EL BLOG DE LA BIBLIOTECA DEL IES "GOYA" DE ZARAGOZA


biblioteca.ies.goya@gmail.com


domingo, 1 de junio de 2014

"Idilio muerto", de César Vallejo


                IDILIO MUERTO

     Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita
de junco y capulí;
ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
la sangre, como flojo cognac, dentro de mí.

     Dónde estarán sus manos que en actitud contrita
planchaban en las tardes blancuras por venir;
ahora, en esta lluvia que me quita
las ganas de vivir.

     Qué será de su falda de franela; de sus
afanes; de su andar;
de su sabor a cañas de mayo del lugar.

     Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje,
y al fin dirá temblando: “Qué frío hay . . . Jesús!”
Y llorará en las tejas un pájaro salvaje.

                      (César Vallejo, de Los heraldos negros, 1918)

Los heraldos negros es el primer poemario publicado por César Vallejo (1892-1938). En él es evidente el influjo del modernismo, tanto en el  lenguaje como en la utilización de imágenes simbolistas; sin embargo, la tendencia a reflejar lo cotidiano en muchos poemas y el empleo de recursos propios de la lengua oral, indican que se aleja ya del Modernismo al uso. Además, en esta obra muestra una sombría visión -el título lo manifiesta simbólicamente- de un mundo donde el ser humano sufre sin encontrar alivio para su dolor.

El poema elegido es una nostálgica evocación de su tierra (el poeta era originario de Santiago de Chuco, en la sierra peruana),  asociada a la figura femenina de Rita, mujer que representa el universo cultural andino,  caracterizada por la dulzura ("sabor a cañas"), la belleza y la gracilidad ("de junco y capulí").  El poeta presenta dos mundos contrapuestos: el mundo rural de la sierra y el mundo urbano donde se sitúa el yo poético (Bizancio es, en realidad, Lima, donde Vallejo intenta olvidar un amor desgraciado). El primero es el mundo del pasado, el paraíso perdido, el lugar del amor, ya muerto para siempre (el título lo indica con claridad); un mundo asociado  a los gratos momentos vividos junto a Rita, añorados pero irrecuperables. Por el contrario, en el presente urbano de Lima el poeta parece dormitar en lugar de vivir, ya que la ciudad le resulta asfixiante y la lluvia empapa su alma de tristeza (el pájaro salvaje que llora parece una alusión al propio poeta). Poco importa quién fue la mujer que inspiró este conocidísimo poema, pero los estudiosos de la obra de Vallejo se han propuesto  averiguarlo: la opinión mayoritaria la identifica con Rita Uceda, madre del revolucionario Luis de la Puente Uceda; según otros, se trataría de Martina Gordillo Peláez, vecina de César Vallejo.

Entradas relacionadas:


9 comentarios:

  1. En realidad Rita es la hermana de Martina Gordillo Peláez quien fue la mama de mi abuela Celinda en Santiago de Chuco

    ResponderEliminar
  2. Correcion Josefina Zabala Peláez es la media hermana de Martina Gordillo Peláez (dulce rita) quien mi abuela vive aun a sus 94 años hija oficial de Josefina Zabala Palaez mi abuela se llama Juana Celinda Castillo Zabala nació en Santiago de chuco.

    ResponderEliminar
  3. Soy Gianella Marcelo Charbonneau nieta de Juana Celinda Castillo Zabala quien fue su mama Josefina Zabala Peláez media hermana de Martina Gordillo Peláez (Rita) mi abuela Juana Celinda aun vive tiene 94 años y es de Santiago de Chuco cualquier consulta me pueden escribir a gianellaamch2302@gmail.com o luisgcordovab@gmail.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por haberse puesto en contacto con nosotros y por su amable ofrecimiento, que tendremos en cuenta, Gianella.
      Un saludo.

      Eliminar
  4. https://revistas.unjfsc.edu.pe/index.php/GUARA/article/view/101

    ResponderEliminar
  5. SEMBLANZA DE LA HIJA DE MARTINA GORDILLO PELAEZ

    ResponderEliminar
  6. ¡Asombroso cómo un personaje literario se ha materializado aquí y cobrado vida auténtica según el testimonio de estos parientes de Rita!. Cada vez es más emocionante pasear este blog.
    El poema, precioso, obviamente...
    Carlos San Miguel

    ResponderEliminar