EL BLOG DE LA BIBLIOTECA DEL IES "GOYA" DE ZARAGOZA


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miércoles, 30 de enero de 2019

XIV Concurso literario de Poesía del IES Goya



Con el objeto de fomentar entre los jóvenes estudiantes la creación literaria, 
se convoca el XIV Concurso Literario de Poesía del IES Goya
(IIIª edición en Poesía para Llevar) con arreglo a las siguientes

BASES:

1. Podrán participar todos los alumnos del IES GOYA durante el presente curso académico 2018 / 2019.

2. Se establece una única modalidad: POESÍA. La extensión máxima de la composición no debe superar los 25 versos.

3. Los trabajos podrán estar escritos en cualquiera de las tres lenguas de la Comunidad Autónoma.

4. El tema de los trabajos es LIBRE.

5. Se podrá presentar un único trabajo por participante.

6. Los trabajos deberán ser inéditos y originales.

7. Presentación: los trabajos irán firmados con seudónimo o lema.
Se presentarán dos copias del trabajo dentro de un sobre A4, en el que también debe incluirse un sobre A5 con una hoja de datos del autor o autora: nombre, apellidos, dirección, teléfono, curso y grupo.

8. Se establecen las siguientes categorías:
Categoría I: · 1º, 2º y 3 º ESO
Categoría II: · 4º ESO y Bachillerato.

9. Se establecen los siguientes premios para ambas categorías:
a. Primer premio: dos libros de poesía
b. Segundo premio: un libro de poesía

10. Los trabajos se entregarán antes del 14 de marzo en la biblioteca.

11. El jurado estará compuesto por el Seminario de Biblioteca, que cuenta con representantes de
            ·  La Biblioteca del centro
            ·  La actividad «Poesía para llevar»
            ·  El Departamento de Lengua y Literatura

12. El fallo del jurado será inapelable y podrá declarar los premios desiertos. El resultado se hará  público el 21 de marzo y se publicarán en un número especial de Poesía para Llevar del centro el 27 de marzo y en este mismo blog.

13. Los originales premiados quedarán en poder del instituto, que podrá reproducirlos y utilizarlos libremente. Serán enviados al Grupo de Poesía para Llevar para participar en un concurso entre los centros del proyecto. El 24 de abril se publicarán los ganadores en un número especial que se llamará Nuestra poética futura.

14. La participación en este concurso implica la aceptación de las bases.

Los trabajos ganadores representarán al IES GOYA en el concurso que se celebrará entre los 75 centros que participan en Poesía para llevar en este curso 18/19.

¡MUCHA SUERTE A TODOS LOS PARTICIPANTES!

domingo, 27 de enero de 2019

"Oración por los poetas exiliados", de Concha Lagos



ORACIÓN POR LOS POETAS EXILIADOS


A Emilio Prados, Rafael Alberti,
León Felipe, Luis Cernuda y Concha Méndez


   En el nombre del Padre,
en el nombre del Hijo y el Espíritu Santo.

   Voy a pedir por todos:
imploraré los puentes, las escalas,
el barco más ligero,
las alas de la paz.
Un pasaje de amor para el que quiera
pisar tierra de infancia,
ser semilla otra vez,
andar por sus veredas columpiando domingos,
irse por torres altas….

   Sé que soñáis las plazas y el santo de la ermita,
los cafés con penumbra de catedral y coro.

   Para todos el rezo y el agua de mi orilla,
un canto de esperanza,
esta rama de olivo.

   Aquí pongo los nombres:
Emilio, Rafael, León Felipe
y Luis el tan lejano…..
También por Concha
y por los ignorados, los que no he conocido,
los que se fueron con su queja de amor.

   Por todos mi oración en cruz elevo
desde estos surcos, mares y salinas,
arroyos, lomas, tierra de esta España.
Que nadie nos la cerque con alambre de espino.
Campo abierto la imploro.
Lo pide el corazón.

Dios es testigo.

De Golpeando el silencio, 1961

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[Imagen: Pinterest]

domingo, 20 de enero de 2019

"flor de neve que cae.." y otro poema de Eva Veiga




flor de neve que cae
como descenden as horas máis fermosas da tristeza
doces e lentas sobre a pel
vólvese de silencio
faise de noite e esquece
mentres dentro o sangue
fractal na extrema queimadura
só un intre
ata que a flor se ergue
e fica a sombra invisible
o frío


*             *              *


SE os soños baixan como estrelas
a beber do día.
Se a verdade máis fonda se atopara
na incerteza.
Se sempre a luz deixa
o seu segredo sobre as cousas.
Se arrola a noite aínda máis dentro
a tenrura do volcán.
Se me ollas en silencio e o mundo
deixa de dar voltas.
Se se abrise a chuvia
nos teus labios.
Se da nube me derrota
a súa beleza.
Se o amor nos ergue
sobre a cinza.



TRADUCCIÓN AL CASTELLANO:

Flor de nieve que cae
como descienden las horas más hermosas de la tristeza
dulces y lentas sobre la piel
se vuelve de silencio
se hace de noche y olvida
mientras dentro la sangre
fractal en la extrema quemadura
solamente un instante
hasta que la flor se levanta
y queda la sombra invisible
el frío

*            *            *

Si los sueños bajan como estrellas
a beber del día.
Si la verdad más profunda se encontrase
en la ausencia de certeza.
Si siempre la luz deja
su secreto sobre las cosas.
Si arrulla la noche aún más dentro
la ternura del volcán.
Si me miras en silencio y el mundo
deja de dar vueltas.
Si se abriese la lluvia
en tus labios.
Si de la nube me derrota
su belleza.
Si el amor nos levanta
sobre la ceniza.


(Traducción literal al castellano de Paloma Alonso)


Eva Veiga Torre, poeta y periodista gallega,  nació en Ombre, Pontedeume, en 1961. Es
Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Santiago de Compostela y forma parte del grupo poético-musical Ouriol. Ha trabajado en El Ideal Gallego y en la TVG, donde destacó en la presentación y dirección de programas culturales, labor por la que recibió dos premios TP y  el Premio Galicia de Comunicación. Presentó y dirigió la serie documental sobre arte gallego "Galicia no Tempo", galardonada con el Premio del Colegio de Arquitectos de Galicia y con el Premio de Honor de la Unesco. En 1993 una grave enfermedad, de la que se encuentra felizmente repuesta, la llevó a abandonar su trabajo en televisión y a dedicarse a la escritura. Ha debutado en el cine interpretando el papel protagonista en A cicatriz branca (2012), de Margarita Ledo. 

Se estrenó como poeta con Fuxidíos (1993, accésit del XII Premio Esquío de Poesía), obra a la que siguieron Paisaces do baleiro (1999), A luz e as súas cicatrices (2006), Desconcerto (2006), Poemas de Eume (2009), A frecha azul do teixo (2010) y Nesta Hora Imposible (2012), con fotografías de Mada Cabelleira. Sus tres últimas obras -A distancia de tambor (2014, a la que pertenece el segundo poema), Silencio percutido (2015) y Soño e vértice (2016)- han sido galardonadas con el Premio da Asociación de Escritores en Lingua Galega, el Cidade de Ourense y el Premio de la Crítica Española 2016 en la categoría de poesía en lengua gallega, respectivamente.

domingo, 13 de enero de 2019

Dos poemas de Piedad Bonnett


Henri Matisse, La ventana cerrada (1919)



          TAREAS DOMÉSTICAS
  
                       [FRAGMENTO]

                                 II

El sol de enero
corta sus alas sobre tu jardín,
entra por el ventanal azul, se posa
en la madera tersa, rompe el lomo
de los libros en línea, A de Aleixandre,
B de Borges, Zeta
de Zorrilla y de Zweig.
El sol de enero
atraviesa cajones con olor a lavanda,
las camisas de seda a la derecha,
arriba el negro, en la mitad el blanco,
atrás la lana, aquí el peltre, allí el vidrio,
y abajo las miserias,
donde nadie las vea. El sol de enero
recorre el viejo orden, sigiloso,
de mayor a menor, de grande a chico,
por países, por género, por número,
por días y por meses y por años,
y va a morir al centro de tu pecho
entre tu corazón encordelado.



                 EL POEMA

               El mayor enemigo de la poesía
es el poema
VICENTE HUIDOBRO

Anterior al poema el árbol en la arena, iluso
                  faro de las focas marinas.
Anterior al poema, el grito,
el beso de los adolescentes, sus manos que se
                  buscan en el sopor del verano.
Anterior al poema, inútil como un  prendedor
                  sobre el pecho de una muchacha, la luna.
El árbol,
el grito,
el beso,
la luna,
hechos plegaria en medio del poema,
hechos de sal, de sombra, de metal, de hueso,
                  en medio del poema,
desesperadamente, rabiosamente plantados en
                  medio del poema,
árbol de oes,
grito de aes,
beso de ues
luna de papel.
Sobre la arena el árbol persevera.
Dentro del alma el grito persevera.
Y los besos se multiplican en el aire y la luna
                  impasible canta su aria
sobre el cielo de tinta del poema.

 De Nadie en casa, 1994

Piedad Bonnett (WMagazín)
Piedad Bonnett (Amalfi, Colombia, 1951), poeta, narradora y dramaturga colombiana, es Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes, donde ha impartido docencia durante tres décadas, y tiene una maestría en Teoría del Arte, la Arquitectura y el Diseño por la Universidad Nacional de Colombia.  

Bonnett es actualmente la poeta colombiana con mayor reconocimiento internacional. Ha publicado los libros de poesía De círculo y ceniza (1989, mención de honor en el Concurso Hispanoamericano Octavio Paz),  Nadie en casa (1994), El hilo de los días (1995, Premio Nacional de Poesía en 1994), Ese animal triste (1996), Todos los amantes son guerreros (1998), Tretas del débil (2004), Las herencias (2008), Explicaciones no pedidas (2011, Premio de poesía americana Casa de  América  de Madrid en 2011 y el José Lezama Lima de Casa de las Américas en 2014) y Los habitados (2017, XIX Premio de poesía Generación del 27), un libro sobre el duelo, escrito  a raíz del suicidio de su hijo Daniel en 2011, del que trata también su última novela.  En 2017 Lumen publicó su Poesía reunida. En 2012 fue galardonada con el Premio Poetas del Mundo Latino, ocasión en la que el español Luis García Montero dijo sobre ella:
Poeta rigurosa, controlada y capaz de unir la claridad y la profundidad, su  obra huye al mismo tiempo de los excesos de la retórica y de los desnudos intrascendentes. El pudor de la palabra lírica de Bonnett consigue unir la intensidad y la inteligencia en una obra que se alimenta de la memoria, de los sentimientos y de la observación de la realidad.
Es autora, además, de cinco novelas -Después de todo (2001), Para otros es el cielo (2004), Siempre fue invierno (2007), El prestigio de la belleza (2010) y Lo que no tiene nombre (2013)- y de cuatro obras de teatro, montadas por el Teatro Libre bajo la dirección de Ricardo Camacho: Gato por liebre, Que muerda el aire afuera, Sanseacabó y Se arrienda pieza.

miércoles, 9 de enero de 2019

'Al faro', de Virginia Woolf


Grupo de lectura "Leer juntos Hoy" del IES “Goya”
Sesión del 5 de noviembre de 2018
Obra comentada: Al faro.
Autora: Virginia Woolf






44 años tenía la Sra. Woolf cuando le confesó a su Diario que estaba escribiendo Al Faro con suma “rapidez y libertad”, de modo que el subrayado daría pie a cuestionar posteriormente tanto la distancia emocional necesaria para la revisión autobiográfica basada en aquel último veraneo de 1894 con su familia de clase media-alta en St. Ives, como el compromiso de búsqueda artística del “camino correcto” previo a su reconocimiento institucional definitivo. En todo caso, podrían aceptarse, tal vez, estas dos líneas directrices de la interpretación de su obra: por un lado, la de la recreación meditativa a partir del reflejo de su propia relación con padres y familia, donde el propósito terapéutico de liberarse de la obsesión con la madre se logra gracias al reconocimiento armonizador de la figura central en un contexto condicionado socialmente, pero también particularizado, e infinitamente enriquecido, en su devenir existencial; por otro lado, no sólo el propósito artístico, filosófico de cuestionar el modo de representación clásico, en su caso victoriano, de la realidad, sino también la ejercitación misma de la imposibilidad de acceder al conocimiento de la verdad, de la existencia misma de una verdad inamovible, común.
En el primer acercamiento, el conjunto de personajes ofrece un desarrollo poliédrico. Todos se definen a partir de su relación con Mrs. Ramsey, trasunto de la propia madre, cuya proyección sigue siendo completa en las secciones tras su muerte. Su configuración como emblema de la mujer victoriana, cohesionadora familiar y social, protectora de todos sin ser de todos querida, moderadamente cultivada, desinteresada intelectualmente, sacrificada en su intimidad, apegada a la complacencia social, convencional y normativa (el triunfo de la cena), no le impide asumir ese velo del misterio (se movía en el indescriptible aire de esperar algo) que la encarece como personaje y tal vez la engrandece, a ojos de la autora, como trasunto terapéutico. Bajo ese velo, en su intimidad conocida por el lector e intuida por los personajes, se identifica con la luz esperanzada, ordenadora del faro (hasta que se convertía en aquello que miraba: aquella luz) sobre el que, independientemente de los valores simbólicos inconcretos, más sugeridos que determinados, han de converger todas las líneas compositivas y significativas de la novela. El marido-padre se ubica en una capa secundaria del conjunto (por delante del cientificista Bamkers, del más neutro y potencial reflejo de la expectativa del lector, Carmichael, y de los ocho hijos), con su impostura, más ridiculizada amablemente que amargamente criticada, de erudito de bajo vuelo y escaso fondo, compilador fracasado de biografías que, en su enajenamiento, se pierde la vida de su entorno, y en la amalgama de sus exabruptos iracundos, de la exhibición caprichosa y a veces cruel de su egotismo y de su dependencia infantil, desmiente el único principio por el que se le respeta, el del incorruptible defensor victoriano de la verdad (y de su mano, la sinceridad, la honradez: no sabía mentir, nunca desfiguraba la naturaleza de un hecho cierto… con la realidad no se puede jugar), con el engaño disimulado de los inexistentes amor de su mujer y reconocimiento debido de su hijos. Este, en cierto modo, bufón del patriarcado clásico queda reforzado, finalmente, con la contrafigura exacerbada de Charles Tamsley, como representantes del grillete conservador a lo femenino (como también el padre de Virginia pretendía inhibir sus impulsos artísticos). 

Pintura de Inmaculada Martín

Frente a estos últimos y en cierto modo frente a todos, se levanta y también se construye, a través de la evolución que le permite la maduración en el tiempo (evolución como artista, rechazo del matrimonio, cuestionamiento de los Ramsey), la figura que, como alter ego de la otra autora, está en una esfera superior porque ofrece la base de comprensión final de la obra a través de la analogía entre su cuadro y la configuración de la novela, que acaban en el mismo momento tras un rapto enumerativo de la pintora que podría estar en boca de la escritora: había perdido el conocimiento del mundo exterior, y se olvidaba de su nombre y personalidad y aspecto…, su nombre continuaba arrojando, desde lo más hondo, escenas, nombres, dichos, recuerdos e ideas. Lily Briscoe puede completar su lienzo después de haber resuelto los problemas de representación en relación a los volúmenes y las manchas de color que se plantean en la primera sección: la búsqueda de la verdad psicológica desde la perspectiva de individuo es superior a la presunta fidelidad al objeto referido, a la apariencia real. Consigue terminar el cuadro precisamente a través del filtro personal de la rememoración, cuando los objetos referidos ya no existen con su confusa apariencia de realidad: ya desaparecida Mrs. Ramsley y ausente el sobreprotegido James, de excursión con su antagonista padre precisamente al faro con cuyo tercer destello luminoso se identificaba la madre, la artista puede pintar su representación reducida a líneas (quienquiera que fuese se había quedado en su interior, y se había acomodado de forma que por una verdadera suerte proyectaba una sombre en forma de triángulo irregular sobre el escalón) y ubicar en una compensación estética e instintiva los volúmenes (no había razón alguna, excepto que si allí, en aquel rincón había luz, aquí, en este otro, ella sentía la necesidad de oscuridad), descubriendo así, para sí misma, como superación del realismo representativo, las tendencias del arte abstracto y expresionista.
Por su lado, la escritora se apoya en los esfuerzos evolutivos de Briscoe (esta ha sido mi visión es la frase que cierra el libro) como soporte teórico de su filosofía y práctica literaria: en Al faro cada personaje ofrece una imagen particular de cada uno de los demás a través de sus monólogos interiores, de modo que a veces resulta difícil saber quién está hablando porque lo relevante es que se hace desde la perspectiva de alguien, y a veces se alcanza un conjunto de voces que parecen apuntar hacia la existencia de un coro indeterminado en el que también, a veces, está presente indudablemente la voz de la autora disimulada como un personaje más. El hecho de que cada elemento del libro esté ligado al observador que lo presenta en su íntima reflexión dificulta evidentemente la lectura, sobre todo para quien aún mantiene la aspiración de una verdad inamovible transmitida por un narrador incuestionado, pero denuncia la imposibilidad del conocimiento humano objetivo, que necesariamente se presenta fraccionado e incompleto.

Carlos Salvador Martín