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Tengo miedo y el tiempo no me calma; tengo miedo y el alma no me duerme, tengo miedo y el corazón responde a toda mi medrosa calentura. Tengo miedo de mí, de Ti, de todo; del charco que se cruza en mi camino, de los ojos que miran acechando, de los álamos tristes del regato sobre la negra noche; del hombre, con mirar duro de odio, del alma en llanto triste, con presencia de lo que ya no es y fue tan recio. Tengo miedo de todo lo que envuelve mi propia arquitectura hecha de polvo y miel, que no escarchó en violetas el helado rocío de la aurora. Tengo un sentir que pesa aquí en mi centro, un reseco del alma y un alentar dolido, pero recio y sin fin, aunque me ausente. Tengo miedo de hacer lo que no quiero, de ser un astro errante en mi nostalgia cubriéndome del polvo de mi andar inseguro, de quedarme sin Dios, sin pan, sin agonía cierta.
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Lola Mejías, en Yin : Poetas aragonesas 1960-2010. Ángel Guinda (sel.), Olifante, 2010.
[Selección: Javier Andreu Calatayud, 4º ESO C]
Dolores Mejías Bonilla. Torremocha (Cáceres), 1912-Zaragoza, 1999. Residió en la capital aragonesa desde 1942. Casada con el profesor Eugenio Frutos. Mujer de alto nivel intelectual, avanzada para las costumbres de la época y animadora de tertulias culturales. Publicó el libro Hasta llegar a Dios (1964), de honda preocupación existencial y religiosa.
Pues a pesar la escasa importancia que parece tener esta poetisa al leer la biografía que has puesto como documentación, me ha gustado mucho el poema y es fácil sentirse identificado con su punto de vista.
ResponderEliminarTodo se puede resumir en ese "Tengo miedo de Tí", la "T" del "Tí" con mayúscula.
Carlos San Miguel