás en mirar Instagram no haya tanta grandeza.

Los pensadores, por su parte, vienen a certificar lo mismo que los héroes pero sin el adorno simulador de las metáforas. De manera cruda Schopennhauer y su discípulo Nietzsche nos caracterizan como voluntades condenadas perpetuamente al deseo y a la frustración sin que haya ningún reposo. El autor de El mundo como voluntad y representación  nos exhorta para superar ese estado a la contemplación estética o a elegir el ascetismo muy similar al que preconizan los budistas; su discípulo, tras proclamar que “Dios ha muerto”, gritarlo por las calles de Europa y abrazar a un caballo maltratado por un cochero poco antes de morir, nos propone la superación del nihilismo para dar a luz al Superhombre. Aún andamos en ello. Cioran-el filósofo favorito de Dayhanne Ureña y por el que se halla muy influido- plantea aceptar la Nada. Y si no nos convencen aún podemos abrazar el pensamiento de los estoicos.  Eso es lo que en algunos momentos parece decirnos Ureña, aunque es el lector el que debe verse en el espejo que nos propone el creador de Hamartía.

En cualquier caso, la creación de Dayhanne Ureña va más allá de la parte que da alma intelectual a sus cincuenta y ocho capítulos, el libro también es una especie de diario íntimo descarnado con aforismos brillantes donde podemos entrever que Dayhanne Ureña es uno de esos héroes no solo por su condición humana sino también porque no ha tenido una existencia fácil. En sus páginas da cuenta de un modo muy sutil y apenas sugerido de la dureza de una vida dedicada al trabajo, a la búsqueda de la verdad, a la literatura, a la superación de experiencias. En los trazos negros de la escritura que pacientemente ha ido bosquejando el escritor se vislumbran las noches de insomnio, los amores pasajeros que parecieron eternos, las caídas morales y físicas, sus reflexiones sobre el lenguaje y la literatura, su pasión por Dostoievski, , su lucha con las limitaciones de la lengua para expresar lo inefable.

Habrá quien piense que el libro es una invitación al desánimo pero no es así. Hamartía evidentemente no es un libro complaciente al modo que lo pueden ser los libros de autoayuda-  es una invitación al autoconocimiento del lector, una invitación a considerar la literatura –aunque no sea del todo suficiente-como una forma de conocimiento del mundo y una propuesta vital que busca antes que la felicidad el ser. Como dice un gran hallazgo de Ureña: Las palabras nunca alcanzan lo que nombran pero son la única manera de decir lo indecible.


                                                                                    José Luis Garrido, profesor de Lengua y Literatura



También puede interesar del autor de Hamartía  El hacedor de sueños: Los Ángeles: entre el fuego y la herencia hispana

 

 

 


martes, 25 de noviembre de 2025

Día contra la violencia machista

 

        “El encaje roto”, Emilia Pardo Bazán

 

                        

 

Convidada a la boda de Micaelita Aránguiz con Bernardo de Meneses, y no habiendo podido asistir, grande fue mi sorpresa cuando supe al día siguiente -la ceremonia debía verificarse a las diez de la noche en casa de la novia- que esta, al pie mismo del altar, al preguntarle el obispo de San Juan de Acre si recibía a Bernardo por esposo, soltó un «no» claro y enérgico; y como reiterada con extrañeza la pregunta, se repitiese la negativa, el novio, después de arrostrar un cuarto de hora la situación más ridícula del mundo, tuvo que retirarse, deshaciéndose la reunión y el enlace a la vez.

No son inauditos casos tales, y solemos leerlos en los periódicos; pero ocurren entre gente de clase humilde, de muy modesto estado, en esferas donde las conveniencias sociales no embarazan la manifestación franca y espontánea del sentimiento y de la voluntad.

Lo peculiar de la escena provocada por Micaelita era el medio ambiente en que se desarrolló. Parecíame ver el cuadro, y no podía consolarme de no haberlo contemplado por mis propios ojos. Figurábame el salón atestado, la escogida concurrencia, las señoras vestidas de seda y terciopelo, con collares de pedrería; al brazo la mantilla blanca para tocársela en el momento de la ceremonia; los hombres, con resplandecientes placas o luciendo veneras de órdenes militares en el delantero del frac; la madre de la novia, ricamente prendida, atareada, solícita, de grupo en grupo, recibiendo felicitaciones; las hermanitas, conmovidas, muy monas, de rosa la mayor, de azul la menor, ostentando los brazaletes de turquesas, regalo del cuñado futuro; el obispo que ha de bendecir la boda, alternando grave y afablemente, sonriendo, dignándose soltar chanzas urbanas o discretos elogios, mientras allá, en el fondo, se adivina el misterio del oratorio revestido de flores, una inundación de rosas blancas, desde el suelo hasta la cupulilla, donde convergen radios de rosas y de lilas como la nieve, sobre rama verde, artísticamente dispuesta, y en el altar, la efigie de la Virgen protectora de la aristocrática mansión, semioculta por una cortina de azahar, el contenido de un departamento lleno de azahar que envió de Valencia el riquísimo propietario Aránguiz, tío y padrino de la novia, que no vino en persona por viejo y achacoso -detalles que corren de boca en boca, calculándose la magnífica herencia que corresponderá a Micaelita, una esperanza más de ventura para el matrimonio, el cual irá a Valencia a pasar su luna de miel-. En un grupo de hombres me representaba al novio algo nervioso, ligeramente pálido, mordiéndose el bigote sin querer, inclinando la cabeza para contestar a las delicadas bromas y a las frases halagüeñas que le dirigen…

Y, por último, veía aparecer en el marco de la puerta que da a las habitaciones interiores una especie de aparición, la novia, cuyas facciones apenas se divisan bajo la nubecilla del tul, y que pasa haciendo crujir la seda de su traje, mientras en su pelo brilla, como sembrado de rocío, la roca antigua del aderezo nupcial… Y ya la ceremonia se organiza, la pareja avanza conducida con los padrinos, la cándida figura se arrodilla al lado de la esbelta y airosa del novio… Apíñase en primer término la familia, buscando buen sitio para ver amigos y curiosos, y entre el silencio y la respetuosa atención de los circunstantes… el obispo formula una interrogación, a la cual responde un «no» seco como un disparo, rotundo como una bala. Y -siempre con la imaginación- notaba el movimiento del novio, que se revuelve herido; el ímpetu de la madre, que se lanza para proteger y amparar a su hija; la insistencia del obispo, forma de su asombro; el estremecimiento del concurso; el ansia de la pregunta transmitida en un segundo: «¿Qué pasa? ¿Qué hay? ¿La novia se ha puesto mala? ¿Que dice «no»? Imposible… Pero ¿es seguro? ¡Qué episodio!…«

Todo esto, dentro de la vida social, constituye un terrible drama. Y en el caso de Micaelita, al par que drama, fue logogrifo. Nunca llegó a saberse de cierto la causa de la súbita negativa.

Micaelita se limitaba a decir que había cambiado de opinión y que era bien libre y dueña de volverse atrás, aunque fuese al pie del ara, mientras el «sí» no hubiese partido de sus labios. Los íntimos de la casa se devanaban los sesos, emitiendo suposiciones inverosímiles. Lo indudable era que todos vieron, hasta el momento fatal, a los novios satisfechos y amarteladísimos; y las amiguitas que entraron a admirar a la novia engalanada, minutos antes del escándalo, referían que estaba loca de contento y tan ilusionada y satisfecha, que no se cambiaría por nadie. Datos eran estos para oscurecer más el extraño enigma que por largo tiempo dio pábulo a la murmuración, irritada con el misterio y dispuesta a explicarlo desfavorablemente.

A los tres años -cuando ya casi nadie iba acordándose del sucedido de las bodas de Micaelita-, me la encontré en un balneario de moda donde su madre tomaba las aguas. No hay cosa que facilite las relaciones como la vida de balneario, y la señorita de Aránguiz se hizo tan íntima mía, que una tarde paseando hacia la iglesia, me reveló su secreto, afirmando que me permite divulgarlo, en la seguridad de que explicación tan sencilla no será creída por nadie.

-Fue la cosa más tonta… De puro tonta no quise decirla; la gente siempre atribuye los sucesos a causas profundas y trascendentales, sin reparar en que a veces nuestro destino lo fijan las niñerías, las «pequeñeces» más pequeñas… Pero son pequeñeces que significan algo, y para ciertas personas significan demasiado. Verá usted lo que pasó: y no concibo que no se enterase nadie, porque el caso ocurrió allí mismo, delante de todos; solo que no se fijaron porque fue, realmente, un decir Jesús.

Ya sabe usted que mi boda con Bernardo de Meneses parecía reunir todas las condiciones y garantías de felicidad. Además, confieso que mi novio me gustaba mucho, más que ningún hombre de los que conocía y conozco; creo que estaba enamorada de él. Lo único que sentía era no poder estudiar su carácter; algunas personas le juzgaban violento; pero yo le veía siempre cortés, deferente, blando como un guante. Y recelaba que adoptase apariencias destinadas a engañarme y a encubrir una fiera y avinagrada condición. Maldecía yo mil veces la sujeción de la mujer soltera, para la cual es imposible seguir los pasos a su novio, ahondar en la realidad y obtener informes leales, sinceros hasta la crudeza -los únicos que me tranquilizarían-. Intenté someter a varias pruebas a Bernardo, y salió bien de ellas; su conducta fue tan correcta, que llegué a creer que podía fiarle sin temor alguno mi porvenir y mi dicha.

Llegó el día de la boda. A pesar de la natural emoción, al vestirme el traje blanco reparé una vez más en el soberbio volante de encaje que lo adornaba, y era el regalo de mi novio. Había pertenecido a su familia aquel viejo Alençón auténtico, de una tercia de ancho -una maravilla-, de un dibujo exquisito, perfectamente conservado, digno del escaparate de un museo. Bernardo me lo había regalado encareciendo su valor, lo cual llegó a impacientarme, pues por mucho que el encaje valiese, mi futuro debía suponer que era poco para mí.

En aquel momento solemne, al verlo realzado por el denso raso del vestido, me pareció que la delicadísima labor significaba una promesa de ventura y que su tejido, tan frágil y a la vez tan resistente, prendía en sutiles mallas dos corazones. Este sueño me fascinaba cuando eché a andar hacia el salón, en cuya puerta me esperaba mi novio. Al precipitarme para saludarle llena de alegría por última vez, antes de pertenecerle en alma y cuerpo, el encaje se enganchó en un hierro de la puerta, con tan mala suerte, que al quererme soltar oí el ruido peculiar del desgarrón y pude ver que un jirón del magnífico adorno colgaba sobre la falda. Solo que también vi otra cosa: la cara de Bernardo, contraída y desfigurada por el enojo más vivo; sus pupilas chispeantes, su boca entreabierta ya para proferir la reconvención y la injuria… No llegó a tanto porque se encontró rodeado de gente; pero en aquel instante fugaz se alzó un telón y detrás apareció desnuda un alma.

Debí de inmutarme; por fortuna, el tul de mi velo me cubría el rostro. En mi interior algo crujía y se despedazaba, y el júbilo con que atravesé el umbral del salón se cambió en horror profundo. Bernardo se me aparecía siempre con aquella expresión de ira, dureza y menosprecio que acababa de sorprender en su rostro; esta convicción se apoderó de mí, y con ella vino otra: la de que no podía, la de que no quería entregarme a tal hombre, ni entonces, ni jamás… Y, sin embargo, fui acercándome al altar, me arrodillé, escuché las exhortaciones del obispo… Pero cuando me preguntaron, la verdad me saltó a los labios, impetuosa, terrible… Aquel «no» brotaba sin proponérmelo; me lo decía a mí propia… ¡para que lo oyesen todos!

-¿Y por qué no declaró usted el verdadero motivo, cuando tantos comentarios se hicieron?

-Lo repito: por su misma sencillez… No se hubiesen convencido jamás. Lo natural y vulgar es lo que no se admite. Preferí dejar creer que había razones de esas que llaman serias…

 

lunes, 24 de noviembre de 2025

 

                                        Noviembre en la biblioteca

 

Realmente arrancamos las actividades de este mes la última semana de octubre, en la que, como es habitual, organizamos la lectura de relatos de misterio y terror en torno a la celebración de Todos los Santos. ¡Y vamos por la XVII edición! Este año el tema es “El doble”, y alrededor de este clásico han girado los relatos que, desde la biblioteca, hemos propuesto para la lectura en los grupos de 2º y 3º ESO.  “La muerte de mi doble” de José Mª Salaverría, “La historia del difunto Mr. Elvesham” de H.G. Wells y “Uno de los gemelos” de A. Bierce son algunos de los títulos seleccionados para estos niveles. Todos ellos recogidos, entre otros, en la interesante antología Alter ego. Cuentos de dobles, que el profesor Álvaro Checa compartió con el Departamento de Lengua Castellana y Literatura.



También “Miss Amnesia” de Mario Benedetti nos ha dado juego con su inquietante trama. Otras opciones han sido algunos fragmentos de El doctor Jekyll y Mr Hyde de Stevenson y El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde.

Para la ambientación, como siempre, hemos aprovechado la Biblioteca Histórica María Moliner, decorada para la ocasión.

 

 

                        

 

 

                        

 

 

                

 

                        

 

                    Concurso: ¿Qué conoces de las bibliotecas del Instituto Goya?

         Ya tenemos a los ganadores de 1º ESO, quienes recibieron un pequeño obsequio para premiar que fueron los que más respuestas acertaron (ver ficha en la entrada anterior del blog).

 

                    

 

 

                                 

                                            Grupo de lectura “Leer juntos”

        

Arrancamos las tertulias este curso con una novela que dio mucho juego, La mala costumbre de Alana S. Portero. En este caso, podemos constatar que la novela no dejó a nadie indiferente. Hablamos de su calidad literaria, de una trama poco habitual en la literatura y de la capacidad de emocionar con una historia tan bien contada. Como subrayaron algunas de las intervinientes, gracias a esta novela hemos podido adentrarnos con profundidad en el complejo recorrido de una persona transexual y esto nos ha proporcionado una mayor cercanía a este tema. La literatura como conocimiento del mundo.

Resulta de verdad interesante y enriquecedor poder asistir a un encuentro literario tan intergeneracional como el que se vive en el Instituto Goya desde hace tantos años.

 

 

                        

 

                        

 

 

jueves, 30 de octubre de 2025

XVII Semana de la literatura de misterio y terror en el Instituto Goya




Bases del concurso de relatos


XVII SEMANA DE LA LITERATURA DE MISTERIO Y TERROR

                              “El doble: Hoy te he visto, pero eras otra persona”

 

Inventa un relato fantástico de misterio o terror en el que aparezca de algún modo el tema del doble. Puede ser que alguien tenga un igual en otra parte o que una persona de gran parecido provoque un malentendido; puede ser que el parecido o la igualdad sean de comportamiento… ¡Deja volar tu imaginación!

                                         .

Consejos para el proceso de creación

Antes de escribir:

-       Crea los personajes que participen en los hechos (que sean muy pocos: uno, dos, tres a lo sumo).

-       Localiza los hechos en un tiempo lejano y en un lugar misterioso pero real.

-       Inventa un conflicto que necesite de la reacción del protagonista: un castigo, una prueba, una discusión, un amor prohibido…

-       Concibe un desenlace sorprendente.

-       Elige el tipo de narrador (te recomiendo el narrador interno, en primera persona).

-       Idea un título sugerente para tu cuento.

A la hora de escribir:

-       Cuida la expresión y el vocabulario. Lee en voz alta lo que has escrito, coloca los signos de puntuación cuando hagas pausas en la lectura y corrige todo aquello que no te suene bien o pueda expresarse mejor.

-       Introduce, si fuera necesario, diálogos y descripciones que den a tu narración un carácter más teatral o un ritmo más lento y detallista.

Bases:

Concurso abierto a los alumnos y alumnas del Instituto Goya de todos los niveles.

Extensión máxima de tres folios, formato de letra Times New Roman de 12 puntos, interlineado de 1,15.

En la cabecera de la primera página deberás indicar el título del relato, tu nombre y apellidos, el curso y grupo.

Debes enviarla, por email, en un archivo word antes del 28 de noviembre a tu profesor o profesora de Lengua y Literatura.

Los relatos seleccionados serán publicados en el número especial que todos los años edita la biblioteca con la colaboración del departamento de Lengua Castellana y Literatura y el departamento de Artes Plásticas.

                             

                                        ¡Anímate a inventar tu propia historia!




jueves, 23 de octubre de 2025

Visitas guiadas a la biblioteca

 

                        

 

Durante los meses de septiembre y octubre hemos organizado una serie de visitas guiadas a las bibliotecas del centro para los alumnos de 1.º ESO.

            Partimos del mural del patio donde aparecen dibujadas Irene Vallejo y María Moliner. A partir de la información que han recabado los alumnos y las alumnas por su cuenta, relacionamos a estas dos filólogas con el instituto y tratamos acerca de sus logros dentro del mundo de la escritura.

Tras este primer punto de encuentro, nos sumergimos en la Biblioteca Histórica María Moliner; allí pueden comprobar la magnitud del diccionario de la aragonesa con los ejemplares que les mostramos. Además, explicamos la procedencia de sus fondos. A los alumnos les sorprende que haya obras del siglo XVI en su instituto, así que les recordamos brevemente la historia del Goya. Tras un paseo por entre sus vitrinas para poder entender la importancia del lugar, rellenan parte de un cuestionario a fin de comprobar lo que han ido aprendiendo en la visita. Después sabrán que completarla pronto y bien lleva premio.

                        



              Nos trasladamos al tercer espacio de la visita, a la Biblioteca Escolar “Irene Vallejo” con el objetivo de que entiendan cómo y cuándo pueden utilizar estas instalaciones, hacer uso del servicio de préstamo o sugerir la compra de un ejemplar. Aprovechamos además para repasar las partes del libro con El infinito en un junco, obra que nos traslada a los orígenes de la escritura. Tras recorrer los estantes de esta biblioteca y comprobar dónde se sitúan los libros según sus preferencias, terminan completando el cuestionario con la información recabada. ¡Quienes lo completen bien con rapidez recibirán un marcapáginas donde se recoge un episodio de la historia de nuestro instituto! Los minutos se nos han pasado volando y parece, según nos dicen, que se van a animar a acercarse más a este espacio que es la entrada al mundo de los libros.

 

 

                    

                                  

                       

                                 

¿Qué conoces de las bibliotecas de tu instituto?

 

Intenta completar el cuestionario como hacen los alumnos en cada visita.

1. ¿Qué estudia una persona que se dedica a la Filología?

2.     ¿Por qué se propuso María Moliner escribir un nuevo diccionario?

3.    ¿Cómo se titula la obra más importante de Irene Vallejo? ¿En qué año se publicó?

4.    ¿Qué relación tienen María Moliner e Irene Vallejo con el Instituto Goya?

 Biblioteca histórica “María Moliner”

5.    ¿De qué siglo son los libros más antiguos que se guardan aquí?

6.    ¿Por qué posee tantos libros antiguos?

Biblioteca escolar “Irene Vallejo”

7.    ¿Por qué se titula el libro más importante de Irene Vallejo __________________________?

8.    ¿Cómo se llama la parte trasera de un libro?

9.    ¿De qué color es la pegatina que llevan las novelas juveniles de aventuras en la parte baja del lomo?

10. ¿Cuál es el contenido de las novelas juveniles que llevan en el lomo una pegatina negra

11. ¿Cuántos libros puedo llevarme en préstamo? ¿Cuántos días?

12 ¿Qué puedo hacer si pasa el tiempo de préstamo y no me he terminado el libro o lo necesito para clase?

13. ¿De qué manera puedo proponer que se compre un libro en la biblioteca?



¿Cuántas respuestas conoces? Pásate por la biblioteca durante el recreo de la mañana o de la tarde si quieres saber más. Estamos para ayudarte. ¡Los libros te están esperando!

                                                                                                                    

 

                                                                             

                                                                                             Marily Gómez

                                                                                    Encargada de la biblioteca

 

 

 

 

miércoles, 15 de octubre de 2025

Grupo de lectura "Leer juntos" del IES Goya - curso 25/ 26

Presentamos el plan de lecturas con el correspondiente calendario de tertulias del grupo “Leer juntos” del IES Goya en su XV edición.

Quedáis invitados todos los miembros de la comunidad educativa (alumnado, madres y padres, profesores, personal de servicios, antiguos alumnos y alumnas y docentes jubilados). Los interesados debéis dirigir vuestra solicitud de participación a la dirección electrónica de la biblioteca.

10 de noviembre: La mala costumbre, de Alana S. Portero. Seix Barral, Biblioteca Breve, 2023, 256 págs.

Narrada desde una singular y desgarradora voz en primera persona, La mala costumbre recorre la adolescencia de una niña atrapada en un cuerpo que no sabe habitar, que intenta comprenderse a sí misma y al mundo en el que vive, desde su infancia en una familia de clase obrera en el barrio de San Blas, arrasado por la heroína en los años 80, hasta las noches clandestinas en el centro de Madrid de los 90.

La mala costumbre es una novela cruda y feroz, pero también poética y conmovedora, en la que los extremos se tocan para mostrarnos por qué el resentimiento y la rabia contra el sistema son completamente válidos para sobrevivir en una sociedad que no acepta a los que son diferentes.


15 de diciembre: Flores de papel, de Ebbaba Hameida. Península, 2025, 280 págs.

Flores de papel narra la historia del pueblo saharaui a través del testimonio de tres mujeres: Aisha, Naima y Leila: nieta, madre y abuela. Tres generaciones que han visto sus vidas atravesadas por el colonialismo, la guerra, el exilio, la huida y la búsqueda de su identidad.

«Un relato intenso, emocionante y hermoso de la épica historia de los saharauis a través de la vida de tres mujeres de distintas generaciones. Cautivador.» (Rosa Montero).




19 de enero: El recuerdo exhausto, de Olga H. Vitoria. Avant, 2025, 262 págs.

1897. Desde la España profunda, la joven Rosario entra como criada en La Morada, mansión de los marqueses de Valgrán. Deshecha por la tristeza de los inesperados acontecimientos y las emociones no siempre contenidas en que se ve envuelta, la joven se traslada a Francia como dama de compañía de la anciana baronesa Madeleine D´Avezac. No sabe que, de manos del azar, acaba de dar el paso más importante de su vida. Algo va a cambiar radicalmente. Asistimos a la evolución impresionante de su personalidad y de la relación entre ambas mujeres. La vida transcurre entre los paisajes boscosos de Las Landas, donde memoria y dolor ya no van de la mano, pero en un viaje a París, Rosario accede sin pretenderlo a un gran secreto que Mme. D´Avezac ha mantenido oculto y que, inesperadamente, la pondrá en el camino de su propia redención.

Con un estilo envolvente y profundamente introspectivo, la autora explora los vínculos que nos atan al pasado.

Contaremos con la presencia de la autora, Olga Hernández Vitoria.


16 de febrero: Metasilencio, de Jesús Soria Caro. Quadrivium, 2025; 78 págs.


El Saber poético ni anida en el autor. Para que se pueda manifestar, el poeta tiene que desaparecer, debe morir. No es sino con su tachadura que la verdad puede emerger. Es lo primero que hace Jesús Soria en Metasilencio. No hay otra forma de ir allende el sentido: matar la palabra para liberarlo. La palabra se vuelve poema. La muerte de autor es el título que sirve de pórtico de entrada al poemario. Cuando el autor calla, el poema habla.

Contaremos con la presencia del autor del libro, Jesús Soria Caro.




16 de marzo: Hasta que empieza a brillar, de Andrés Neuman. Alfaguara, Narrativa Hispánica, 2025, 296 págs.

Solemos identificar a María Moliner con su diccionario, «el más completo, útil y divertido de la lengua castellana», según García Márquez. ¿Pero por qué se sentó a escribirlo a los cincuenta años, en plena dictadura franquista? ¿Cómo pudo completar, prácticamente sola, el diccionario de autora más importante de todos los tiempos?

Hasta que empieza a brillar cuenta la historia íntima de María Moliner, partiendo de una atractiva premisa literaria: narrar de cuerpo entero a la protagonista a través de su vínculo con la lengua. A la vez, nos propone una sugerente hipótesis: ¿y si su diccionario fuese también una suerte de autobiografía oculta?

Esta es la vida novelada de una figura apasionante, retratada desde una infancia difícil hasta un final insospechado, pasando por su extraordinaria labor como bibliotecaria en la República o su polémica candidatura a la Real Academia. Entre la investigación y la imaginación, combinando la comedia, el drama familiar y la tragedia colectiva, se abre paso la historia de una resistencia secreta. Un acto de justicia con el legado de una mujer que vivió a contracorriente y exploró las palabras hasta que empezaron a brillar.

Asistirá como invitada especial la profesora Mª Antonia Martín Zorraquino, catedrática de Lengua Española en la Universidad de Zaragoza y experta en la vida y obra de María Moliner.


20 de abril: La muerte en común (Sobre la dimensión intersubjetiva del morir), de Ana Carrasco-Conde. Galaxia Gutenberg, Col. Ensayo, 2024, 392 págs.

¿Es lo común de la muerte que todos seamos mortales? No es a eso, a una propiedad consustancial y compartida entre los seres vivos, a lo que se refiere el título de este libro. La muerte en común es, por un lado, un intento de pensar en las consecuencias de perder a alguien que te constituye como persona y, por otro, de reflexionar sobre qué sucede en la comunidad cuando esto ocurre. Si, según se dice, quien no sabe afrontar una pérdida recae en un duelo patológico, ¿qué sucede en una sociedad en la que no se sabe hacer duelo? ¿Hay duelos patológicos a nivel comunitario? ¿Qué impacto tiene la pérdida de un miembro de la comunidad en el todo? ¿Es solo una cuestión 'privada' que debe resolver cada uno en su casa? ¿Qué impacto pueden tener la desaparición de los rituales compartidos y el acortamiento del tiempo que nos damos para superar esta vivencia? Para responder a estas preguntas este ensayo parte del recorrido que une en el mundo antiguo las nanas infantiles con el canto fúnebre conocido como nenia y analiza el sentido de las consolaciones para poder pensar nuestro propio tiempo y nuestra manera de afrontar la pérdida.

18 de mayo: El puente donde habitan las mariposas (Biosofía de la respiración), de Nazareth Castellanos. Siruela, El Ojo del Tiempo, 2025, 280 págs.

Todos podemos ser escultores de nuestro propio cerebro (si nos lo proponemos).

El cerebro es un órgano plástico, que puede ser esculpido con la intención y la voluntad como herramientas. Conocer su capacidad para aprender y adaptarse al entorno es descubrir aquello que nos construye desde fuera. Pero, paradójicamente, es esa misma plasticidad neuronal la que nos brinda la oportunidad de transformarnos desde dentro.

Nazareth Castellanos se asoma a la filosofía de Heidegger y propone tres pilares fundamentales en los que se sustenta la experiencia humana: construir, habitar y pensar. El relato comienza exponiendo la huella que los ancestros y las relaciones personales han dejado en la construcción de nuestro propio cerebro, para luego adentrarse en la posibilidad de reconstruir la arquitectura neuronal mediante la voluntad, algo para lo que la respiración es una herramienta esencial, pues establece un puente entre el mundo exterior y el interior, entre lo que somos y lo que creemos ser. Siguiendo el trazo anatómico que dejan cada inspiración y cada espiración en el cerebro, pueden definirse las bases neuronales del encuentro con uno mismo.

En un ejercicio impecable, en el que aúna humanismo, ciencia y algunas de sus experiencias, la autora recoge diferentes técnicas de respiración para reforzar determinadas zonas del cerebro que nos ayudarán a preservar nuestra salud mental; en esencia, a conseguir un acercamiento a la propia identidad a través de una experiencia amable.

domingo, 5 de octubre de 2025

"Inicio de curso desde el agradecimiento"

 

 

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Después de un verano de obras en la Biblioteca Escolar Irene Vallejo (gracias a quienes han colaborado con su ingenio en el proyecto y con su fuerza en el transporte de las cajas de libros…), iniciamos el curso 25/26 llenos de energía y con los ecos del final de curso pasado resumido en la siguiente anécdota.

Uno de los últimos días, encontré en mi casillero de la sala de profesores el libro de Nazareth Castellanos El puente donde habitan las mariposas. Dentro, una carta manuscrita de Leticia García, profesora de inglés del turno de tarde, me contaba que una de sus alumnas había donado el libro a la biblioteca en agradecimiento a la nueva oportunidad que le había brindado el Instituto Goya. Y es que la alumna, Inma, ha sido capaz de combinar las clases con un esforzado trabajo al salir de las aulas (hablamos de más allá de las diez de la noche en el turno vespertino). Mientras realiza este trabajo, Inma escucha la radio. Y un día oyó hablar del citado libro de Nazareth Castellanos. Como tenía que estudiar mucho, compró el libro pero no lo pudo leer hasta concluir los exámenes. En agradecimiento a todos sus profesores y a nuestro instituto, que le ha brindado otra oportunidad, nos deja este ejemplar para la biblioteca. Y así lo hemos registrado: “Donación de Inma”.

Durante este curso recién iniciado celebramos el 180 aniversario del instituto. La historia de Inma es un ejemplo de tantas y tantas líneas que podríamos rellenar con las historias de quienes han pasado por estas aulas sentados en los pupitres y de quienes han intentado transmitirles todos sus conocimientos y pasiones desde el encerado a esas personas. También es un reconocimiento al libro de papel, que permanece con nosotros, y que, como dijo Irene Vallejo hace un par de años en el programa radiofónico El Ojo Crítico, nos aporta el añadido de lo sensorial, del cuerpo de papel, el aspecto carnal del libro frente a lo etéreo de los reinos digitales. Y la historia continúa.