CASTILLA
El
ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas, llaga de luz los petos[1] y espaldares[2] y flamea[3] en las puntas de las lanzas.
El
ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana, al destierro, con doce de los suyos —polvo, sudor y hierro—, el Cid cabalga.
Cerrado
está el mesón a piedra y lodo[4].
Nadie responde. Al pomo[5] de la espada y al cuento[6] de las picas[7], el postigo[8] va a ceder… ¡Quema el sol, el aire abrasa!
A los
terribles golpes
de eco ronco, una voz pura, de plata y de cristal, responde... Hay una niña muy débil y muy blanca en el umbral. Es toda ojos azules; y en los ojos, lágrimas. Oro pálido nimba[9] su carita curiosa y asustada.
—Buen Cid, pasad[10]… El rey nos dará muerte,
arruinará la casa y sembrará de sal el pobre campo que mi padre trabaja... Idos. El cielo os colme de venturas... En nuestro mal, oh Cid, no ganáis nada[11].
Calla
la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra de feroces guerreros, y una voz inflexible grita: —"¡En marcha!"
El
ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana, al destierro, con doce de los suyos -polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga.
De Alma, 1900
[1] peto: pieza de la armadura
que defiende el pecho.
Junto con el espaldar forma la coraza.
[2] espaldar: pieza de la
armadura que defiende la espalda.
[3] flamea: forma llamas.
[4] a piedra y lodo: a cal y
canto, cerrado completamente.
[5] pomo: parte superior de la
empuñadura de una espada.
[6] cuento: contera, refuerzo
de metal en el extremo inferior
de la pica.
[7] pica: lanza larga.
[8] postigo: puerta pequeña
abierta en otra más grande.
[9] nimba: rodea de luz.
[10] pasad: pasad de largo.
[11] Cita modernizada del v.
47 del Poema de Mio Cid:
“Cid, en el
nuestro mal, vos non ganades nada”.
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El poema -compuesto en París, donde Manuel Machado residía desde la primavera de 1899- recrea un famoso pasaje del cantar de gesta medieval Cantar o Poema de Mio Cid, en el que el héroe castellano, camino del destierro, llega a Burgos. Pide posada y sale a abrirle una niña rogándole que pase de largo pues el rey Alfonso ha prohibido que le den alojamiento, amenazando con graves castigos si desobedecen su orden. El episodio en que se inspira se encuentra al comienzo de Cantar (vv. 31-51). Lo ofrecemos en versión modernizada de Pedro Salinas :
Se dirige Mío Cid adonde siempre paraba; /cuando a la puerta llegó se la encuentra bien cerrada. /Por miedo del rey Alfonso acordaron los de casa / que como el Cid no la rompa no se la abrirán por nada. /La gente de Mío Cid a grandes voces llamaba, /los de dentro no querían contestar una palabra. /Mío Cid picó el caballo, a la puerta se acercaba, /el pie sacó del estribo y con él gran golpe daba, /pero no se abrió la puerta, que estaba muy bien cerrada. /La niña de nueve años muy cerca del Cid se para: /"Campeador, que en bendita hora ceñiste la espada, /el rey lo ha vedado, anoche a Burgos llegó su carta, /con severas prevenciones y fuertemente sellada. No nos atrevemos, Cid, a darte asilo por nada, /porque si no, perderíamos los haberes y las casas; /perderíamos también los ojos de nuestras caras. /Cid, en el mal de nosotros vos no vais ganando nada. / Seguid y que os proteja Dios con sus virtudes santas."/Esto le dijo la niña y se volvió hacia su casa. / Bien claro ha visto Ruy Díaz que del rey no espere gracia. /De allí se aparta, por Burgos, a buen paso atravesaba.En contraste con el texto medieval y en consonancia con la estética modernista, el poema de Manuel Machado resalta los elementos plásticos y sensoriales en la descripción de "la terrible estepa castellana". La dureza de las armas, la fuerza y las rudas voces de los guerreros contrastan con la fragilidad y la delicadeza de la figura de la niña y su voz "pura, de plata", para lo que se sirve del léxico y los cambios de ritmo: obsérvese cómo con la aparición de la niña aumenta la proporción de versos heptasílabos. El empleo de la silva arromanzada (serie de versos heptasílabos y endecasílabos, mezclados caprichosamente, y con rima asonante en los pares), la estructura métrica preferida por su hermano Antonio, sirve eficazmente al propósito del autor, que transforma el episodio del cantar de gesta en una composición de carácter lírico sobre la generosidad y hombría de bien del Cid y sus hombres.
El poema constituye una manifestación del primitivismo modernista, como ha señalado el profesor Rafael Alarcón Sierra ("De roca y flor de lis: Rubén Darío y Manuel Machado"):
"Castilla" expresa la atracción por lo primitivo y lo bárbaro que traspasa todo el final de siglo. El exotismo de un Medievo fantástico, épico y legendario, opuesto a la moderna sociedad occidental, que había aparecido como tema en el romanticismo, y sería heredada por el prerrafaelismo, el simbolismo y el modernismo. Esta nueva ética también irá acompañada de una estética: imitar la sencillez artesanal, el encanto y la gracia de las obras de arte y los textos antiguos.
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Este verso de Manuel vale por todos los de su hermano Antonio.
ResponderEliminarCreo que debería usted leer mejor a don Antonio. :)
EliminarTiene razón, Miguel
Eliminar¡Y un cuerno! Yo no voy a entrar en ese debate que supongo está teñido de política, y este poema es majestuoso y me encanta desde que lo leí en la escuela, pero esa observación será a nivel personal porque, objetivamente, dudo mucho que sea cierta. ¿O sea que A un olmo viejo o El mañana efímero están por debajo que éste...? Hala, venga... ah, y le agradezco que me haya puesto el trapo delante para entrar a él.
EliminarCarlos San Miguel
¡Hace poco lo hablamos! ¡este poema es una maravilla épica y sensorial. ¡Notamos el calor y el peso de las armas, los cascos y las cotas de malla...!
EliminarCarlos San Miguel
Emocionante! Gracias!
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