Del mismo autor puedes leer también en este blog el poema "Ahora que conozco la humildad de mi vida":
http://elhacedordesuenos.blogspot.com.es/2012/01/1-ahora-que-conozco-la-humildad-de-mi.html
y encontrar información sobre el centenario de su nacimiento:
y encontrar información sobre el centenario de su nacimiento:
El escritor aragonés Ildefonso-Manuel Gil (1912-2003) |
Con este "Poema del tiempo", evocación desde Estados Unidos de las Navidades de su infancia aragonesa, despedimos el año del centenario del nacimiento del autor.
A continuación, reproducimos la interesante entrevista que Ildefonso-Manuel Gil concedió a HERALDO DE ARAGÓN en 2002, con motivo de su 90 cumpleaños, y que el diario aragonés volvió a publicar el 22 de noviembre pasado, en vísperas de la celebración del seminario que la Institución Fernando el Católico dedicó al escritor.
A continuación, reproducimos la interesante entrevista que Ildefonso-Manuel Gil concedió a HERALDO DE ARAGÓN en 2002, con motivo de su 90 cumpleaños, y que el diario aragonés volvió a publicar el 22 de noviembre pasado, en vísperas de la celebración del seminario que la Institución Fernando el Católico dedicó al escritor.
Ya padecía en los años Setenta, allí en la América ultramoderna, las navidades que llegaron aquí en los dosmiles, cosificadas, totalmente materialistas y casi totalmente ajenas al entrañable calor familiar que siempre habían tenido. Claro que el proceso deshumanizador y consumista venía ya desde los años Sesenta...
ResponderEliminarMuy interesante la entrevista. Terrible dilema el de quedarse en la tierra y adherirse formalmente a la Dictadura o marchar al desconocido exilio.
Carlos San Miguel
Respecto a la temática del Tiempo, tan querida por el autor,tiene razón: en cierto modo parece que no pase porque volvemos a interpretar las escenas del pasado cambiando los papeles; los padres nunca mueren del todo porque, ante nuestro propio asombro, cada vez nos parecemos más a ellos, adoptando sus actitudes (además de muchos de sus gestos, facciones, cualidades y defectos físicos...) que, como hijos, quizá no nos gustaban.
ResponderEliminarCarlos San Miguel