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Su obra poética, de gran sencillez formal, se crea en torno a tres ejes fundamentales: la inquietud religiosa, la memoria y la identidad nacional. Por ello, junto a versos de profunda espiritualidad, se encuentran otros de claro contenido político. Es autora de Visitaciones (1970), Viaje a Nicaragua (1987) y Créditos de Charlot (1990). Su obra poética ha sido traducida a varios idiomas y galardonada con la Orden Alejo Carpentier, la medalla 30 Aniversario de la Academia de Ciencias de Cuba, el Premio de Poesía Pablo Neruda 2007, el XX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2011 y el Premio Federico García Lorca 2011. El 29 de abril de 2013 recibió la Orden José Martí por su contribución a la investigación y difusión de la obra de este poeta cubano, considerado un héroe nacional. En nuestro país, es una autora poco conocida, a pesar de figurar en la antología Once grandes poetisas hispanoamericanas (1967), de Carmen Conde, y de la publicación de la antología de su obra poética El Instante Raro (Pre-Textos) en 2010.
El poema elegido se inspira en la conocida obra de arte etrusco, datada hacia el 520 a.C. Procedente de Cerveteri (en la región italiana del Lazio), se conserva en el Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia, en Roma. Representa a dos esposos sobre un sarcófago, reclinados y con la sonrisa característica del estilo arcaico ("la sonrisa etrusca").
Precisamente, en la sala del museo de Villa Giulia donde se conserva esta escultura, mientras el protagonista la contempla ensimismado, comienza la acción de La sonrisa etrusca, una de las novelas más conocidas de José Luis Sampedro (1917-2013), que actualmente estamos leyendo en el grupo Leer juntos, razón por la que hemos seleccionado el poema de Fina García Marruz. Así es como la describe Sampedro en su novela:
La mujer, apoyada en su codo izquierdo, el cabello en dos trenzas cayendo sobre sus pechos, curva exquisitamente la mano derecha acercándola a sus labios pulposos. A su espalda el hombre, igualmente recostado, barba en punta sobre la foca faunesca, abarca el talle femenino con su brazo derecho. En ambos cuerpos, el rojizo tono de la arcilla quiere delatar un trasfondo sanguíneo inalterable al paso de los siglos. Y bajo los ojos alargados, orientalmente oblicuos, florece en los rostros una misma sonrisa indescriptible: sabia y enigmática, serena y voluptuosa.
Actualización:
Fina García Marruz falleció en La Habana el 27 de junio de 2022 a los 99 años.
Otros poemas de Fina García Marruz: AQUÍ.
Encantador. También, el hecho de cómo una escultura tan arcaica, con el misterio de las expresiones de las figuras y el de su origen, escultor, los modelos que la inspiraron, etc, haya inspirado a una poetisa dos mil quinientos años después...
ResponderEliminarCarlos San Miguel