Como
todos los años desde 1997, el 24 de octubre y por iniciativa de la Asociación
Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil se celebra una vez más en
España el DÍA DE LA BIBLIOTECA en recuerdo de la destrucción de la
biblioteca de Sarajevo, incendiada durante el conflicto de los Balcanes. La
celebración tiene como finalidad concienciar a la sociedad de la importancia de
la lectura, además de reconocer la labor de los bibliotecarios. En esta
edición, el acto oficial tendrá lugar en la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real, donde se presentará el cartel, de Leticia Ruifernández, y se leerá el pregón escrito por Diego Arboleda, ganador del Premio de Literatura Infantil en 2014, por su libro Prohibido leer a Lewis Carroll.
PREGÓN DEL DÍA DE LA BIBLIOTECA
Con motivo del Día de la
Biblioteca, quiero compartir con vosotros un secreto: el Conejo Blanco casi
siempre tiene prisa.
Quizá algunos penséis que
esto no tiene mucho que ver con las bibliotecas y que, además, como secreto,
deja bastante que desear.
Alicia en el País de las Maravillas se publicó hace 150 años,
y desde entonces los lectores de todo el mundo han sabido que el conejo
llega tarde, demasiado tarde, y por tanto tiene prisa.
Reconoceréis, eso sí, que
no es un conejo cualquiera. Que sepamos, este es el único conejo que usa
chaleco y reloj de bolsillo, lo cual plantea una incógnita: si tiene reloj,
¿por qué siempre llega tarde? ¿Quién es culpable de la tardanza? ¿El conejo o
su reloj? Los expertos no se han puesto de acuerdo sobre este punto, que ha
provocado graves discusiones entre veterinarios y relojeros. Y si se alude al
chaleco, es aún peor. Solo hay una cosa más peligrosa que una discusión entre
un veterinario y un relojero, y es una discusión entre un veterinario, un
relojero y un sastre. Es mencionar el asunto y se desenvainan todo tipo de
agujas (hipodérmicas, de coser y de reloj).
Así que mejor volvamos al
secreto. El Conejo Blanco casi siempre tiene prisa. Corre
porque tiene miedo de que la Duquesa y, sobre todo, la Reina de Corazones
ordenen que le corten la cabeza. Pero vosotros, que aún conserváis la vuestra,
concentraos en ese casi. Es la clave, el secreto mejor guardado del
País de las Maravillas.
Casi siempre. ¿Cuándo no tiene
prisa el Conejo Blanco? Solo cuando visita un pequeño edificio escondido tras
los árboles del bosque: la biblioteca.
El conejo se toma su
tiempo para curiosear entre las abarrotadas estanterías. Tiene un libro en
mente pero, cuando se acerca a cogerlo, no puede evitar fijarse en el tomo que
lo precede, y en el de más allá (y, como ya sabéis, en una biblioteca, el libro
de más allá es al mismo tiempo el libro de más acá de otro libro que está a su
lado…). Demasiadas opciones. Lleva tiempo elegir un libro. El conejo sabe que
se encuentra en el hogar de la lectura, y la lectura es un placer que se
disfruta sin prisa.
Aunque nadie haya
mencionado antes esta biblioteca secreta, no lo dudéis, hay una en ese extraño
mundo que visitó Alicia. No puede ser de otra forma. Pues a pesar de contar con
el Sombrerero Loco, el Gato de Cheshire y la Oruga Azul, a pesar de todos los
animales fantásticos y las extraordinarias cosas que allí suceden, todo eso no
es suficiente para ganarse el nombre que ese mundo tiene. Un lugar nunca podría
llamarse País de las Maravillas si entre sus maravillas no se contara una
biblioteca.
Diego Arboleda
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