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domingo, 1 de mayo de 2016

"Los fusilamientos de la Moncloa", de Manuel Machado

Francisco de Goya, Los fusilamientos del 3 de mayo, 1814
Museo del Prado, Madrid



LOS FUSILAMIENTOS DE LA MONCLOA


Él lo vio...Noche negra, luz de infierno...
Hedor de sangre y pólvora, gemidos...
Unos brazos abiertos, extendidos
en ese gesto del dolor eterno.

Una farola en tierra, casi alumbra,
con un halo amarillo que horripila,
de los fusiles la uniforme fila
monótona y brutal en la penumbra.

Maldiciones, quejidos... Un instante
primero que la voz de mando suene;
un fraile muestra el implacable cielo.

Y en convulso montón agonizante,
a medio rematar, por tandas viene
la eterna carne de cañón al suelo.

           De Apolo. Teatro pictórico, 1911


El escritor Manuel Machado es quizá el poeta más representativo del Modernismo en España. Hijo del folclorista Antonio Machado Álvarez y hermano mayor de Antonio Machado*, nació en Sevilla en 1874, pero se trasladó con su familia a Madrid cuando tenía nueve años. Estudió en la Institución Libre de Enseñanza* y en la facultad de Filosofía y Letras de Sevilla finalizó su formación universitaria. Desde muy joven frecuentó las tertulias literarias.
    En 1899  realizó un primer viaje  a París, al que seguirán otros. En la capital francesa trabajó como traductor  en la editorial Garnier, conoció la  bohemia, se relacionó con Gómez Carrillo, Rubén Darío* (por el que sentía una profunda admiración), Amado Nervo* y Oscar Wilde;  entró en contacto con la poesía simbolista y parnasiana, y escribió sus primeros poemas. En 1900 publicó  su primer poemario, Alma. Tras un tiempo en Barcelona, regresó a Sevilla, donde en 1910 contrajo matrimonio con su prima Eulalia Cáceres, mujer de profundas convicciones religiosas que, al quedar viuda, ingresó en una congregación religiosa. 
     De nuevo en Madrid, desempeñó el cargo de archivero en las bibliotecas Nacional y Municipal de Madrid, de la que llegó a ser director. Al acabar la Primera Guerra Mundial, fue corresponsal en Bélgica y París del periódico El Liberal
     El estallido de la Guerra Civil Española (1936) sorprendió al matrimonio en Burgos, después capital de la España franquista, donde el poeta fue detenido el 29 de septiembre y puesto en libertad el 1 de octubre, gracias a la intercesión de varias personas. La guerra supuso una separación de su familia, no solo física sino también ideológica, pues en Manuel (que había sido republicano)  se produjo un cambio  y un acercamiento al bando franquista. Durante la contienda participó en proyectos como Los versos del combatiente o Corona de sonetos en honor de José Antonio Primo de Rivera, además de componer el poema "Al sable del caudillo" (de lo que más tarde se arrepentiría), después de la toma de Madrid en 1939. En 1938, en plena guerra, fue elegido miembro de la Real Academia Española, por unanimidad.  Falleció en Madrid en 1947.

La influencia modernista se observa en sus primeros libros, Alma  (en el que encontramos paisajes exóticos,  erotismo, voluntad de evasión, dolor por el mundo y amor por lo hispánico) y Caprichos (1905). Dicha influencia se va atenuando a partir de Alma. Museo. Los cantares (1907), dando paso a una voz cada vez más personal. En  El mal poema (1909) introduce la poesía urbana, influido por Baudelaire y Verlaine*, y en Cante hondo (1912)  cultiva la canción popular andaluza. A partir de Ars moriendi (1921), libro en el que predomina un tono triste, reflexivo y resignado, se produce un nuevo giro en su poesía.
      En colaboración con su hermano Antonio escribió varias obras dramáticas, entre las que se cuentan: Juan de Mañara (1927), Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos (1929), La duquesa de Benamejí (1930), todas ellas en verso, y El hombre que murió en la guerra, en prosa, que terminó sin la participación de su hermano y estrenó en 1941, cuando este ya había muerto en el exilio.
Antonio y Manuel Machado

El poema elegido forma parte de los veinticinco sonetos sobre cuadros famosos que conforman su poemario Apolo, y es el tercero de los dedicados a Goya. En ellos recupera la tradición retórica de la écfrasis,  la descripción literaria de una obra de arte. En el caso que nos ocupa, describe la pintura de Goya que muestra la dura represión sufrida por el pueblo madrileño tras su levantamiento contra las tropas napoleónicas el 2 de mayo de 1808.
     El poeta se enfrenta a la descripción con total libertad, pues como ha señalado Miguel d'Ors en Estudios sobre Manuel Machado, imaginando la escena real que reproduce el cuadro, añade elementos sonoros (gemidos, maldiciones, quejidos, la voz de mando) y olfativos (hedor de sangre y pólvora), lo que constituye un enriquecimiento del cuadro. Respecto a los aspectos visuales, D'Ors destaca que todos los elementos del poema figuran en el cuadro, salvo el fraile señalando el cielo, el cual pudo tomar Machado, "consciente o inconscientemente, de la   tradición iconográfica del tema del ajusticiamiento pero puede proceder también del propio Goya, de uno de Los desastres de la guerra, concretamente el titulado Duro es el paso (que, casualmente, representa también una ejecución)". Contradiciendo la opinión de Miguel d'Ors, Yolanda Coronado Carrillo (El ékfrasis en la poesía de Manuel Machado) constata la presencia en el cuadro de un fraile (la figura con hábito  y tonsura), pero -añadimos nosotros- no en la actitud que indica Machado.
    Llama la atención Coronado Carrillo sobre la escasez de verbos  en el poema y la abundancia de sustantivos, que lo convierten, según López  Estrada, en "una sucesión entrecortada de sintagmas nominales", y, por el flujo de imágenes, lo aproxima a la poesía impresionista.

Otros poemas del autor en este blog:

*Entradas relacionadas:

-Antonio Machado: 
http://elhacedordesuenos.blogspot.com.es/2010/02/a-jose-maria-palacio-de-antonio-machado.html
-Institución Libre de Enseñanza:
-Amado Nervo:

2 comentarios:

  1. Qué poco conozco yo a este señor... algún poema en la escuela como ése tan magnífico dedicado al Cid: "Polvo,sudor y hierro, El Cid cabalga..." ¡es que parece que presencias el paso del caballero!
    No sabía yo que los poemas que describen obras de arte constituían un género propio llamado así, "écfrasis".
    La influencia demoníaca de las mujeres fatales...jeje
    Carlos San Miguel

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  2. Cuidado, Carlos, que alguien puede malinterpretar tu broma final.

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