El martes pasado, día 15 de diciembre, los alumnos de
2º de ESO tuvimos la suerte de poder ver y escuchar en nuestro instituto a Ana
Alcolea, la autora del libro Donde aprenden a volar las gaviotas, que
habíamos leído en clase recientemente. Nos contó muchas cosas interesantes. La
primera, que nos sorprendió mucho, es que los lectores somos los que creamos
realmente la historia: ella la escribe, pero nosotros con nuestra imaginación
le damos vida al crear los personajes y desarrollar la acción en nuestra mente.
Después nos habló de cómo surgió
la inspiración para su novela: estaba en el país de su marido, Noruega, y un
día mientras paseaba se dio cuenta de que la casa familiar tenía una
orientación distinta a las demás. Su suegra le explicó que había sido
construida sobre un campo de concentración nazi, exactamente sobre los restos
de un búnker. También nos dijo que la historia de Elsa se basaba en lo que les
había pasado realmente a algunas mujeres que, por haberse enamorado de soldados
alemanes, fueron humilladas públicamente rapándoles el pelo e insultándolas cuando
acabó la ocupación nazi. Lo más duro de la novela fue escribir los diarios de
la abuela de Erik.
Nos contó muchas cosas sobre la
geografía y la historia de Noruega. Por ejemplo, que el fiordo de Trondheim
tiene unos 300 km. ¿Os imagináis que un brazo de mar entrase desde Barcelona
hasta Zaragoza? En aquella ciudad construyeron los alemanes en la Segunda
Guerra Mundial un búnker para esconder sus barcos y submarinos. Cuando acabó la
guerra, intentaron dinamitarlo pero no pudieron; así que lo reconvirtieron en
un museo de rock and roll.
Le hicimos muchas preguntas sobre
el libro. Algunos pensábamos que ella se identificaría con el personaje de
Ángela (porque es una escritora, le encanta viajar y sale en varios de sus
libros), pero nos dijo que realmente se identificaba con Arturo, por ser un
español que visitaba y miraba con ojos de curiosidad un país como Noruega, tan
distinto del nuestro, con sus bosques, sus grandes nevadas, sus cabañas
aisladas de la ciudad, sus islas, sus noches con luz, etc. Una cosa muy
interesante fue cuando nos contó su habilidad para transformar objetos comunes
en objetos imprescindibles para el desarrollo de su historia: ¿os acordáis de
lo importante que es la caja azul que aparece enterrada en el jardín de Inger?
Pues se inspiró en una caja simple y bonita que encontró en un armario de su madre.
En los últimos minutos Ana
Alcolea nos firmó libros con su lápiz especial. Antes pudimos ver el siguiente vídeo, que habían
hecho nuestros compañeros de 2º D:
Los alumnos de 2º C le habían dado la bienvenida con unas camisetas que llevaban una letra por detrás; al ponerse
juntos se leía Donde aprenden a volar las
gaviotas. La escritora dijo, muy contenta, que era la primera vez que le daban un recibimiento tan original.
Fue una visita muy interesante
porque aprendimos mucho y pudimos hablar en persona con una escritora cuyos
libros son muy entretenidos. Además es una persona muy simpática y se expresa
muy bien, aunque, como ella dice… “habla por los codos”.
¡A ver si se repiten actividades
como esta!
Este comentario es un
resumen de las aportaciones de los alumnos de 2º A y 2º B de ESO
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